Opinión
Sobre soberanía y democracia. Por Juan Segura
El pasado 15 de enero, en rueda de prensa, Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP aseguró que “la política española se va a decidir en Waterloo” pues, a su juicio, “realmente, Para Pedro Sánchez, el interlocutor, no sólo para los temas de Cataluña, sino para la política nacional, es Carles Puigdemont”
Me encanta de que Feiióo se queje amargamente de que los asuntos políticos de España se decidan fuera de España. A mí también me gustaría que, cumpliendo la letra y el espíritu de la Constitución Española, España fuera un país soberano cuya soberanía reside en el pueblo.
Pero tengo que hacerle algunas observaciones:
a)¿No sabe Feijóo que hace ya tiempo que nuestra soberanía se decide, en parte sustantiva, en Bruselas? Tampoco está tan lejos de Waterloo. ¿A qué viene, entonces, la queja de la falta de soberanía española?
b) Si decidiera Carles Puigdemont (otra hipérbole de la que tanto abusa), al menos sería un catalán (o sea un español, según el PP y demás carcundia) quien decidiera.
c) Pero ni lo uno ni lo otro. El señor Feijóo lo sabe demasiado bien. Aquí quien decide de verdad, de verdad de la buena, no es ningún español, ni el pueblo español en su conjunto. Aquí quien decide los asuntos verdaderamente importantes son los agentes del capitalismo imperialista con los EE.UU. a la cabeza como se está comprobando con la guerra de Ucrania y la de Gaza.
EE.UU. es el hegemon al que siguen y se supeditan los demás agentes del imperialismo capitalista mundial. Y lo que estoy diciendo no es una cuestión de opinión. Basta con estudiar la historia del siglo XX y lo que va de este siglo XXI.
El señor Feijóo está donde está para marear la perdiz y dar gato por liebre, como tantos otros servidores del capitalismo. Pero sabe perfectamente que en España no hay democracia sino una dictadura, tal y como lo pregona últimamente. Lo que pasa es que la dictadura que hay en España no es la protagonizada por Pedro Sánchez. Viene desde mucho más atrás. Desde antes de Rajoy, de Zapatero, de Aznar, de Gonzáles y de Suárez. Viene desde antes del franquismo y de la II República.
El sistema en que vivimos en España y en Europa, desde el descubrimiento de América, es el de la dictadura del capital.
La “democracia burguesa” es la forma más inteligente que encontró la burguesía de engañar al personal, para que comulgáramos con ruedas de molino. Pero en la época del imperialismo tal democracia es imposible. Porque sus bases, la soberanía popular, no se puede practicar al estar las naciones, los pueblos, dependiendo (siendo dependientes) de la potencia hegemónica. Y sin soberanía popular no hay democracia, aunque algunos la sigan llamando “democracia burguesa”, que, como creo haber mostrado, es un oxímoron. Quizás no al principio del capitalismo, pero sí en nuestro tiempo donde hay que someterse a los dictados (dictadura) de los EE.UU.
El futuro de la democracia, pues, está en el multilateralismo. Espero que los BRICS sean capaces de desmontar este mundo unilateral y que se derrumbe el sistema capitalista, única forma posible de poder vislumbrar algún futuro democrático para todos y para todas.