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EN VÍDEO/ Asqueroso: la campaña de desinformación de algunos medios es un acto de traición a la verdad y a las víctimas
De Spanish Revolution
No hay otra forma de describir la bajeza de quienes están utilizando la tragedia y el dolor de cientos de personas como munición política y espectáculo sensacionalista. En lugar de cumplir con su responsabilidad de informar, algunos medios y figuras públicas están destrozando cualquier rastro de ética profesional.
Telemadrid, por ejemplo, ha abandonado su deber de informar con rigor para manipular y tergiversar sin vergüenza, convirtiéndose en una herramienta política en lugar de un servicio público. Luego tenemos a Pablo Motos, que, sin dudarlo, ha contribuido a esta cadena de desinformación. Lo grave no es solo su falta de profesionalismo, sino su insensibilidad al usar el sufrimiento como un recurso más para fomentar la división y el odio.
Mientras tanto, Iker Jiménez se une al coro de falsedades, lanzando bulos alarmistas sobre «cuerpos en el parking de Bonaire», sin verificar ni una sola palabra, sembrando el pánico y desinformando a la audiencia. Y como si esto fuera poco, su reportero, Rubén Gisbert, ha sido pillado revolcándose en el barro para aparentar una imagen de mayor dramatismo en sus conexiones en directo.
Es un insulto a la inteligencia y a la dignidad de todos los afectados por la tragedia. Esta campaña de desinformación no es un simple error; es un acto de traición a la verdad y a las víctimas. Estos «informadores» han convertido la tragedia en un espectáculo de miseria, explotando el dolor con descaro y desprecio. Esto no es periodismo; es una máquina de propaganda inmoral y sucia.