Lo nuevo y lo viejo

Opinión. El capitalismo-consumismo necesita alabar todo lo nuevo y desechar todo lo viejo.  Lo importante es consumir y tirar el artículo lo más rápido posible…

Opinión. El capitalismo-consumismo necesita alabar todo lo nuevo y desechar todo lo viejo.  Lo importante es consumir y tirar el artículo lo más rápido posible.

No es negocio que una bombilla dure un millón de horas. Mejor que dure mil. Así podremos vender mil veces más y obtener mil veces más ganancias. Recuerdo una película en la que la plantilla de una fábrica de tejidos por poco lincha a un operario del laboratorio porque había inventado una tela irrompible.

Por eso los fabricantes inventaron la obsolescencia programada.

Y digo yo que ni todo lo nuevo tiene, necesariamente, que  ser bueno ni todo lo viejo  malo y viceversa.

Por ejemplo, las cucharas, tenedores y cuchillos  de los Reyes de Francia que eran más viejos que los actuales de plástico, yo no creo que fueran peores. Y además, contaminaban menos.

Cuando yo era un niño (pobre y, sin embargo, feliz) me pasaba horas y horas jugando con los niños y niñas de mi calle a múltiples juegos (a la pelota, a la comba, al cuadro, a los leones, al marro, al escondite, a manos arriba, al polique inglés,…) Estos juegos colectivos eran para nosotros una verdadera felicidad. No necesitábamos más que nuestros cuerpos y un trozo de soga, unas piedras,…

Ahora hay una tendencia, que juzgo perniciosa e infeliz, a jugar aislados, solos. Los videojuegos son el paradigma de lo que quiero decir. No quiero decir que los niños de ahora sean infelices. Pero estoy seguro de que serían más felices si pudieran volver a jugar en la calle, colectivamente.

Claro que a ver quién es el guapo que se arriesga hoy a dejar a los niños que jueguen en las calles. Se han apoderado de ellas los peligrosos automóviles.

Estoy por el progreso. Pero no por todo lo que se llama progreso. Estoy a favor del progreso que hace más felices a la gente pero no por el supuesto progreso que nos esclaviza o deshumaniza.

Para mi progresar es que pueda tener una dieta de unas 2.000 calorías alguien que no llega a las 1.000 y está enferma por desnutrición. Y también es progresar que llegue a las 2.000 calorías alguien que consume 4.000 y que está enferma por obesa. En un caso para progresar hay que comer más, en el otro, menos. El progreso, para mí, es el equilibrio.

En cuanto al mundo de los valores y los afectos, ¿quién puede hablar del amor, de la lealtad, de la solidaridad, de la coherencia, de la ecuanimidad,… como nuevos o viejos?

Da  igual lo viejo o lo nuevo que sean: el amor siempre será mejor que el odio; la lealtad mejor que la traición. Prefiero un amor nuevo a un odio viejo y un amor viejo a un odio nuevo.

Diderot