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Entrevistas

Cerca del Castillo. ENTREVISTA A JUAN MORILLA. Por Paco Pavía

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Juan Luis Morilla Gamero nació en Morón el 4 de Junio de 1951 en el nº 29 del  Perulejo,  una humilde casa de vecinos. Es hijo de Manolo Morilla, maestro de numerosos guitarristas moroneros y andaluces….

_Juan Luis Morilla Gamero nació en Morón el 4 de Junio de 1951 en el nº 29 del  Perulejo,  una humilde casa de vecinos. Es hijo de Manolo Morilla, maestro de numerosos guitarristas moroneros y andaluces.

 

 

Estudió primaria en la escuela del Pilar de la antigua Fábrica de Cementos y con 9 años  su padre lo llevó a la calle Jerez Alta (donde estaban los comedores sociales de la posguerra). Allí se ubicaba el Conservatorio Musical Municipal, dirigido por la batuta del gran Francisco Martínez Quesada, donde se formó  hasta los 18 años.

 

 

A esa edad viajó hacia “Las Pitiusas”, donde siguió desarrollándose musicalmente en el conservatorio ibicenco y fue tocando en directo con diversos artistas.

 

Al poco  volvió a Morón y se enroló en la trupe del dramaturgo Alfonso Jiménez.

 

Poco después le  llaman para la “puta mili” (Juan dixit) y al terminarla,  salió pitando para Ibiza y Formentera hasta el día de hoy.

 

Sus maestros en la guitarra flamenca fueron su padre Manolo Morilla y Diego del Gastor, pero su formación clásica que comenzó con Martínez Quesada y con su padre, la terminó en el conservatorio  ibicenco.

 

Inolvidable  el programa de TVE de principios de los años 70 del siglo pasado “Rito y Geografía del Cante”. Juan recuerda que aquel día le dijo Diego del Gastor:   “Niño, vente conmigo para no estar solo” y lo acompañó durante todo el proceso  de grabación de ese  capítulo mítico sobre Diego, dirigido por José María Velázquez-Gaztelu.

 

 

En 1977 Juan Morilla acompañó al poeta local José Julio Vélez y a los cantaores Pepe Taranto y Laura Díaz, girando por Madrid, Valladolid, Salamanca y otras ciudades españolas, en actos culturales organizados por el PTE.

 

Desde  1981 en Ibiza, fue creando diversos cuadros flamencos así como  una compañía de espectáculo de Teatro Experimental. Estos trabajos fueron montados con  la colaboración de su buen amigo  “Antonio de la Belén”, cantaor de Pruna.

 

En 1994 se fue a vivir definitivamente a Formentera, donde le ofrecieron la plaza de profesor de guitarra en la Escuela Pitiusa.

 

Juan me cuenta : “Mi compañera Concha Muñoz Pérez natural de Madrid, ya residía en Formentera y … me dijo: ¡¡ Vamos !! . No me lo pensé ni un minuto”.

 

Desde entonces no ha parado de dar conciertos, realizar conferencias, actuar en el extranjero  y ofrecer recitales principalmente por las Baleares. Como él dice: “siempre moviéndome”.

 

P (Pavía).- ¿Cómo está ese cuerpo y esa mente amigo mío?

 

JM (Juan Morilla).- El cuerpo regular, peleando “poc a poc” (como se dice por aquí).  La mente la tengo abierta, clara, rebelde y con ganas de vivir dentro de este infierno, pues no nos dan otra opción nuestros “desqueridos bien asalariados”.

 

P.- Para los jóvenes que no te conocen, mójate y defínete como guitarrista. ¿Qué hay  en tí de toque de Morón y qué de guitarra clásica?

 

JM.- Soy un guitarrista más nacido en Morón, hijo del maestro Don Manuel Morilla quien me inyectó  este mundo de la guitarra flamenca, así como me inició en la música clásica. Mi juventud en nuestra localidad me hizo crecer al lado de “los Gastores”:   (Juan, Agustín, Dieguito) y cómo no, con Diego del Gastor, con quien mantuve más bien una relación de amistad que  de alumno. Él me ponía falsetas y me daba muchas explicaciones orales del ámbito flamenco, sobre los cantes y los toques.  Con todo esto, unido al aprendizaje más directo de mi padre, voy adquiriendo experiencia.

 

Pero el estar bajo la sabiduría de D. Francisco Martínez Quesada, me hizo ver un más allá de lo que mínimamente sabía, pues poco llegaba a Morón de guitarra clásica. Me empezaban a sonar, artistas como Ferdinando Carulli,  Matteo Carcassi,  Napoleón Coste, el brasileño Heitor Villa-Lobos, etc…

 

La cabeza me daba punzadas cuando escuchaba algo de eso por la radio y me retorcía de gusto. Me decía a mí mismo que yo quería tocar aquella obras. Hasta que en los 70 salgo para Madrid y me encuentro el laberinto de las partituras y de los autores. Con esa locura feliz me apareció el tesoro. Mi interior me pedía ambos espacios, el flamenco y  el clásico, y así  lo hice. ¿Por qué no?

 

 

P.- ¿Que buscas con la música?

 

JM.- Volar a esos mundos de placer, paz y fantasía que te hacen estremecer el alma, y a la vez pasar tu inquietud a toda persona que se pare a escucharla. En un lugar maravilloso tocando  una noche, una persona se me acercó y me dijo: “Tu música, tu guitarra y tu forma de interpretar, me han tenido más de tres horas viajando gratuitamente por el mundo. Gracias”. Eso es lo que busco.

 

 

P.-Habla de tus propias composiciones Juan, ¿El mar influye en tus creaciones?

 

JM.- El mar, la mar, para vivir, para soñar, me ha influido mucho, muchísimo. Me ha abierto el gran espectáculo de la naturaleza en su esencia y me ha inducido a volar para crear. En más de una obra mía se ve el MARE-NOSTRUM. En mi sinfonía “Luz del Mediterráneo”, represento mi propio viaje a Ítaca.

 

P.- Ilústranos con algunos guitarristas que te gusten.

 

JM.- En flamenco hay un gran abanico, pero sigo en mis trece: Victor Monge “Serranito”, “Manolo Sanlúcar”, José Luis Rodríguez. En clásico “la Reina actual” es la croata ANA VIDOVIC, ella es todo música y guitarra y viceversa.

 

P.-Juan, inevitable preguntarte por proyectos musicales futuros.

 

JM.- Ahora estoy en pleno sabatismo, contemplación, oír mucha música, lectura, pasear por las playas, y buenas viandas, pescaditos etc…

 

P.- ¿Y la importancia de Concha en tu vida ?

 

JM.- Yo soñaba y me decía a mí mismo: “Me gustaría tener una compañera, tal y tal”. Pero un día por arte de magia, aparece esa mujer que soñabas y empieza a aportarte, apoyarte, inspirarte, mi musa, paz, cariño, amor. Para mí es mi vida.

 

P.- Tu llevas auto-confinado desde hace muchos años, pero… ¿cómo has vivido este encerramiento colectivo obligatorio?

 

JM.- Tengo la suerte de vivir en una isla junto a un lago y con poca gente, lo he pasado raro con mi Concha, pero superado por ahora.

 

P.- ¿Como ves Morón cada vez que vuelves?

 

JM.- Cambiadísimo, no arquitectónicamente, los seres humanos, formas y esa guasa mala que todavía siguen ejerciendo (algo que me horripila, no barren su casa y quieren barrer la tuya). Pero como estoy con mis buenos y grandes amigos Nene y Manuel, y sus compañeras, lo pasamos de maravilla, lo primero que hacemos cuando llegamos es irnos de viaje.

 

 

Pero sigo teniendo ese pellizco de Morón, ese Castillo, esas Siete Revueltas, esa Casa Pepe, Bar de Pepe del Gastor, esos barrios en los que aún huelen las calles a guisos, todavía sigue esa llama encendida y no se apagará.

 

P.- ¿Qué te parece la labor de recuperación histórica-personal y artística que está realizando de la figura de tu padre y de la tuya propia, el investigador y divulgador flamenco Luis Javier Vázquez?

 

JM.- Quiero darle públicamente al SR. LUIS JAVIER VÁZQUEZ MORILLA, mi mayor agradecimiento por esa labor encomiable que está realizando hacia la figura de mi padre D.MANUEL MORILLA VERDUGO (Manolo Morilla), pues Morón no es solo Gastor (con todos mis respetos), es más en la guitarra. De hecho, ahí está ese ejército de guitarristas embajadores de Morón por el mundo, alumnos del Sr. MORILLA VERDUGO.

 

P.- Despídete como te apetezca.

 

JM.- GRACIAS PACO, “SALUD Y LIBERTAD”.

 

Isla de Formentera, 6 de Septiembre 2020.

 

Carnet de Guitarrista de Juan Morilla. 1972

 

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