Opinión
Retazos de actualidad. Sobre la UE, Podemos y la Justicia y el Rey Emérito. Por J.R.H.
"La Fiscalía General de la UE además de perseguir el fraude al presupuesto comunitario y en las operaciones intracomunitarias, debería extender sus competencias al control de los países de la Unión Europea con sistemas y entramados fiscales propios de un paraíso fiscal".
_Tras varios artículos dispersos y monotemáticos he decido encarar la actualidad que me ofrecen los medios de comunicación para acercarme a la realidad más inmediata y comentar mi parecer sobre algunos temas concretos que ahora presento a modo de collage, sin relación directa entre ellos salvo por su oportunidad, a saber:
Sobre la Unión Europea.
Leo en el periódico El País que con motivo de las últimas negociaciones del Consejo de Europa por la crisis del Covid19 y para fortalecer el papel de la Unión Europea se han elegidos veintidós fiscales de apoyo a la Fiscalía General de la UE, encargada de perseguir los fraudes al presupuesto comunitario que se estima en unos 500 millones de euros anuales en la gestión de fondos europeos y en el cobro y en la liquidación transfronteriza del IVA, con una cuantificación del fraude en 100.000 millones de euros (El País 14/08/2020), fundamentalmente por las operaciones intracomunitarias exentas en origen y gravadas en destino que propicia el denominado fraude en carrusel que podría evitarse con un armonización de tipos de IVA, el principio de gravamen en el país de origen y compensación entre países y la Unión Europea (es más complejo que todo esto que solo bosquejo). Como digo, este reforzamiento de la fiscalía europea se ha producido en el Consejo de Europa que aprobó el “Plan de Reconstrucción Europea” por cuantía de 750.000 millones de euros. Es llamativo que países como Holanda (a la cabeza) Polonia o Hungría ortodoxos del rigor presupuestario comunitario y exigentes del control del déficit de los presupuestos nacionales, mostraran su oposición o desacuerdo a esta medida contra el fraude fiscal comunitario. Tiene su explicación. Según fuentes periodísticas y determinadas ONG, el sistema fiscal holandés cuesta al resto del mundo 22.000 millones de euros, amparado por una infraestructura financiera y fiscal opaca utilizada por grandes empresas y multinacionales para evitar la imposición del hecho imponible en el país de origen.
Corolario: La Fiscalía General de la UE además de perseguir el fraude al presupuesto comunitario y en las operaciones intracomunitarias, debería extender sus competencias al control de los países de la Unión Europea con sistemas y entramados fiscales propios de un paraíso fiscal. Al parecer el liberal, estirado y prepotente Sr. Mark Rutte Primer Ministro de los Países Bajos, en la negociación lo ha evitado.