Morón
Tras intentar impedir su creación, Camacho y Guadalquivir se suben al carro del sello de calidad de la Manzanilla y Gordal sevillana
Ángel Camacho y Aceitunas Guadalquivir, representados en ASEMESA, han estado años luchando con recursos judiciales y otras iniciativas intentando impedir la creación de un sello de calidad de la aceituna gordal y manzanilla de Sevilla…
_Ángel Camacho y Aceitunas Guadalquivir, representados en ASEMESA, han estado años luchando con recursos judiciales y otras iniciativas intentando impedir la creación de un sello de calidad de la aceituna gordal y manzanilla de Sevilla ya que, según organizaciones como la COAG Andalucía, les interesaba más un mercado en el que todos los productos siguieran mezclados e indiferenciados, importando aceitunas similares a las nuestras de países terceros y llevando a la ruina a nuestros agricultores imponiendo precios irrisorios.
Toda esa campaña de acoso y derribo contra ese sello no les ha impedido que, una vez que el Indicador Geográfico Protegido (IGP) Aceitunas Manzanilla y Gordal de Sevilla es una realidad, se hayan subido al carro de la IGP que apuesta por valorizar, diferenciar y defender estos productos de calidad en un mercado globalizado.
De esta manera, en la mañana del pasado 15 de julio, durante el desarrollo de un pleno del Consejo Regulador de las IGP Aceitunas Manzanilla y Gordal de Sevilla, se aprobaban las inscripciones a 2 nuevas industrias de aderezo de renombre como Agromairena y Aceitunas Guadalquivir y 3 nuevas envasadoras comercializadoras, Agromairena, Aceitunas Guadalquivir S.L. , y Ángel Camacho Alimentación S.L.
Y es que, como informan desde el Consejo Regulador, tras el cierre del periodo de inscripción el pasado 30 de junio, en los registros de olivar, centro de compra e industria de aderezo, han sido muchos los interesados en unirse a las Indicaciones Geográficas Protegidas de las Aceitunas Manzanilla y Gordal de Sevilla, apostando por valorizar, diferenciar y defender sus productos de calidad, en este mercado globalizado, aunando fuerzas e intereses.
18 industrias transformadoras, 16 centros de compra y 11 envasadoras inscritas.
Otro de los puntos a destacar dentro de los acuerdos aprobados hoy por el Consejo Regulador, han sido las nuevas autorizaciones, a dos de las envasadoras ya inscritas, que podrán empezar a comercializar sus aceitunas amparadas con las etiquetas de las Indicaciones Geográficas Protegidas, como son: Manzanilla Olive S.C.A y Escamilla S.L. Estas entidades serán las próximas en envasar y comercializar aceitunas con las mencionadas IGP con las marcas autorizadas de Manzanilla Olive y Escamilla.
Con estas son ya 3 las empresas envasadoras, que comienzan el recorrido de la comercialización y distribución, apostando por la garantía del origen, calidad, tradición y reputación de sus aceitunas de mesa sevillanas. Desde el Consejo Regulador estamos muy orgullosos de poder ayudar a devolver ese prestigio que siempre tuvieron nuestras Manzanillas y Gordales de Sevilla.
Así mismo y por unanimidad se ha aprobado una declaración institucional del Pleno del Consejo Regulador en apoyo a las declaraciones de la Plataforma Contra los Aranceles, a la que ha solicitado su adhesión, en razón de reclamar a la Comisión Europea la toma de medidas compensatorias para nuestro país, como uno de los más afectados por los aranceles e instar al Ejecutivo español a que exija al sector aeronáutico, como se ha hecho en otros países, su alineamiento con lo exigido por la OMC respecto a las ayudas recibidas y que impulse la relación bilateral con USA.
Desde el Consejo Regulador, se insiste en que la aceituna verde soporta ya desde octubre de 2019 un arancel del 25 % y que EEUU puede incrementar este porcentaje en agosto hasta el 100 % y extenderlo con idénticas cifras a la aceituna negra, con lo que agravaría la dramática situación no solo del sector exportador, sino de todo el sector de la aceituna de mesa nacional, ya que están en juego, según algunas estimaciones, 100.000 Toneladas de aceitunas y 35.000 Ha de olivar, lo que supondría que aproximadamente 7.000 agricultores olivareros se quedarían sin poder vender sus aceitunas.
Es en estos momentos de crisis y de incertidumbre, cuando es más precisa la unión del sector y de todos los afectados, para buscar nuevas oportunidades de negocio que incrementen el consumo nacional de aceitunas y la búsqueda de nuevos mercados, que vayan sustituyendo, si es posible, al americano.