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Opinión

Guerra y civilización: dudas sobre el papel de la guerra moderna como agente civilizatorio. Por Juan Segura

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«Con esta ametralladora,

dijo el sabio Sisebuto,

mil disparos por minuto

y sesenta mil por hora.

¡Qué gloria será la mía, 

si esta máquina potente 

llega a matar, buenamente, 

un millón de hombres al día!

Proclamarán su bondad 

por las más remotas tierras, 

y así acabarán las guerras… 

Y también la humanidad.«- Manuel Ossorio y Bernart (Incluido en el “Lecciones de cosas”, libro de lectura en primaria en tiempos franquistas)

«Yo quisiera ser civilizado como los animales«-Roberto Carlos

Tendemos a pensar que el hombre moderno es más civilizado que el antiguo. No seré yo quien lo niegue de forma rotunda. Pero me asaltan algunas dudas sobre el papel de la guerra moderna como agente civilizatorio.

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Para no remitirnos ad calendas graecas, ni a los tiempos que nos presenta Stanley Kubrick en su película 2001 una odisea en el espacio, en la cual unos hombres primitivos luchan con palos y quijadas de animales,remitámonos al tiempo de Napoleón Bonaparte.

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En dicho tiempo, en los que ya existía la artillería, pero no la aviación, la infantería o la caballería tenían una importancia capital. Así que se tenían que enfrentar directamente los que iban a caballo o a pie. Eran guerras de proximidad, no guerras proxy como las que se están montando ahora, donde los que se iban a matar tenían que verse las caras.

Estas guerras se desarrollaban, normalmente, a campo abierto fuera de las ciudades y entre militares (soldados). Los civiles no participaban en el combate ni eran víctimas directas del mismo.   

En la actualidad no hay una guerra en la que los civiles no sufran las consecuencias. Algunos episodios de la segunda guerra mundial tenían ese objetivo: matar civiles. Por ejemplo: los bombardeos nazis sobre Londres que ensayaron previamente en España, en Guernica, en Madrid, en Barcelona y en muchas otras localidades. Los bombardeos de los aliados sobre Dresde, Berlín y otras ciudades alemanas tuvieron también como objetivo matar civiles. Y no digamos nada de las bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki.

Hoy en día, un piloto puede bombardear, tranquilamente, a la población civil sin temer por su integridad física. Y todo parece ser asumido por los ciudadanos de a pie con total normalidad. Lo que está ocurriendo en Gaza es paradigmático de lo que venimos diciendo.

¿Dónde está la civilización entonces? ¿Qué concepto de civilización nos hemos forjado y nos estamos forjando? ¿Encuentran ustedes razonable, queridos lectores, que me asalten las dudas sobre lo que consideramos civilizado?

A mi me parece que el hombre y la mujer occidentales contemporáneos tenemos que revisar nuestro concepto de civilización. No vaya a ser que la estemos confundiendo con barbarie. ¿No nos estaremos engañando a nosotros mismos? Porque, si ese es el caso, no vale echarle la culpa a nadie. Cada cual tiene que apechugar con su propia conciencia. Si es que la tenemos, También lo dudo. No encuentro demasiados remordimientos.

Juan Segura.

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