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Opinión

La arrogancia de Pablo Iglesias y los suyos

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Opinión. 24 de octubre. Programa “Al Rojo Vivo” de la Sexta. Entre los contertulios se encuentra  Pablo Iglesias Turrión. Me entero de algunos de los intríngulis de la Asamblea …

Opinión. 24 de octubre. Programa “Al Rojo Vivo” de la Sexta. Entre los contertulios se encuentra  Pablo Iglesias Turrión. Me entero de algunos de los intríngulis de la Asamblea de Pablo, Monedero y Errejón. De las discrepancias entre Iglesias y Echenique y dos más de los eurodiputados de dicho grupo (tres de cinco son mayoría) aunque  se quieran mucho.

Pero lo que más me interesó, como militante de Izquierda Unida, fue sus referencias a nuestros dirigentes.

Dijo Iglesias que por una vez no estaba de acuerdo con Monedero.  Resulta que Juan Carlos había dicho que los militantes de Izquierda Unida habían elegido mal a sus dirigentes.

Pablo no estuvo de acuerdo. Para él los militantes de Izquierda Unida no tenían ninguna culpa  en dicha elección porque en realidad no habían podido elegir a sus dirigentes.

Esto lo decía mientras negaba toda posibilidad de dar cobijo en Podemos a Juan Manuel Sánchez Gordillo porque su acta de diputado la había obtenido bajo las siglas de Izquierda Unida. No estaba dispuesto a amparar a ningún tránsfuga.

Para mí la posición con respecto a Gordillo es correcta.

Sin embargo me parece una pasada monumental lo de que los militantes de Izquierda Unida no han tenido la oportunidad de elegir a sus dirigentes. Fue una aseveración sin aportar ningún argumento.

Mientras espero su argumentación lo que tengo que decir es que Izquierda Unida tiene unos Estatutos que señalan como hay que elegir a sus dirigentes. Que yo sepa no hay ningún proceso abierto en su seno porque alguien haya denunciado la vulneración de los mismos.

Esto tomándome las palabras de Monedero e Iglesias “sin acritú” como diría Felipe.

Pero no dejo de pensar que Monedero nos llama “tontos” (no sabemos elegir a nuestros dirigentes) e Iglesias “antidemócratas” (no son los afiliados quienes eligen) Son dos calificativos insultantes que no contribuyen para nada a la necesaria creación de unidad popular que requieren los tiempos.

El motivo de esta actitud creo que la da el mismo Pablo Iglesias con la última pregunta que le hace el periodista del ARV. Le preguntó por algún defecto que reconociera en su persona. Pablo le dijo que la arrogancia. Pues eso. Como él mismo lo reconoce, no hace falta demostración alguna.

A Iglesias, Errejón y Monedero, les sale la arrogancia hasta por las orejas. Así no podemos ir a ningún sitio que merezca la pena.

Juan Segura 

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