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Morón

Una Residencia de Estudiantes en Sevilla como espacio de intercambio social

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El pasado mes de abril dos estudiantes de la Residencia Universitaria Flora Tristán visitaron el IES Carrillo Salcedo y el Fray Bartolomé de las Casas en Morón para contar su experiencia…

_El pasado mes de abril dos estudiantes de la Residencia Universitaria Flora Tristán visitaron el IES Carrillo Salcedo y el Fray Bartolomé de las Casas en Morón para contar su experiencia entre el alumnado de segundo de bachillerato.

 

Manuel Barrera y Sara del Río son dos moronenses que se encuentran  acabando sus estudios: Manuel el Grado en Geografía e Historia y Sara el de Sociología.  Ambos apostaron por vivir hace cuatro años en la Residencia Flora Tristán, una residencia muy particular que depende de la Pablo de Olavide, pero en la que estudian y conviven dos cientos estudiantes de universidades y procedencias muy distintas. Ambos visitaron los institutos de Morón con el objetivo de animar a otros/as moronenses a vivir allí, ya que según ellos mismos afirmaron “participar en el proyecto nos ha cambiado la vida”.

 

La Residencia Universitaria Flora Tristán es una iniciativa pionera en Andalucía, reconocida nacional e internacionalmente por su labor en el Polígono Sur de Sevilla. Más de 40 estudiantes al año disfrutan de una bonificación por colaborar en las asociaciones y proyectos de mejora en el barrio. Manuel y Sara son dos buenos ejemplos. Manuel colabora 6 horas a la semana en una plazoleta, acompañando en la calle a niños/as y jóvenes en el uso educativo del espacio público, mientras que Sara pertenece a un grupo que trabaja la animación y fomento de la lectoescritura, por lo que asiste a colaborar con dos de los colegios de la zona.

 

Gracias a su participación en el barrio, tanto Manuel como Sara y otros moronenses que allí viven, tiene el alojamiento cubierto en un piso de 70 m2 a compartir entre dos estudiantes, con salón, cocina, sala de estudio y terraza a compartir entre dos, pero con habitación y baño propios, totalmente equipados y amueblados. Sólo abonan los consumos de luz y de agua.

Hay otro grupo de estudiantes que no colaboran y sólo viven allí. No participan en los proyectos del barrio, pero su mera presencia ayuda a normalizar la zona, castigada con muros reales pero también simbólicos: el gran estigma que le tiene el resto de Sevilla no permite en la mayoría de las ocasiones que las buenas experiencias y la gente que lucha por un futuro más digno salgan a la luz.

 

La Residencia ha recibido en sus catorce años de vida importantes reconocimientos, como el “Plácido Fernández Viagas” de la asociación Derecho y Democracia, el Meridiana por el trabajo desarrollado en la igualdad de género o el de “Andalucía Joven” en la categoría de Solidaridad.

 

Sin embargo, esta labor social no ayuda sólo a transformar el territorio donde la residencia está inserta, sino que supone una buena dosis de formación práctica, de competencias sociales y personales, una buena dosis de ciudadanía crítica y comprometida con los problemas reales de la sociedad actual. Los estudiantes que pasan por la residencia – sean de la carrera que sean- se insertan en mayor medida y más rápido en el mundo laboral, no por casualidad, pues esta experiencia de convivencia les transforma en sujetos activos y repletos de experiencias que difícilmente se pueden sintetizar en un currículum, pero que saltan a la vista en cualquier contexto social y laboral.

 

El plazo ordinario de solicitudes estará abierto hasta el próximo 15 de julio para todos y todos los estudiantes universitarios, y por primera vez en este curso se ha puesto en marcha un tipo de plaza para estudiantes egresados/as que estén en proceso de incorporación laboral.

 

Para más información o para conocer la Residencia, pueden llamar al 954.978.046 o visitar su página web en www.upo.es/floratristan

 

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