El CB Morón pierde de 8 puntos la final de la I Copa Andalucía ante el Covirán Granada.

En la matinal de ayer, el CB Morón fue derrotado en su propio pabellón pese al empuje de los aficionados locales (59-67)…

En la matinal de ayer, el CB Morón fue derrotado en su propio pabellón pese al empuje de los aficionados locales (59-67). La clave de la victoria granadina fue su defensa agresiva, con la que consiguió frenar el potencial ofensivo de un rival que promedia unos ochenta puntos por partido y que ante el Covirán se quedó sin argumentos en pista delantera.

El comienzo estuvo marcado por el nerviosismo de los visitantes, que tardaron más de tres minutos en meter su primera canasta. No obstante, el cuadro local tan solo labró un parcial de 7-0, por lo que el Covirán consiguió  darle la vuelta al electrónico antes del término del primer acto. El mayor acierto exterior de los hombres de Pablo Pin empezó a decantar la balanza para el bando nazarí, dado que el CB Morón naufragó desde más allá de la línea de 6,75 (0/8 hasta el tercer cuarto y 4/27 final). La diferencia a favor del Covirán empezó a hacerse sustancial antes del descanso gracias a los puntos de Almazán y Nogueras.

El Covirán realizaba una multitud de ayudas en defensa en cada penetración del CB Morón, lo que  obligó a que siguieran confiando su suerte a unos triples que ayer no les  entraron a los locales. Empero, en el momento que afinaron un poco más la puntería en los lanzamientos lejanos, el partido dio un giro radical y el club moronense se colocó a un solo punto (47-48) después de que los granadinos gozaran de hasta quince puntos de ventaja.

En ese momento surgió la figura de Nacho Pin, cuya canasta desde el perímetro dio un poco más de tranquilidad para encarar un último período en el que se decidiría el título de la Copa de Andalucía. El protagonismo se trasladó entonces a la línea de personal, dado que el encuentro entró en una fase mucho más trabada en la que ambos equipos depositaron gran parte de sus esperanzas para la victoria en su inspiración con los tiros libres.

En esta faceta destacó una vez más el mal porcentaje de los locales (15/32, 47%), lo que contribuyó a la causa de un Covirán que también desperdició demasiados lanzamientos (17/27) pero que contó con la providencial presencia de Berni Castillo. El alero apenas había disputado un par de partidos en su regreso a Granada, pero demostró que no necesita rodaje para marcar diferencias en la Liga EBA. Su 'doble-doble' con 13 puntos y 10 rebotes no solo permitió a los visitantes superar el trance final del choque, sino que también contrarrestó el dominio en la pintura de los locales -veintiún rebotes ofensivos- hasta el punto de voltear este dato estadístico a favor de los nazaríes.