Opinión
La preparación
Opinión. "¡Ojo Pelao!" que diría el comandante Hugo Chávez. Mientras nuestro gobierno prepara el nuevo marco político represivo cuecen en la trastienda a fuego lento la nueva embestida…
Opinión. "¡Ojo Pelao!" que diría el comandante Hugo Chávez. Mientras nuestro gobierno prepara el nuevo marco político represivo cuecen en la trastienda a fuego lento la nueva embestida internacional contra los trabajadores en la que España estará en primera línea… Me refiero al TTIP (el tratado de libre comercio) cuyo eje central es de lo que menos hablan: consolidar definitivamente el retroceso histórico de las conquistas de los trabajadores. Esto para Europa significa una cosa clara (y eso sí lo dicen aunque escuetamente): equiparar el mercado laboral a las condiciones de EEUU, donde los derechos laborales llevan décadas arrasados.
Se cuidan bien de prácticamente no hablar del dichoso tratado, como si fuera una cosa más, casi un mero trámite técnico. Ahí están calladitos pero avanzando lentamente… Esperando la mejor ocasión para lanzarse al cuello. El poder comprende bien que las condiciones previas son tan importantes como el fin que se persigue. Mi opinión es que de eso va la ley mordaza y los globos sondas que lanzan como la represión abierta de periodistas, sindicalistas, etc.
Ahora leo con renovado asombro el nivel de cinismo que alcanzan las instituciones europeas al "denunciar" (¿a sí mismas?), hace un par de semanas, "la falta de transparencia en las negociaciones en combinación con las incertezas sobre los resultados previstos".
Compañeros del grupo de la izquierda europea en el parlamento: humildemente pienso que es necesario plantear ya una campaña por un referéndum que nos permita a toda la izquierda explicar las verdaderas consecuencias de este tratado. Habría que empezar una campaña masiva de información y de oposición al mismo, y desde luego comenzar denunciando el oscuro secretismo con el que llevan ya meses y meses. La agitación por el referéndum encontrará la mayor oposición de la derecha, pero nos permitiría poner a la claras el verdadero carácter antidemocrático de las instituciones que sostienen este sistema. Por otra parte ayudaría a levantar el primer muro de oposición al crimen que se está organizando en torno al TTIP.