Morón
La plantilla de la base de Morón acuerda cinco días de huelga y una concentración para «revertir los despidos»
La plantilla civil de la base aérea de Morón de la Frontera, cuyo uso comparen España y EEUU, ha aprobado en asamblea convocar cinco días de huelga y celebrar una concentración en demanda de «revertir» los 15 despidos acometidos por KBR, la sociedad adjudicataria del contrato de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa y África para los servicios de ingeniería civil, apoyo logístico, salud e higiene industrial de este recinto militar.
El presidente del comité de empresa, José Armando Rodríguez Ardila (UGT), ha informado a Europa Press de que tras estos 15 despidos consumados por KBR en la plantilla civil de la base de Morón, la asamblea de trabajadores ha aprobado con un 91 por ciento de votos a favor la celebración de cinco días de huelga, que serán cinco viernes consecutivos comenzando por el del 31 de mayo.
Y es que según ha alertado, para estos nuevos despidos, KBR ha esgrimido «causas productivas que no ha fundamentado en absoluto», además de que en las propias cartas de despido, la empresa alude ya a que prevé otros 36 despidos al considerar que la plantilla está «sobredimensionada». Ello, como ha recordado, cuando en julio de 2022 fue acometido un expediente de regulación de empleo (ERE) saldado con 49 despidos.
Así, José Armando Rodríguez Ardila ha manifestado que la plantilla no acepta estos nuevos despidos y prevé la citada huelga para «revertirlos», así como una concentración este viernes, a la que ha pedido que asista «representación» de los partidos políticos porque los mismos tienen que «ponerse las pilas» en la defensa de la plantilla española de este recinto militar.
DESPIDOS CON TODA «FALTA DE HUMANIDAD»
Además, Rodríguez Ardila ha acusado a la nueva directora de la oficina de KBR para Europa, Kim Bryant, y a su equipo, de «falta de humanidad»; insistiendo en que los 15 empleados despedidos, –nueve mujeres y seis hombres pese a que las féminas apenas suponen el 30 por ciento de la plantilla–; se encontraron al ser citados por la empresa con «una ambulancia aparcada para atender ataques de ansiedad, como así ocurrió, una botella de agua, una caja de pañuelos» y la carta de despido con la orden de abandonar «de inmediato» la base.
Esta nueva destrucción de empleo se suma, como ha recordado, a los más de 400 despidos acumulados en la base en los últimos 12 años, desde el primer expediente de regulación de empleo, cuando la base de Morón daba trabajo a más de 630 personas de nacionalidad española.
LA PLANTILLA ESPAÑOLA DE LA BASE DE MORÓN
El comité de empresa de los mencionados servicios civiles de la base de Morón, recordémoslo, lleva años denunciando insistentemente una supuesta estrategia predeterminada de sustitución del personal español por profesionales estadounidenses o directamente militares de dicho país.
No sobra recordar tampoco que KBR formaba parte de la sociedad Vinnell-Brown & Root Spain (VBR), adjudicataria entre 2010 y 2015 de este mismo contrato de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa para la base de Morón.
Y es que durante sus años de gestión de los servicios civiles de la base de Morón de la Frontera, cuya superficie corresponde al término municipal de Arahal, VBR acometió hasta tres expedientes de regulación de empleo (ERE) desprendiéndose de un total de 240 trabajadores, en su inmensa mayoría españoles, durante un periodo marcado por cierto por el crecimiento de la presencia militar estadounidense en la base.
EL ÚLTIMO ERE
Precisamente en julio de 2022, también hay que recordarlo, KBR acometía el citado nuevo ERE en estos servicios de la base de Morón, extinguiendo 49 puestos más de trabajo y reduciendo entonces la plantilla española a unas 260 personas.
Por eso, la plantilla lleva años reclamando una modificación del tratado bilateral de defensa entre Estados Unidos y España que regula el funcionamiento de dicha instalación militar, al objeto de que sean incorporadas mejoras laborales para los empleados civiles y garantías en materia de mantenimiento del empleo, apostando especialmente por una equiparación con la plantilla civil de la base aeronaval de Rota (Cádiz).