Opinión
Lecciones de manipulación mediática y el sesgo tendencioso en las encuestas de las andaluzas
Opinión. "La realización de las encuestas que nos están bombardeando en esta campaña huele mal y tiene un sesgo tendencioso"…
Opinión. "La realización de las encuestas que nos están bombardeando en esta campaña huele mal y tiene un sesgo tendencioso"
Decía un camarada que las elecciones tal y como están actualmente planteadas no son más que la carne podrida que el sistema lanza a las organizaciones transformadoras. Y ya se sabe lo que pasa con la carne podrida, de primeras sacia el hambre, pero después te enferma y termina matándote.
Sin embargo, como la Historia demuestra, todo puede ir a peor. Las elecciones andaluzas están siendo una lección magistral de como los medios de comunicación pueden manipular el supuesto sistema democrático, cambiando en pocos meses la intención de voto de la ciudadanía.
Me voy a referir únicamente al caso de IUCA, aunque en menor medida también le está ocurriendo a otros partidos.
Empezando por sentar las bases que llevan a hacer las aseveraciones que explicaré a continuación, recomiendo la lectura de los siguientes enlaces: por un lado la entrada de 2010 del blog El Sociólogo irreverente donde se analiza la estructura empresarial de NC Report y por otro varias entradas de la web media.cat, donde se analiza el proceso de elaboración de encuestas de varios medios de comunicación de difusión masiva.
En estos textos podemos, al menos, sospechar que el método empleado en la realización de las encuestas que nos están bombardeando en esta campaña huele mal y tiene un sesgo tendencioso. Y si además hacemos un repaso por los titulares en prensa de dichas encuestas la sospecha empieza a convertirse en algo más.
El 8 de marzo de este año La Razón titula “El PP gana 2,5 puntos sobre el CIS mientras Podemos pierde 5 puntos”; el 5 de marzo El Diario encabeza su noticia “El PP y el PSOE aumentan su distancia respecto a Podemos”. En ambos casos se invisibiliza a Izquierda Unida, nada nuevo.
Pero lo que más curioso resulta es que ambas encuestas están realizadas por la misma empresa con distintos nombres. Sí, las empresas Iberconsulta, Demo Desarrollo SL, Demo NCR SL y Nc-Report son de los mismos dueños y, podemos inferir, con los mismos intereses.
Es curioso como en función del medio que encarga las encuestas, los datos cambian significativamente.
Por un lado, la de La Razón potencia generalmente más a PP y C´s y en eldiario.es se suele tratar con más cariño en la cocina al PSOE; respecto a Podemos ambos dan un resultado similar.
Pero si algo caracteriza a ambas y a los redactores posteriores de las noticias es una tendencia a bajar las posibilidades de Izquierda Unida (y ya decía más arriba, también a otros partidos) y, en el caso de nombrarla, hacerlo siempre en términos de hundimiento electoral.
En el momento actual las encuestas, que deberían servir para conocer el pulso de la gente a la hora de votar, se utilizan en su sentido antagónico, es decir, se plantean para dirigir el voto. ¿Quién va a votar a un partido que está bajando en sus estimaciones de voto? Probablemente su presencia sea residual en las instituciones y mejor votar a otras formaciones que tengan un programa similar. Aunque no tengamos tan clara nuestra apuesta por Podemos, por poner un ejemplo, según parece sus propuestas (que no programa, o quizás sí… quién sabe) son similares a las de IU, y van subiendo… un voto a Podemos es un voto más seguro para el cambio….
Podemos y C´s tienen una serie de características en común que explican en parte su subida electoral: representación en el imaginario colectivo de una ruptura con lo viejo, un modelo de partido mucho más abierto que permite a mucha gente sentirse parte de la organización, una indefinición del discurso y del programa que busca escapar de la dialéctica izquierda-derecha para alcanzar a un voto interclasista…
Pero en cualquier caso todo ese conjunto de cualidades no pueden explicar la gran subida augurada por las encuestas, salvo si incorporamos un par de variables más: la alta incidencia mediática de ambos en programas generalistas (según parece debido al alto nivel de audiencia que proporcionan, pero también también debe jugar un papel la aquiescencia de los que controlan esos programas) y un hábil manejo de claves comunicativas, gracias a las que están consiguiendo transmitir que ellos son los artífices de un cambio que permitirá a la sociedad española y andaluza volver a la Arcadia Feliz que fueron los años de la burbuja inmobiliaria, el estado del bienestar; vamos, cambiarlo todo para que todo siga igual.
Pero incluso con todo lo anterior no es explicable la espectacular subida estimada de ambos partidos. Y no es explicable simplemente porque no son ciertos. Una cosa en la que coinciden la gran mayoría de los sondeos es un porcentaje elevadísimo de indecisos, que varía entre el 15 y el 40 %.
Sirva de ejemplo que en la última encuesta del CIS para las elecciones andaluzas nos encontramos un 9% de personas que dicen tener decidido ir a votar que dudan entre votar a Podemos o a IU; aun más señalable es el caso de la duda entre PSOE e IU, donde dicho porcentaje aumenta hasta un 13% (!!!). Hay un 22% de votantes que aun no tienen decidido su voto que contemplan la posibilidad de votar a Izquierda Unida.
Obviamente es muy complicado que ese porcentaje finalmente se decante por IU, pero, por simple estadística, una parte de ese posible voto optará por ella (será mayor o menor en función de la campaña, de los medios…). El resultado puede variar entre el 6,6 planteado por el CIS y algo más del 28% (!!!). El segundo extremo me parecen virtualmente imposible en la coyuntura actual, pero también creo que el primero se aleja bastante de la realidad que darán las urnas el 22 de marzo. Y estoy seguro que los que han elaborado el estudio también lo piensan.
Quizás esto no de para un titular en primera plana, pero creo no equivocarme en que, al menos, merece un pie de página que lo explique.
Es bastante claro que hay un intento de dirigir el voto, eliminando opciones electorales incomodas (recordemos aquella famosa frase que aparecía en los papeles de Wikileaks hace unos años referida a IU: Small but noisy far-left party), intentando hacer creer a la ciudadanía que la única opción transformadora es Podemos. Es tonto negar que levanto un alto grado de expectativas en la izquierda e incluso entre la parte de la clase trabajadora más concienciada, pero su reconversión en fuerza prosistema y monárquica en la ambición de alzarse con el poder institucional, la ha transformado en una organización electoralista bastante asumible para el sistema.
Ciertamente a Izquierda Unida le queda una dura semana de campaña en la que debe dar el resto, ya que nadie nos lo va a poner fácil, pero lo que nos jugamos necesita que demos lo mejor de nosotros mismos. Andalucía y el estado español necesitan una fuerza realmente transformadora para conseguir avanzar en la construcción de un nuevo modelo de país