La Junta aprueba «legalizar» la ampliación de la industria calera de Morón de la Frontera



La Comisión Provincial de Patrimonio, dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, ha acordado por unanimidad informar favorablemente el proyecto de «legalización de ampliación» de la industria destinada a la producción de cal en las caleras de Morón de la Frontera con un nuevo proceso que tiene «menor impacto medioambiental» al «no suponer una afección negativa significativa en los valores propios del Bien de Interés Cultural-Lugar de Interés Etnológico Caleras de la Sierra».

«Dado que se ha tenido conocimiento de la ejecución de obras sin contar con la preceptiva autorización, se propone la realización de actuaciones previas con el fin de conocer las circunstancias del caso concreto y la conveniencia o no de iniciar procedimiento sancionador», se recoge en el acta de la reunión celebrada el pasado 27 de septiembre y consultada por Europa Press.

Ya el pasado mayo de este año, la misma Comisión rechazaba el proyecto básico para ampliar la industria de producción de cal con la instalación de un nuevo horno y solicitaba «definir con mayor rigor y detalle la relación entre la ampliación y los hornos existentes» ya que «el área objeto del proyecto incluye tres áreas consideradas como ámbito del Bien de Interés Cultural (BIC) Caleras de la Sierra».

En el acta de la reunión celebrada el 14 de abril de 2023, consultada entonces por Europa Press, Patrimonio argumentaba que la actuación que se plantee en Caleras de la Sierra –con consideración BIC con tipología de Lugar de Interés Etnológico desde 2009– «con el objetivo de no afectar negativamente a la preservación de los valores patrimoniales ni a la configuración arquitectónica de los hornos, deberá tener en cuenta el impacto que generaría con la ampliación de las naves y el mayor tráfico de vehículos al objeto de atenuarlo en la medida de lo posible sin alterar la percepción del conjunto ni las relaciones visuales».

Entendía igualmente la Junta que también se debían «proponer medidas de protección a adoptar para la conservación de los hornos que se van a dejar sin uso». La empresa de cal proponía, además, un cambio en el proceso de producción, pasando de horno tradicional con un funcionamiento intermitente a horno continuo que «permite un mayor rendimiento», así como del combustible a emplear, «pasando de la madera de olivo a huesos de aceituna o uva».

En este sentido, la Comisión indicaba que se trata de una «adaptación a las nuevas técnicas, combustibles y circunstancias medioambientales, manteniéndose la materia primera: piedra caliza de cercanía». Esto supone, reconocía Patrimonio no obstante, una «evolución lógica y congruente, encaminada hacia un mayor rendimiento en la producción y mejora en los efectos en el medioambiente, dentro de la adaptación en el sistema económico global».

La candidatura de la revitalización de la producción artesanal de la Cal de Morón de la Frontera (Sevilla), promovida por la Asociación Cultural Hornos de la Cal de Morón con la colaboración de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, está incluida en la Lista de Buenas Prácticas de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco desde la celebración en 2011 de la sexta reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.

La inscripción en la Lista de Buenas Prácticas del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI), tal y como manifestó entonces el consejero de Cultura, Paulino Plata, supone el reconocimiento internacional de una actividad artesanal que aún sigue viva en las caleras de Morón de la Frontera, y a la que están estrechamente vinculados los lugares en los que se desarrolla dicha actividad, así como una serie de instrumentos, artefactos y espacios culturales que le son inherentes, como testigos documentales en sí mismos del oficio de artesano, como son los hornos y las herramientas de calero y de extracción de piedra caliza.