La imagen de grupo tras una comida en Morón que indigna en redes y nos puede ayudar a reflexionar a pocos días de Navidad

Uno de nuestros lectores nos ha mandado la imagen de portada.  En ella vemos a un grupo de casi 30 personas sin mascarilla y sin guardar distancia social alguna,  llegando muchos de ellos a posar  abrazándose para una foto …

_Uno de nuestros lectores nos ha mandado la imagen de portada.  En ella vemos a un grupo de casi 30 personas sin mascarilla y sin guardar distancia social alguna,  llegando muchos de ellos a posar  abrazándose para una foto realizada el pasado sábado en un bar cercano a la Plaza de Toros de Morón tras la celebración de una comida de navidad entre deportistas aficionados al croossfit. Para más inri, nos comenta este lector,  entre las personas que salen en la foto –a la que hemos aplicado filtro para proteger sus identidades- había también policías locales y nacionales de los que habría que  suponer algo más de responsabilidad.

La fotografía  está siendo compartida en redes sociales y nuestro lector nos la ha hecho llegar para advertir del relajamiento de las medidas anticovid de buena parte de la población y que se hizo aún más evidente este fin de semana en algunos de los bares y discotecas de la Alameda.

En poblaciones como el Arahal  las autoridades locales ya están alertando de una subida de casos positivos que, debido al retraso en la publicación de los datos que ofrece la Junta de Andalucía, van a ir apareciendo en los próximos días pero ya son actualidad y motivo de preocupación en la localidad.

Mientras nuestras autoridades en Morón lo que están haciendo es casi lo contrario, invitar a salir y a celebrar la navidad como si nada pasase, profesionales de la sanidad del Centro de Salud avisaban hace unos días de un aumento en la detección de nuevos casos COVID y hacían un llamamiento a la responsabilidad individual para evitar los efectos de una futura tercera ola.

Algunas veces podemos creer  que esto del virus no va con nosotros, o que las restricciones son para todos menos para mí, pero  recordemos que estamos a pocos  días de cenar con nuestras familias y juntarnos con nuestros mayores, padres y abuelos, y que precisamente pueden ser ellos los que finalmente  paguen un alto precio por nuestra conducta “poco” responsable.