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Morón

Una investigación de la Guardia Civil de Morón acaba en condena por expolio de un yacimiento del siglo I

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El condenado extrajo de la estructura hidráulica de época hispanorromana unas 250 piezas, que acumulaba en su vivienda y en una fábrica en desuso junto a la autovía A-92

El condenado extrajo de la estructura hidráulica de época hispanorromana unas 250 piezas, que acumulaba en su vivienda y en una fábrica en desuso junto a la autovía A-92

 

 

Un vecino de Osuna ha sido condenado por expoliar un yacimiento arqueológico de este municipio de la Sierra Sur de Sevilla datado en el siglo I d.C. En concreto, se llevó decenas de piezas en forma de ladrillos de esta estructura hidráulica de época hispanorromana para construir su propia casa.

 

 

Los hechos ocurrieron en noviembre y diciembre de 2015. La Guardia Civil destapó este caso de saqueo de restos arqueológicos. En aquellas fechas, el ahora condenado, de unos setenta años y que responde a las iniciales M.G.R., acudió al paraje 'Cortijo de Girón' de Osuna, en concreto al cauce del río Blanco, donde su ubica una estructura hidráulica de época hispanorromana datada en el siglo I d.C., integrada por los castilletes de dos norias y el «especus» de la canalización de unos 25-30 metros, tipo «rota aquaria», «única en Andalucía por sus características globales, e igualmente prácticamente sin comparativa en el resto de España«, según señala el juez de lo Penal número once de Sevilla, Joaquín Yust, en una sentencia de 11 de enero a la que ha tenido acceso este periódico.

 

Según el magistrado, el acusado, «de modo indiscriminado durante un período de tiempo indeterminado, en todo caso a finales de noviembre y principios de diciembre de 2015«, comenzó a extraer de la estructura reseñada sus diversas piezas en forma de ladrillos llegando en algunos casos a cortarlas para hacer trozos más pequeños e integrarlos en el interior de su vivienda situada en la calle Molinos de Osuna como parte de la estructura arquitectónica de la misma. Para ello empleaba una máquina de corte al agua.

 

De la casa al museo de Osuna

 

 

Además de los ladrillos usados para la edificación su casa, el acusado tenía depositado en las instalaciones en desuso de una empresa local, junto a la A-92, a cinco kilómetros del yacimiento, y bajo arena a fin de no ser descubierta, un depósito de 31 piezas de barro (medios ladrillos) y otras ocho piezas más entre los depósitos de fertilizantes, también ocultos.

 

La investigación inicial fue llevada por los agentes del Seprona de la Guardia Civil de Morón de la Frontera, como informó el propio Instituto Armado en las primeras en febrero de 2016. El acusado hizo entrega a los responsables de la investigación de hasta 90 piezas cortadas que correspondían a 15 ladrillos procedentes del yacimiento y que conservaba en su domicilio.

 

Entre el 29 de enero y 1 de febrero de 2016 el Seprona halló en zona próxima a las instalaciones de la empresa 43 ladrillos de barro y dos piezas compuestas por dos ladrillos y un medio unidos, por un lado, y en zona próxima a una antigua cacharrería 108 ladrillos de barro y 8 medios ladrillos.

 

Todos estos efectos saqueados y procedentes del yacimiento fueron depositados en el Museo del Ayuntamiento de Osuna siendo reconocidos como originarios del mismo. En este asunto, ha sido destacable la labor de la Fiscalía de Medio Ambiente, Urbanismo y Patrimonio Histórico de Sevilla, que ahora coordina Yolanda Ortiz.

 

Según la sentencia, el valor destinado a restaurar el yacimiento arqueológico dañado se cifra en la cantidad total de 54.308 euros que se bifurca en dos conceptos. La actividad arqueológica por importe de 42.908 euros e intervención restauradora por importe de 11.400 euros.

 

El acusado, en fase de instrucción, reconoció haber recogido entre 30 o 40 ladrillos del yacimiento que "se encontraban esparcidos por la zona a los que no otorgó ningún valor". Atribuyó el expolio a terceras personas, quienes contactaron con él telefónicamente y le indicaron e lugar exacto de los ladrillos. Sin embargo, nunca ofreció la identidad de estas personas. En el juicio, este vecino de Osuna no declaró y su defensa aludió a la discapacidad de su cliente para realizar actos de expolios y acceder el yacimiento.

 

El juez considera que el acusado usó elementos constructivos de casi dos mil años años en las obras de su casa. "Lo lógico hubiera sido la compra de ladrillos actuales y con garantías", afirma.

 

La condena

 

Las primeras pesquisas policiales eran una furgoneta blanca avistada en la zona expoliada, así como una cajetilla de tabaco 'Farias' hallada en el yacimiento y propia de las que consume el acusado, además de que éste realizaba actividades propias de la construcción, lo que le permitió atribuirle la colocación de unas ventanas sobre el arroyo para acceder a la zona de los restos.

 

Una vez que los agentes se personan en la casa del acusado observan la existencia de ladrillos procedentes del yacimiento, usados para la rehabilitación de la vivienda, como reconoce el propio acusado. También les indicó tres depósitos con material saqueado oculto.

 

 

De los cinco peritos que han intervenido en la causa, cuatro de ellos se decantaron "con contundencia y seguridad" por calificar la estructura hidráulica expoliada como yacimiento arqueológico que se remonta al siglo I d.C. y "de un valor histórico indudable".

 

La actuación del acusado es "un expolio de un yacimiento arqueológico de especial relevancia por la inexistencia de otros similares, de origen romano, integrado por los castilletes de dos norias y el especus o cauce de unos 25 o 30 metros de extensión, extrayendo decenas de piezas, esencialmente ladrillos integrantes de la estructura, incorporando parte de ellos a su vivienda".

 

"No existe un yacimiento similar en Andalucía, y muy escasos en el resto de la geografía española. No existe otro igual, al menos en la comunidad", concluye el juez, que le impone un año de cárcel por un delito de expolio de yacimiento arqueológico, con la atenuante de dilaciones indebidas y el pago de 54.308 euros para la restauración del bien dañado.

 

 

 

 

 

 

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