Morón
El PSOE abandona el «no a la guerra», en Morón también: tumba con el PP una moción de IU que pedía al Gobierno trabajar por la paz





«La amenaza de guerra es total y absoluta.» / «Europa tiene que ser consciente de que el peligro está muy cerca; no es una pura hipótesis, es real.» / «La civilización (sic) puede ser atacada.»/«Espero que no nos encontremos nunca en ese escenario [una explosión nuclear en Europa], pero tampoco podemos olvidar que Putin ha puesto sobre la mesa esa amenaza.»
Todas estas frases, cargadas de furor bélico, alertando de la posibilidad de que Putin ataque España con misiles, abriendo la puerta a una explosión atómica en Europa, dibujando como posible la ficción de una victoria ucraniana y apostando por un incremento del gasto armamentístico acompañado de «pedagogía» sobre el conjunto de la población, no las ha dicho —con acento tejano— una Ministra de Defensa de José María Aznar, sino Margarita Robles en una entrevista en La Vanguardia ayer domingo.

En el mismo sentido se pronuncian ya la inmensa mayoría de los representantes del PSOE, también los locales, uno de ellos es el Alcalde de Morón, Juanma Rodríguez, que ha pasado del “no a la guerra” de hace unos años a tumbar el pasado jueves en el pleno municipal –junto al PP- una moción de Izquierda Unida en la que se instaba al Gobierno de España a trabajar por la paz.

Hace una semana se cumplía el vigésimo aniversario del peor atentado terrorista de nuestra historia: el 11M. Con motivo de la efeméride, tanto el PSOE como los medios de la progresía mediática se han esforzado en recordarnos las miserables mentiras del gobierno de José María Aznar en aquellos días, las movilizaciones masivas en las calles y la victoria electoral de José Luis Rodríguez Zapatero tres días después del atentado. Efectivamente, el hecho de que el PP apostase por propagar el bulo de que había sido ETA quien había hecho estallar las bombas en los trenes fue sin duda un elemento definitorio de todo lo que ocurrió hace 20 años. Pero esa chispa que llevó al PSOE de Zapatero al gobierno no habría prendido de la forma que prendió si no hubiese existido el sustrato de las movilizaciones del «no a la guerra». No fue solamente la mentira lo que provocó el vuelco electoral. Fue también la convicción de la mayoría del pueblo español de que aquella agresión horrible que había tenido lugar en Madrid jamás habría pasado si José María Aznar no nos hubiera metido en la guerra de Irak. El principal argumento del siniestro personaje para arrodillar a España ante el amo norteamericano fue —recordemos— la existencia de armas de destrucción masiva en manos de Saddam Hussein. Y lo relevante aquí no es tanto que dicha existencia se demostrase falsa como que Aznar decidió utilizar el miedo para arrastrarnos a la guerra.
Hoy, 20 años después, Margarita Robles —es decir, Pedro Sánchez; es decir, el PSOE— nos dice que un misil balístico de Putin puede alcanzar España y que no debemos descartar una deflagración nuclear en suelo europeo. Hoy, 20 años después, no es José María Aznar sino Margarita Robles —es decir, Pedro Sánchez; es decir, el PSOE— quien quiere llevar a España a la guerra utilizando el miedo como el principal argumento para intentar convencer a la población. Hoy, 20 años después, el PSOE abandona el «no a la guerra» y será la obligación del pueblo movilizado y de los pocos partidos políticos decentes que quedan poner pie en pared para frenarlos.

