Entrevista a Arancha Pérez y Antonio Jiménez, Alcaldesa y primer teniente de Alcalde de Pruna



María Aránzazu Pérez Perales, conocida como Arancha en Pruna, nació en el País Vasco en 1975. Vivió allí hasta los 13 años cuando se mudó a la Rioja, de donde proviene su familia. En 1999 vino a Andalucía al casarse el año anterior con un hombre de Pruna, con quien tiene una hija. Anteriormente, estudió Técnico Superior en Administración y Comercio, trabajó en una fábrica y en el campo durante 20 años hasta que se presentó con Juntos por Pruna. Le acompaña el primer teniente de alcalde Antonio Jiménez Heredia, y ambos nos comentan la situación de Pruna y los esfuerzos del ayuntamiento para que el pueblo avance. 

-¿Cómo llegaste a ser alcaldesa?

Arancha: El pueblo empieza a conocerme por las cláusulas suelo de los bancos. En ese entonces, hace más de diez años, se metieron más de mil reclamaciones en todos los bancos de Pruna. Te sientes amenazada en muchas ocasiones, pero la gente recupera mucho dinero de lo que le han robado, y no han sido conscientes hasta el bum de la cláusula suelo. Sigo trabajando en ello sin ánimo de lucro. A raíz de ahí, me avisó Francisco López, que era el alcalde, por si quería ir en su grupo, y yo no le dije que no quería saber nada de política, porque realmente no creía en nadie. Yo jamás me había metido en ningún grupo político de ninguna clase. Sí que es verdad que pertenezco a CCOO de toda la vida, pero jamás había estado en ningún partido, por lo que veo en la televisión. La primera vez le dije que no, que me tenían que demostrar que se hacía trabajo. Le dije que a la siguiente podría ser. Entonces, les pedí que nos pusieran una asesoría jurídica gratuita, y lo hicieron. Venía un abogado de la plataforma de los afectados por las hipotecas de Jerez, amigo mío, y ha estado viniendo cuatro años para informar a la gente. Yo vi que Pruna avanzaba, que cada día estaba mejor. Ha sido un pueblo que ha estado muy estancado, pero ha tenido un avance muy grande, y a los cuatro años me preguntaron lo mismo. Dije que sí, y cuando ganamos las elecciones (Juntos por Pruna), me dan la concejalía de Servicios Sociales, el paro de las mujeres, parte de educación y Sanidad. Yo primero protesté, porque pensé que era mucho trabajo para llevarlo todo en condiciones, a lo cual Francisco López me dijo que Sanidad no era mucho, que eran unas pocas reuniones. La población de Pruna depende mucho de Servicios Sociales, porque la gente es temporera. Mientras están las temporadas, no hay problema, pero cuando vienen, no hay trabajo. En Pruna solamente existe la aceituna, no hay otra cosa. Nos tenemos que ir fuera. Nos creemos que una administración es una empresa de empleo, y no lo es. No podemos dar empleo a todos. Nosotros apostamos con fondos propios para las bolsas de empleo, y con lo que da la Diputación al área de Servicios Sociales para el empleo. Lo que podemos, porque hay que justificarlo todo. Por ahí contratamos, pero no podemos contratar a 2500 habitantes que tiene el municipio. Ni a 500. No hay dinero suficiente para hacer una cosa así. Es muy difícil que haya empresas que vengan a invertir en Pruna, de momento. Pero todos los proyectos que realizamos los hacemos con vista a eso, a trabajo. Poco, o mucho, pero si una familia no tiene que irse, eso que hemos conseguido. La gente joven con mucha formación se va, aunque quieran su pueblo, porque no encuentran salidas.

-¿Desde cuándo eres alcaldesa?

Arancha: Desde las últimas elecciones del 28 de mayo. Estuve dos meses antes cubriendo la baja por paternidad del anterior alcalde, Ricardo Guerrero. Muy complicado todo. Yo había tocado mucho el ayuntamiento de abajo, como yo le llamo, porque es un cachito mío, y en el ayuntamiento de arriba he tenido un compañero, que ha sido Ricardo, en este caso, que para mí ha sido un magnifico alcalde, una persona íntegra, se ha dado y se ha volcado por el municipio, y él es el que me ha estado enseñando parte de lo que hoy en día sé. Es difícil llevar un pueblo, sea grande o pequeño. 

-¿A qué grupo político perteneces y cómo se gestó?

Arancha: No somos un partido político, somos una agrupación. Nos llamamos Juntos por Pruna. Nace después de ver que el pueblo está muy estancado. Surge la idea de juntarse un grupo de personas para cambiar. El primer año Francisco López consigue un concejal, y la segunda vez que se presenta gana las elecciones. Se tira 11 años de alcalde, y después entra Ricardo. Somos gente de todo tipo, sólo pensamos en mejorar nuestro pueblo y en que Pruna avance. 

-A parte de los problemas ya mencionados, ¿hay otros problemas en Pruna?

Antonio: La despoblación es un problema muy importante en el pueblo, ya que en los 90 teníamos 4500 habitantes, y actualmente no llegamos a 2600. Estamos en riesgo de despoblación. Nuestra mayor actuación es afianzar la población, a esa gente joven como Arancha ha dicho antes, que no haya esa fuga de cerebros por temas laborales. Estamos trabajando también en el turismo rural, porque tiene mucho tirón. Nos interesa crear empleo y los jóvenes.

-¿Qué soluciones planteáis para estos problemas?

Arancha: Llevamos años trabajando y ahora estamos viendo los frutos. Para el turismo, hemos hecho una vía ferrata que es la única que hay en la provincia de Sevilla, si no me equivoco. Tenemos un área recreativa que estamos terminando y que la abriremos en breve, al lado de la vía ferrata y del castillo. El castillo es uno de los lugares más emblemáticos de Pruna. Tenemos un rocódromo con tirolinas, va a haber un bar, que hay que amueblarlo. Todo lo pondremos en funcionamiento seguramente en marzo. Queremos que lo coja una empresa o una familia, preferiblemente de Pruna. Hemos hecho el centro de salud nuevo, porque el que teníamos era muy malo. También tenemos la residencia, que estamos cambiando el tejado. Lleva un montón de años hecha una parte, está muy deteriorada y es hora de terminarla y abrirla. Los trámites burocráticos son mucho más difíciles que los físicos. El dinero está, falta que nos dejen abrirla, y estamos en ello. Una vez que esté abierta, hay que ver la empresa que la coja, y queremos que una parte de la plantilla sea de Pruna también. Hacemos muchos cursos de formación. Ahora tenemos un taller de empleo de albañilería, donde se están formando doce jóvenes. El año pasado salió otro taller de empleo, de turismo de montaña. Tenemos cursos a lo largo del año. Hay un curso de atención socio sanitaria para residencias, y otro de limpieza de montes, ambos con certificado de profesionalidad. Acabamos de hacer un curso para la ayuda a domicilio, para que se sigan formando. No nos quedamos quietos, pero no es suficiente. Nunca es suficiente para un pueblo pequeño. Hay parte del pueblo que se marcha, y nos gustaría que todos tuvieran trabajo, pero el problema son los inversores. Para tener inversores, tienes que poner a Pruna en el punto más alto, tienes que tener un pueblo atractivo, donde destaques por algo, y Pruna destaca por el punto más alto de Sevilla, la atalaya y el castillo. Destaca porque tiene la primera vía ferrata, y un rocódromo con tirolinas, que no hay nada alrededor que sea igual, por sus senderos homologados, y por las vistas tan espectaculares que tiene, que otros pueblos no tienen, al menos para mí. Eso hay que venderlo bien para poner a Pruna donde se merece, porque yo quiero a Pruna, porque es donde he vivido y donde vivo, y donde quiero terminar. Para mí es lo más importante, Pruna y mis vecinos. 

-¿Crees que las financiaciones de los ayuntamientos son suficientes para todos estos proyectos?

Antonio: Al ser un pueblo tan pequeño, los presupuestos son pequeños. Un ayuntamiento pequeño se nutre de subvenciones, y ahí viene a colación lo que ha dicho Arancha de ponerlo en el punto más alto, de ser un pueblo atractivo en cualquier ámbito. Nosotros apostamos por el turismo rural, porque tenemos un patrimonio natural genial, tenemos la sierra del Tablón, que es espacio natural protegido, tenemos cabras montesas, buitres leonados, un conglomerado de casas rurales que están funcionando muy bien. Tenemos que ayudar, como administración pública que somos, a todo ese conglomerado de turismo rural para que cree empleo. Que sea atractivo para que gente de fuera o gente del pueblo inicien nuevos proyectos. Todo negocio es válido. Si en tu pueblo ves que hay una masa de turistas considerable, te nace el montar otra panadería, un desavío, como se dice, tiendas…Para un pueblo pequeño es muy difícil. Quieres hacer muchas cosas al mismo tiempo, y a nivel presupuestario te ves coartado. Necesitamos tirar de subvenciones, ir a instituciones a que conozcan nuestra problemática y la circunstancia del pueblo, y que nos ayuden en todo lo posible, pero previamente hay que tener un proyecto de pueblo.

-¿Cómo son las relaciones entre el ayuntamiento de Pruna y la Junta de Andalucía o la Diputación Provincial?

Arancha: Todas las semanas hacemos visitas a la Diputación, a la Junta vamos menos. Es más complicado, y son proyectos de gran envergadura, pero este año la Diputación nos ha dado dinero para varios planes. El Plan Contigo, el Plan Actúa, donde hemos hecho varias intervenciones, para el área recreativa y otras zonas. La Diputación nos ha ayudado mucho. Ahora nos van a arreglar una calle que estaba en muy mal estado, y la inversión es de un millón doscientos mil euros. Hemos tenido que trabajar mucho, nosotros y la diputación. Y el técnico del ayuntamiento, que lo tenemos amargado, porque todo lo queremos pedir. La Junta también nos ha aprobado el plan contra inundaciones, con una inversión de más de siete millones de euros. Trabajar, trabajamos, todo lo que podemos. Tenemos muchas ganas. Hay mucha gente nueva y tienen muchas ideas, pero cuesta trabajo llevarlas a cabo, porque no contamos con los medios suficientes, si estuviéramos en un pueblo donde tú tengas un presupuesto de 40 o 50 millones de euros, no estamos hablando de nada. Y si tienes superávit, te mueres. Pero nuestros presupuestos son mínimos, y gran parte se va en el sueldo de los trabajadores que tienes durante todo el año, y tienes que empezar a contar a partir de ahí. Como no eres un grupo político, a veces es mucho más difícil conseguir las cosas, pero se consiguen, tardes más o menos. En la Junta me han tratado bien, las cosas como son, y en la Diputación también. Llevo dos meses llamando al delegado de carreteras, que lo han cambiado y estamos esperando una cita para la carretera de Pruna-Morón, porque está en muy mal estado, y hay que arreglarla. Las relaciones son muy buenas. Ellos sacan muchos programas a lo largo del año. Yo, lo primero que hago es ver el BOE, el BOJA y el boletín de la provincia, y casi todos los días hay subvenciones. Algunas puedes solicitarlas y otras no, depende, pero desde el Covid se está apostando mucho por los pueblos de menos de 5000 habitantes. Antes no teníamos acceso a ese tipo de subvenciones. Solicitamos todo lo que está en nuestras manos, pero no porque sí, si vemos que podemos tirar con ella, tiramos con ella, y si un concejal se tiene que poner a solicitarla, lo hace, con el visto bueno del técnico correspondiente, porque queremos llegar a todos los rincones. 

-¿Os gustaría añadir algo más?

Antonio: Estamos apostando también por nuestro patrimonio cultural, en general. Vemos que hay una sinergia clara entre turismo y patrimonio. Queremos que el pueblo se identifique con el patrimonio. Que sienta la gente del pueblo que el castillo es suyo, que la iglesia es suya, que los vestigios de un molino del siglo XVI, que tenemos en la zona de una cascada, lo sientan como suyo, que la opinión pública ejerza fuerza, en apoyo con el ayuntamiento, para incentivar ese patrimonio que tenemos y lo ponga en valor.

Arancha: Y el año pasado declaramos nuestra romería como interés turístico de Andalucía. Eso no se lo dan a todo el mundo. Ahí se trabajó muchísimo. Os invitamos a que vayáis, es el primer domingo de mayo.