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Opinión

El “corazón partío” o la “picha hecha un lío”

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Opinión. La abdicación de Juan Carlos de Borbón y Borbón, “Rey de España por la gracia de Franco” que, a su vez era “Caudillo de España por la gracia de Dios”, ha colocado al PSOE en una situación delicada,…

Opinión. La abdicación de Juan Carlos de Borbón y Borbón, “Rey de España por la gracia de Franco” que, a su vez era “Caudillo de España por la gracia de Dios”, ha colocado al PSOE en una situación delicada, de la misma manera que la aceptación de la monarquía colocó al PCE en una situación imposible, gracias al tan alabado (por la burguesía) Santiago Carrillo y seguidores.

Carrillo presentó “su acuerdo” con Suárez (con el beneplácito evidente de Juan Carlos) ante el Comité Central como algo cerrado, sin vuelta atrás. O eso, o el Apocalipsis. Y llegaron las dos cosas: la monarquía para todos y el Apocalipsis para el PCE.

Después de varios años, el PCE y su apuesta estratégica, Izquierda Unida, empezó a hacerse autocrítica y a ir rompiendo, poco a poco, con el régimen de la Transición. Creo que fue en la VIII Asamblea  donde Izquierda Unida se declaró nítidamente como una fuerza socialista (anticapitalista), federal y republicana.

El PSOE, por el contrario, no sólo no ha hecho ninguna autocrítica del periodo sino que, pese al carácter republicano de su historia y de sus bases, sigue apoyando a la monarquía. En vez de aprovechar la situación para exigir una democrática consulta popular para que el pueblo decida sobre monarquía o república, se coloca al lado del PP para darle su bienvenida al futuro Felipe VI, “Rey de España por la gracia de la unión espermatozoide-óvulo de Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia”

Por otra parte esto lo hace el PSOE en unos momentos de crisis, en los que el pueblo español se ha hecho más pobre y más desigual, y en los que siente que su posición como partido peligra y se  apresta a reforzar el bipartidismo neoliberal-monárquico como única salvación.

O sea una fuerza que se declara republicana y socialista, en la teoría, en la práctica apoya al capitalismo y a la monarquía.

Ese es el verdadero problema del PSOE en estos tiempos de crisis. No quien se pone de primero o de segundo ni el procedimiento para ello. La verdadera naturaleza de sus problemas es que practican lo contrario de lo que dicen.

En tiempos normales en Europa, hasta ahora, cuando el pueblo recogía las migajas del capital y eso le permitía vivir son cierto desahogo material, el PSOE podía tener el “corazón partío” entre capitalismo y socialismo, proclamando sus querencias socialistas y practicando sus hechuras capitalistas. Podía tener la “picha hecha un lío” sintiéndose republicanos pero apoyando la monarquía.

La crisis los ha colocado ante el dilema. Como dijo Julio Vélez: “No podéis ser y parecer al mismo tiempo. Os tenéis que decidir”

Si no os ponéis a favor de la clase obrera, tal y como reza vuestra sigla, no es en absoluto imposible que en las próximas elecciones municipales los ciudadanos y ciudadanas sigan retirándoos su confianza.

Sería realmente triste que lo que en el año 31, después de unas elecciones municipales precisamente, celebrasteis con alborozo, el advenimiento de la Segunda República, se convirtiera justamente en lo contrario con la llegada de la Tercera.

Diderot.

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