Una vecina deja un reguero de sangre en la calle como resultado del estado de las aceras de Morón y la lamentable política de mantenimiento del gobierno municipal

Un reguero de sangre en la calle Jabonería es muestra hoy de la caída ayer de una mujer de 77 años por culpa de un acerado  en mal estado, que si bien es norma y casi seña de identidad de la mayoría de las calles de Morón…

Un reguero de sangre en la calle Jabonería es muestra hoy de la caída ayer de una mujer de 77 años por culpa de un acerado  en mal estado, que si bien es norma y casi seña de identidad de la mayoría de las calles de Morón, hay que reconocer que, concretamente  en esta calle, el abandono y la dejadez es indignante.

Testigos de lo sucedido nos cuentan que ayer martes, sobre las 9:45 de la mañana, esta vecina andaba con su carrito para hacer la compra cuando tropezó al acceder al acerado que da a los pisos de la Calle Jabonería,  por culpa del estado deplorable en el que se encuentra el vial. Hace algún tiempo el Ayuntamiento realizó una chapuza de considerables dimensiones y en lugar de arreglar el bordillo y acerado de esta calle  lo que hizo fue achaflanar los bordillos rotos y tapar los agujeros del acerado con un poco de cemento. A las pruebas fotográficas nos remitimos.

Tras el tropiezo la vecina no pudo evitar golpearse con una de las rejillas metálicas que sirven de respiraderos a los sótanos de los pisos, impacto que le provocó una brecha en la cabeza. Esta mujer, que se encontraba aturdida y sangrando en abundancia, encontró un primer auxilio en dos vecinos que la atendieron y llamaron a los servicios de emergencia, personándose en primer lugar la Policía Local y más tarde una ambulancia, que la trasladó a las Urgencias de Morón.   

Como sabe todo el mundo el Ayuntamiento de Morón es el responsable del arreglo y el mantenimiento de las calles, más concretamente el gobierno municipal(PSOE) y su Delegado de Obras, Ignacio Cala, quienes sí han tenido tiempo durante estos 11 años de legislatura para subir el número de asesores y liberados hasta el máximo histórico pero parece  no encuentran espacio para adecentar las calles de su municipio, como es su obligación.