El Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior del primer semestre de 2024 refleja que el municipio sevillano de Morón de la Frontera ha registrado un aumento del 41,4% de la criminalidad, el segundo dato más alto de toda la provincia de Sevilla incluyendo la capital  y las ciudades  mayores de 20.000 habitantes. Las primera posición la ocupa la localidad sevillana de Tomares, con una subida del 49,4%.

El informe de los meses de enero a junio de este año, consultado por este medio, constata que los delitos en el municipio aruncitano relacionados con la criminalidad convencional han pasado de 298 en 2023 a 415 en 2024. En este apartado, los que más han aumentado son los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, pasando de 11 a 25.

El segundo epígrafe que más crece es el que aglutina al tráfico de drogas, siendo el incremento del 275%, pasando de 4 a 15. En este mismo periodo también se han notificado 6 delitos contra la libertad sexual, 9 robos con violencia e intimidación, 9 robos con fuerza en domicilios, 66 hurtos, 6 sustracciones de vehículos y 1 agresión sexual con penetración.

Descienden, por otro lado, los delitos relacionados con homicidios dolosos y asesinatos consumados o en grado de tentativa (ninguno registrado en 2024) y los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria, pasando de 9 en 2023 a  8 en 2024.

La segunda nota negativa que afecta a Morón está en la cibercriminalidad, es decir, las infracciones penales cometidas por internet, que han aumentado también en un  47,5%, pasando de 101 delitos en el primer semestre de 2023 a 149 en el mismo periodo de 2024. La gran parte de estos delitos están relacionados con estafas informáticas (144).

A NIVEL PROVINCIAL  LA CRIMINALIDAD CONVENCIONAL AUMENTA LEVEMENTE

En el conjunto de la provincia, los datos son mejores, aunque son prácticamente iguales que los del año pasado. Sólo se registra una subida del 0,5%, ya que la bajada de la criminalidad convencional es sólo del 2% y la cibernética sigue subiendo a un ritmo similar al de la capital. También destaca un aumento importante, de en torno al 13%, de las violaciones, que contrasta con una bajada del total de los delitos contra la libertad sexual. La tendencia en los últimos años ha sido precisamente la inversa, la de un incremento importante de las denuncias por este tipo de hechos.