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Morón

Testimonio. En la muerte de Francisco Guardado Lucas

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Ha muerto un imprescindible. Ha muerto una de las personas que realmente hacen  historia. Yo sé que me hubiera mandado a tomar por saco si me escucha hablar así. Pero me aprovecho de la ocasión.

Temprano levantó la muerte el vuelo.

Temprano madrugó la madrugada.

Temprano estás rodando por el suelo…

A las aladas almas de las rosas

del almendro de nata te requiero.

Que tenemos que hablar de muchas cosas,

compañero del alma, compañero.

                  Elegía a Ramón Sijé. Miguel Hernández

 

Ha muerto un imprescindible. Ha muerto una de las personas que realmente hacen  historia. Yo sé que me hubiera mandado a tomar por el saco si me escucha hablar así. Pero me aprovecho de la ocasión.

 

Me levanto esta mañana con la triste noticia de la temprana y sorpresiva muerte de Francisco Guardado Lucas, “Paco Guardao” para el pueblo.

 

 

Aunque nuestra relación no era tan cotidiana como en los tiempos en que éramos vecinos de la Plaza de los Azahares y estuvimos gobernando el Ayuntamiento de Morón de la Frontera (1988-1991), sin embargo la amistad y un gran respeto por su valía personal y su integridad moral han estado siempre presentes en mi consideración.

 

Integridad moral que ha conservado hasta el final. No es nada fácil.

 

Paco nació en la calle Utrera en el seno de una familia acomodada. Los Guardado eran los dueños de las Mezquitillas y otros trozos de tierra que les permitían vivir holgadamente. Pero en su juventud se separó del camino que le señalaba su clase de origen para abrazar la causa de la clase obrera de la mano de su gran amigo y mentor, el gran poeta José Julio Vélez Noguera, tan querido, admirado  y seguido por Paco.

 

Julio y Paco son dos de los más grandes revolucionarios que ha dado el pueblo de Morón. Y digo son, y no han sido, porque pese a todas las circunstancias, el pueblo de Morón les recuerda y les recordará en el futuro tanto por sus talentos como por la gran generosidad que siempre desprendieron. Dos personas que fueron capaces de anteponer sus intereses personales para abrazar la causa de la liberación del pueblo del franquismo. Dos grandes luchadores por la libertad y la democracia. Por eso fueron encausados por el Tribunal de Orden Público (TOP) y sufrieron prisión.

 

Paco Guardado dejó los estudios universitarios, como Julio, para dedicarse al trabajo revolucionario. La literatura era la gran vocación de ambos. Pero el PCE(i) propugnaba en aquellos momentos una línea política denominada “de proletarización” que invitaba a sus militantes a dedicarse por completo al partido (naturalmente en la clandestinidad) o a trabajar como obrero en las fábricas, en la construcción… Así fue como Paco Guardado recaló en la fábrica de Ángel Camacho. La ideología del PCE(i), que con posterioridad  pasaría a llamarse Partido del Trabajo de España (PTE) era de carácter marxista-leninista-pensamiento Mao-Tse-Tung (Mao Ze Dong ahora)

 

Era época de lucha obrera y, después de algunas acciones huelguísticas, la empresa le despidió como más tarde despediría a su compañera, Isabel Retamal, trabajadora  en el departamento de química. Se dedicó entonces a llevar la administración de la CSUT (Confederación de Sindicatos Unitarios de Trabajadores) , brazo sindical del PTE,  y después, de  algunas empresas como Tapizados Morón (luego Línea y Confort), cooperativa de tapizados creada por obreros despedidos de Tapizados Piña.

 

Tomé un contacto más personal con Paco poco antes de que diseñara y encabezara la candidatura de la Agrupación Independiente en 1983 que hizo famoso en Morón “el librito verde”, con portada diseñada por Gladys Pintarelli. La Agrupación obtuvo 800 votos y un concejal. El PSOE local, en la estela del gran triunfo de Felipe González del 82 pasó de 2 a 13 concejales. Y Paco, con el espíritu creativo que siempre le caracterizó se dedicó a poner en pie la Fundación Fernando Villalón que empezó con pocos medios en la Biblioteca Pública, entonces en la calle Sagasta. Entre otros, Paco tuvo el mérito de designar como gerente a Antonio Rodríguez Cala, un trabajador incansable con una amplia panoplia de habilidades, con quien había trabajado siendo Paco director de “El Gallo de Morón”

 

Creo que no exagero  si digo que Paco es la persona que más ha hecho por la cultura de Morón en toda su historia. Durante el mandato de Adela Escribano y, sobre todo, en el periodo 1988-1991, en el gobierno de Izquierda Unida, consiguió:

 

1) Crear y engrandecer la Fundación Fernando Villalón impartiendo una serie de cursos de música, danza, pintura, escultura, teatro, cine…en número y calidad nunca  vistos. El servicio de publicaciones aumentó progresivamente el número de libros editados. Se crearon certámenes de novelas, cuentos y cortos. Todo ello dentro del concepto que defendía de Universidad Popular.

 

2) Rescatar para Morón, y su uso público, una serie de espacios que en los próximos años se convertirían en patrimonio municipal, tales como

 

a) La casa de los Condes de Miraflores en la calle Ramón Auñón que se convirtió en la sede de la Fundación Fernando Villalón.

 

b) Compra  del palacete propiedad de las Filipenses donde actualmente se encuentran las dependencias de Obras y Urbanismo del Ayuntmiento.

 

c) Compra  del Teatro-Cine Oriente que iba a ser derribado para construir pisos.

 

3) Diseñar la primera Escuela-Taller que se encargó de mejorar nuestro Castillo.

 

4)Refundar la Banda Municipal de Música.

 

Estoy escribiendo con las prisas que todo obituario requiere, de memoria. Así que lo que recuerdo, a vuelapluma, no es sino una pequeña parte de las realizaciones de Paco. Estoy seguro de que muchos en Morón de la Frontera completarán este relato enmendando sus faltas y fallos.

 

Quiero manifestar también que Paco Guardado fue fundamental para la construcción de Izquierda Unida en Morón y para que la coalición alcanzara la Alcaldía pese a la oposición del PSOE y después del fracaso de la Condesa de la Maza. Sencillamente, no hubiera sido posible sin Paco.

 

 

Cuando se perdió la Alcaldía y posteriormente empezaron las tendencias disgregadoras en Izquierda Unida, Paco siempre permaneció fiel a sus compromisos iniciales con esta fuerza política. Otros dividieron la izquierda de Morón. Él se mantuvo hasta el final por la unidad. Leal y fiel.

 

Pero todas estas divisiones desgastan  y, cuando ya no pudo aguantar más, hizo mutis por el foro, sin ruidos ni estridencias, con esa elegancia y la humildad que le ha caracterizado siempre.

 

Paco nunca fue un fanático de nada. Fue un pensador cartesiano, con la duda como método. Por eso Julio Vélez hace un aparte en el verso 32 de uno de sus poemas más queridos  “Haman ya habibi”  para señalarle muy especial y particularmente cuando dice: Paco desde su duda (antes en el verso 24 había mencionado grupalmente a sus también amigos de Morón :Alejandro, Roberto y Alfonso…)

 

Desde la muerte de Julio, su gran amigo y sostén, Paco, lo dejó escrito en un hermoso poema, se lamenta de no haber podido seguir sus estudios universitarios. Él hubiera querido dedicarse a escribir pero su generosidad le impulsó a sacrificar esa extraordinaria querencia. Pero Paco no fue jamás de los que ajustó cuentas de mala manera con su pasado. Al contrario, nunca, de palabra ni de obra, hizo nada que pudiera dar a entender una ruptura abrupta con su pasada actividad. Otros no pueden decir lo mismo.

 

 

La última parte de su vida, antes de la jubilación, se dedicó a una actividad que a él le gustaba mucho: las artes gráficas. A Paco le hubiera gustado ser editor. Pero no un editor cualquiera sino un editor exigente en cuanto a los aspectos estéticos de dicho trabajo, casi sibarita.

 

En cuanto pudo publícó media docena de libros de la “Biblioteca de la Frontera” entre ellos dos libros de poesía, antologías de Alberto García Ulecia y José Julio Vélez, otro sobre historia de Morón de Bohorquez  y uno sobre asuntos cotidianos de Morón durante el franquismo escrito por el marchenero Camacho. Se entiende entonces por qué Paco, lo mismo que José Julio, lo mismo que Alberto, perdurarán en nosotros, perdurarán en Morón y más allá.

 

Pero Paco fue, ante todo una persona elegante. Elegante y humilde. Elegante por humilde.Yo no recuerdo haberle oído levantar la voz jamás, lo cual es una cosa notable . Tampoco recuerdo jactarse de ninguna de las cosas importantes que hizo. Toda su tarea la hizo por amor a Morón y por amor a la igualdad entre los seres humanos.

 

Trataba a todo el mundo con una educación exquisita. Desde los más grandes intelectuales y artistas (como los poetas Fernando Ortiz, García Baena, Ricardo Molina, Vicente Núñez,   el hispanista Jacques Issorel, el arquitecto Vázquez Consuegra, el dramaturgo Alfonso Jiménez, …) a los más menesterosos. Ayudaba a todo el mundo todo lo que podía. Por eso la gente de Morón le tenía gran aprecio.

 

Y sobre todo fue, ante todo una buena persona. Un hombre bueno es el mejor sentido de la palabra como nos dejó dicho el Maestro Antonio Machado.

 

Paco, has pasado a otra dimensión como es inexorable que nos ha de ocurrir a todas las personas, más temprano o más tarde. Algunos de los que no creemos en fantasmagóricas vidas supraterrenales si creemos en alguna suerte de inmortalidad. La inmortalidad del recuerdo.

 

Te  recordaremos, Paco.

 

JUAN SEGURA FERNÁNDEZ

 

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