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Morón

Recuerdan que en Morón, también en época de coronavirus, hay que recoger los excrementos de los perros

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Celia, una vecina de nuestra localidad, nos ha trasladado la necesidad de volver a recordar y concienciar a algunos propietarios de mascotas de su obligación de recoger los excrementos de sus animales…

_Celia, una vecina de nuestra localidad, nos ha trasladado la necesidad de volver a recordar y concienciar a algunos propietarios de mascotas de su obligación de recoger los excrementos de sus animales, también, en tiempo de coronavirus. Y es que lleva observando que en algunos parques –pone como ejemplo en el que hay frente al Colegio Reina Sofía, en la Avenida Mancera- muchos lo usan como lugar para que sus mascotas hagan sus necesidades, dejándolas en el mismo sitio elegido por el animal para hacer sus necesidades. “Es una pena, es cuestión de responsabilidad social y convivencia, respeto, pues no es un parque para perros, ni tiene una zona para ellos. Creo que no cuesta nada”, nos dice.

Como nos dice Celia, los propietarios tienen que recoger los excrementos de sus perros “no solo por respeto a los demás ciudadanos, más aún en días como estos en los que los animales tienen derechos, como salir a pasear con el fin de hacer sus necesidades, sino porque  tienen la obligación de recoger esos excrementos, tal y como lo establece la ordenanza municipal que regula la tenencia, control y protección de animales en su artículo 9.1”, que cita textualmente: "Artículo 9. Quedan prohibidas de forma expresa por la presente Ordenanza: 1. Ensuciar las vías y espacios públicos con los excrementos de los animales. Mientras no existan zonas adecuadas para ello, las personas que acompañen a los animales, estarán obligadas a recoger los excrementos depositados y llevarlos al contenedor de basura más cercano."

Hay que reconocer que la mayoría de las personas que sacan a sus perros se hacen responsables de ellos y recogen sus excrementos, pero sigue habiendo una pequeña parte de esos dueños  que aprovechan espacios comunes –y ahora más aún con el estado de alarma y la menor presencia de vecinos por las calles- para que su animal defeque sin recoger nada después.

En cuanto al ejemplo que pone Celia, el parque de la Avenida Mancera, no solo hay que tener consideración con otros usuarios con perros que más tarde pasen por allí y puedan pisar las heces caninas, sino además con nuestros jardineros, ya este tipo de actos incívicos les dificulta enormemente su labor haciéndola especialmente desagradable.

 

 

 

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