Pillan a un miembro de la nobleza meando en la fachada de una casa de Morón e intenta eludir una multa de 50 €

La Policía Local de Morón de la Frontera denunció en una de las madrugadas del pasado mes de abril a una persona que estaba realizando sus  necesidades fisiológicas…

_La Policía Local de Morón de la Frontera denunció en una de las madrugadas del pasado mes de abril a una persona que estaba realizando sus  necesidades fisiológicas  (miccionando) en la vía pública, concretamente en la fachada del número 1 de la calle Espíritu Santo, información contenida en un decreto de Alcaldía al que ha tenido acceso esta redacción. 

Ante la petición del abogado de este ciudadano,  sólo podemos decir que el infractor es un famliar de un conocido conde de la zona.  Pero el noble miccionador, en lugar de apechugar con la falta, ha intentado recurrir el expediente sancionador aduciendo errores de forma, llegando a  asegurar que en la fecha a la que se alude él no estaba en Morón.

Tales argucias no han llegado a buen puerto. Los Agentes de la Autoridad que lo denunciaron han hecho las oportunas averiguaciones deduciendo que si bien pudieron existir errores de transcripción en cuanto a la filiación y erratas en dos dígitos del DNI, otros datos como dirección y fecha de nacimiento fueron tomados correctamente, por tanto “no existe género de duda alguna de que se trataba de la persona notificada”.

En cuanto a la fecha en la que sucedieron los hechos los Policías añaden que si bien en un párrafo del expediente sancionador aparece que ocurrió el 19 de abril de 2018, al inicio del mismo párrafo aparece la fecha correcta de 19 de abril de 2019. Por todo ello, los Policías Locales intervinientes ratifican lo expuesto en la denuncia y concluyen que no hay motivos que justifiquen la anulación de dicho expediente.

Todos tenemos necesidades fisiológicas, y en un momento donde la vejiga está por implosionar se puede entender que busquemos la primera esquina para aliviarnos, es algo casi perdonable. Lo que sorprende, teniendo en cuenta la sangre que corre por las venas del infractor (desconocemos si los condes también la tienen azul, a la sangre nos referimos,  no al pis) es la poca gallardía mostrada en proporción a la alta alcurnia que denotan tan nobles apellidos. Más cuando la multa a la que ha sido obligado a pagar es de tan solo 50 euros.

Hace poco Felipe VI recordaba a los nobles españoles el "gran reto" que supone honrar a sus antepasados con su "ejemplo y conducta". Pero claro, viniendo de un Borbón, ¿quién se toma en serio el consejo?.