Morón
Una ambulancia sin personal médico y sólo un chófer intenta trasladar a un vecino de Morón herido de gravedad tras accidente de moto


Morón. Pese a la insistencia del chófer de la ambulancia, ni los vecinos de Morón presentes en el lugar ni la Policía Local accedieron a mover y montar en la camilla por sus propios medios y sin una valoración médica previa …
Morón. Pese a la insistencia del chófer de la ambulancia, ni los vecinos de Morón presentes en el lugar ni la Policía Local accedieron a mover y montar en la camilla por sus propios medios y sin una valoración médica previa al vecino que yacía en el suelo herido de gravedad.
Contábamos a principios de semana que el pasado sábado por la tarde, sobre las 19,30 horas, un vecino de Morón de 44 años, sufría un accidente de moto en la calle Arrecife, quedando malherido en la calzada.
Victor Manuel Naranjo, que es como se llama este ciudadano, ya se encuentra en su casa. Tendrá que guardar más de un mes de reposo para recuperarse de la rotura de cuatro costillas que quedaron cerca de afectarle al pulmón.
Al ponernos en contacto con él para que nos explique cómo fue eso de tener que esperar más de 50 minutos a que una ambulancia te traslade al centro de urgencias de Morón, nos quedamos estupefactos cuando nos cuenta que a los 25 minutos del accidente se presentó en el lugar una primera ambulancia, pero sólo con único ocupante, el chófer.
Lo que a continuación nos cuenta es simplemente alucinante.
Tras caer de la moto que conducía y quedar tirado en la calzada muchos fueron los vecinos que se acercaron a ayudar a Víctor. A su mujer, gracias a una amiga que se encontraba cerca del accidente, la llamaron rápido y pudo llegar en 5 minutos a la calle Arrecife. Las personas que atendieron en primera instancia a este moronense tuvieron la precaución, tras preguntarle si le dolía algo y si se podía menear, de no quitarle el casco integral que portaba ni tampoco incorporarlo, ya que Víctor se quejaba de mucho dolor costal. Se llamó al 112 para pedir auxilio y la Policía Local se personó rápidamente en el lugar de lo sucedido.
Tras 25 minutos de espera, una primera ambulancia llegó desde Arahal. Era una ambulancia de la empresa Tenorio, nos cuenta Víctor y su mujer, en la que sólo iba el chófer. El estupor se produce cuándo este chófer pretende montar en una camilla -que además no es ni plegable- a Víctor y pide a los allí presentes, también a la Policía Local, ayuda para poder montar al herido.
Los vecinos allí presentes responden al chófer que cómo van a mover al vecino herido sin inmovilizarlo antes. El chófer llega a presionar al cuñado de Víctor, que ya se encontraba presente, pidiéndole que le firme un papel donde se reconozca que no quiso auxiliar a su familiar. Y todo esto con el herido en el suelo rabiando de dolor. Imagínense.
Afortunadamente, una ATS que trabaja también en ambulancias y que vive cerca de lo ocurrido tuvo a bien acercarse a ver qué pasaba. Fue la primera que auscultó a Víctor y llamó de inmediato al CHARE de Morón explicando que síntomas padecía el herido y pidiendo otras ambulancia.
Otros 27 minutos más tarde, a los 52 del accidente, aparecería una ambulancia del SAS, esta vez sí, con personal médico. A partir de aquí, nos cuenta la familia afectada, la atención sanitaria fue exquisita y muy profesional.
A Víctor se le puso un collarín, le quitaron el casco, fue inmovilizado y montado en una camilla. Fue trasladado al CHARE de Morón donde se le detectó en un primer momento y tras radiografía una costilla rota. Más tarde en Valme y con TAC se comprobaría que eran cuatro y que la rotura se había quedado muy cerca de afectar al pulmón.
Desde la tarde del domingo Víctor ya se encuentra en casa con su mujer y su hijo. Agradecen a los profesionales de nuestra sanidad pública la atención y profesionalidad con la que fueron tratados. También a la ATS, Eva Toro, que atendió en primera instancia a Víctor. A la Policía Local de Morón , que se ofreció incluso para trasladar a la mujer del herido a urgencias, todo lo cual, ella no podía ir dentro de la ambulancia junto a su marido. Finalmente su cuñado se hizo cargo y la pudo trasladar.
Toda esta historia la cuentan a este medio para que se conozca realmente lo sucedido y para que la administración tome cartas en el asunto. Lo cuentan para que ningún moronense tenga que volver a pasar 52 minutos tirado en la calle o recibir la asistencia de una ambulancia sin médico.