Morón
El ejército silencioso que fabrica mascarillas caseras enorgullece al pueblo de Morón
La crisis sanitaria que estamos viviendo está sacando lo peor y lo mejor de nuestra sociedad, también de las personas. Por un lado, tenemos la escasez de mascarillas quirúrgicas y de mascarillas filtrantes …
_La crisis sanitaria que estamos viviendo está sacando lo peor y lo mejor de nuestra sociedad, también de las personas. Por un lado, tenemos la escasez de mascarillas quirúrgicas y de mascarillas filtrantes FFP. Los profesionales sanitarios cuentan con cantidades muy limitadas de estos elementos de protección y se ven obligados a reusarlos para protegerse frente al contagio. A esto se le suma que la demanda ciudadana de estos elementos también se ha disparado, por lo que el problema se ha convertido en crítico en España, y todo pese a que nos vendieron durante décadas que en un sistema capitalista como el nuestro estas situaciones de desabastecimiento no ocurren.
Pero vamos a quedarnos con lo bueno. Con lo que nos puede hace sentir orgullosos de nuestros vecinos y amigos. Y es que aquí, en mi pueblo, en Morón, resulta abrumador el número de personas que se han puesto a hacer mascarillas: moditas, costureras, trabajadores y trabajadoras de otros gremios que llegan del tajo y se quedan hasta las 3 o las 4 de la mañana con las tijeras en la mano, usando y buscando bajo las piedras múltiples materiales para su fabricación, utilizando distintas formas de confección.
Gestos anónimos que no salen en ninguna tele, que no son anunciados en ninguna radio, sin darse importancia y sin que nadie les pida una calle, hacen este trabajo en total anonimato, y así lo quieren seguir haciendo. Ya lo decía aquel: "cuando es un gesto anónimo se llama donación; cuando lo anunacias por la tele es promoción". Tampoco pierden tiempo en reprochar nada a nadie. Saben que cada vecino de Morón, en estos momentos, ya tiene bastante con lo que tiene . Este ejército silencioso sabe que no son momentos de reproches, muy al contraio practican la fraternidad y solidaridad con su pueblo.
Llevan repartiedas cientos de mascarillas a trabajadoras y trabajadores de diferentes ámbitos profesionales: de Procavi, también a muchas trabajadoras y trabajadores de fábricas de Morón, a empleados de supermercados y tiendas de alimentación, a algunas mujeres de la Ayuda a Domicilio, a panaderos y panaderas, etc, etc…
Actitudes memorables que se suman al ejemplo de miles de moroneros y moroneras que continúan realizando un confinamiento con disciplina asiática que, más temprano que tarde, dará sus frutos. Por eso hoy tenemos que sentirnos orgullos por ser de Morón.