Morón
La Peña Flamenca El Gallo inauguró su nueva sede en los altos del Mercado de Abastos con el recital de Rafael de Utrera





Publicado en: https://expoflamenco.com/
La Tertulia Cultural Flamenca El Gallo de la localidad sevillana de Morón de la Frontera estrenó oficialmente su nueva sede abarrotando la sala para disfrutar del recital de Rafael de Utrera, acompañado a la guitarra por Carlos Haro y el baile de Carmen Lozano.

Desde el año 70 viene esta ensolerada entidad ofreciendo un punto de encuentro para los aficionaos de Morón, donde nace la cal. Un municipio de tradición flamenca que tuvo entre sus vecinos un tótem al que acudían casi en peregrinación apasionados de la guitarra y de lo jondo. No es otro que Diego del Gastor, cuya imagen encabeza el fondo del escenario de la peña en tributo constante a su inconmesurable legado.
Tras aquellos inicios en La Plata, luego en el Paseo del Gallo, después en la calle Cantarranas y por último en la calle Calzadilla, la acuciante necesidad de reducir gastos y disponer de otras infraestructuras han abocado a la peña al cambio de sede. Se ubica ahora en los altos del Mercado de Abastos –en breve dispondrá el edificio de un ascensor– en un local cedido por el Ayuntamiento, que colabora así activamente contribuyendo con la gratuidad del espacio. Cuenta también con un enorme patio al aire libre donde antaño se celebraron varias ediciones del festival El Gazpacho, además de otros eventos culturales. A la inauguración asistieron, entre otros, Alfonso Luna, delegado de Cultura, y Juan Manuel Rodríguez, alcalde de la localidad. Además de un nutrido grupo de aficionaos locales y de otras peñas y pueblos que quisieron acompañar a los moronenses en esta histórica jornada.

El jovencísimo Guillermo del Sol Vega y Jacobo Vega, miembro de la junta gestora que aún regenta la peña a la espera de directiva, iniciaron la presentación del acto. La guitarra de concierto de Abel Caballero abrió el toque, destacando en las bulerías de Morón. Prosiguió en el turno de palabra Alfonso López, que ofreció una reseña peñística en su discurso, acompañado en el proscenio por Joaquín Barrera y Paco Aguilar. Luego, quien les escribe habló brevemente de la importancia de las peñas y el asociacionismo. Y Paco presentó a los artistas que nos deleitaron con el recital. Al cante Rafael de Utrera, arropado a la guitarra por Carlos Haro y a las palmas por Diego Montoya, Rafa Usero y Juan Carlos Usero. El baile corrió a cargo de Carmen Lozano. Rafael, Carmen y sus hijos son vecinos de Morón y muy queridos en esta tierra, además de admirados profesionalmente.
Rafael encandiló por soleá al respetable templándose con ecos apolaos de aires trianeros. Siguió con el fandango de Morente y abandolaos. Salpicó un puñao de sal por alegrías que bailó Carmen con empaque y jondura. Carlos se marcó un solo que olía a liviana y seguiriya, cuajando su toque de falsetas pulcras de mucha flamencura, tal como acurrucó la garganta de Rafael y los pies de Carmen durante toda la actuación. La vidalita fue una caricia, hilvanada con letrillas de El Niño de Utrera en el segundo cuerpo y una salve a la patrona de su pueblo, la Virgen de Consolación, acordándose de Enrique Montoya. La toná dio pie a los sones romanceaos para meterse herido por seguiriya, que la abrochó con un macho propio con sabor a Los Puertos. En las bulerías lo mismo evocaba a Moreno Galván que a Fernanda y Bernarda de Utrera en el Romance de María de las Mercedes o el Señorita de Enrique. Y para echar el candao se fueron con soleá por bulerías al baile terminando de rematar la faena colmaos de enjundia y compás.
Sin duda, un día memorable que sellaron en la tardeá unos cuantos aficionaos jartibles que se atrevieron a echar algunos toques y cantes para bautizar la nueva sede, entre ellos Antonio El Carpintero, preñao de los ecos antiguos que pellizcan y duelen.

