Opinión
No iban a permitir que ganase la Utopía
Opinión. El desalojo que el domingo ordenó el PP atendiendo al interés de la banca tenía mucho de medida de ejemplaridad. Una lucha como esta tenía…
Opinión. El desalojo que el domingo ordenó el PP atendiendo al interés de la banca tenía mucho de medida de ejemplaridad. Una lucha como esta tenía que ser ahogada, derrotada, vencida y humillada con dolor para que a nadie más se le ocurriese ocupar una vivienda de un banco y que encima conquistaran al derecho al techo como premio por haber luchado.
Un descomunal despliegue policial rodeó la manzana de Juventudes Musicales y penetró en el edificio cuando aún dormían las familias. Ni que fuesen terroristas. Son pobres y demandan el derecho y la dignidad de un techo. Y además las negociaciones podían haber dado sus frutos. Pero, unilateralmente, la delegación del gobierno que dirige el PP determinó que había que abortar cualquier solución que no fuera una derrota. Con exhibición de músculo policial. Provocando la impotencia. Humillando al movimiento por el derecho a la vivienda. Cruel. Sobre todo cruel.
Y mientras hablaban de los pobres en el pregón del Maestranza con golpes de pecho oliendo a incienso y a hipocresía, sus ejércitos policiales daban cuenta de cómo hay que tratar a los pobres. Las dos fotos que ilustran esta hoja hablan por sí solas. El asco y la indignación que produce verlas juntas llena de rabia y desprecio hacia los poderosos. Se hace necesario convertir la rabia en organización y la organización en rebeldía. Pues si no, ¿Hasta cuándo lo vamos a permitir?