Noticias de la Provincia
Los padres del pequeño Gabriel muestran su «tristeza y frustración» por la «Quema de Judas» de Coripe
Patricia Ramírez y Ángel Cruz, padres del niño Gabriel, ha recibido con «frustración, tristeza y pesar» la situación producida en Coripe durante la «Quema de Judas»…
Patricia Ramírez y Ángel Cruz, padres del niño Gabriel, ha recibido con «frustración, tristeza y pesar» la situación producida en Coripe durante la «Quema de Judas» el pasado domingo de Resurrección, donde se produjo la quema de una figura que representaba a la asesina confesa del niño.
«Nos ha costado un esfuerzo enorme leer la noticia en el periódico y por supuesto no hemos tenido fuerzas suficientes para visionar los vídeos colgados en Internet, asombrados a su vez de que tantos miles de personas pudiesen a ver semejante muestra de rabia e indignación», han dicho en una comunicado remitido a Efe.
«A pesar de que, permítanos, el dolor y la rabia que podamos sentir nosotros por la pérdida de Gabriel es incalculablemente más intenso y doloroso, no pudiendo estar de acuerdo en ningún caso con esta acción, donde la rabia y el dolor mal expresado le ganan la partida al buen hacer y el sentido común», han sostenido.
En este sentido, los padres se pronuncian «en aras de proteger a los niños de este país y el resto del mundo que de alguna manera han seguido el ejemplo de que la rabia trae más rabia y la crueldad más crueldad».
No obstante, han valorado la «limpieza, la dedicación, la dignidad y silencio de cada una de las iniciativas surgidas en los diferentes pasos y procesiones que esta Semana Santa han acompañado a nuestro hijo Gabriel (Arcángel que anuncia el nacimiento de Jesús)».
«Nos ha hecho sentir que, esta Semana Santa del año 2018, estaba dedicada a la memoria de Gabriel y a toda la buena gente que ha sacado lo mejor de su corazón dejando la rabia aparte y mostrando su amor como único consuelo hacia nosotros, y a nuestro hijo», han manifestado.
«Nos dejó atónitos el silencio y el respeto hacia nosotros guardando la rabia y ofreciendo a Dios miles de lágrimas hacia nuestro hijoGabriel "el pescaito" acompañando a cada paso de Semana Santa».
«Tantas lágrimas que podrían haberse traducido en un mar de amor intenso y lleno de buenas acciones, para que su subida al cielo fuese más clarificadora con las oraciones de cada una de las personas que lloraron por su ausencia y rezaron por que estuviese en el reino de los cielos nadando alegre como a él le gustaba y bien se merecía», afirman.
Revelan que les han llegado cartas, relatos y vídeos de «gente buena» de toda España que lloraba la pérdida junto a ellos y «no permitía, como así ha sido desde el principio que "la bruja mala" contaminase los corazones e incluso callaban las bocas que así lo hacían».
Defienden que «la rabia se guarda en casa, o de puertas para adentro» y que a lo único que puede es llevar a oscurecer el «alma y hacer del camino una amargura insostenible con la que poder dormir tranquilo y con la conciencia relajada».