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Opinión

Machismo en el deporte base.

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Cartas al Director.  Buenos días, ayer sábado con motivo del provincial de Huelva, nos trasladamos a la localidad onubense de Sanlúcar de Guadiana, un lugar encantador que me ha cautivado, a pesar…

Cartas al Director.  Buenos días, ayer sábado con motivo del provincial de Huelva, nos trasladamos a la localidad onubense de Sanlúcar de Guadiana, un lugar encantador que me ha cautivado, a pesar de las casi tres horas de viaje mereció la pena. La organización fue bastante buena , aunque el pequeño detalle de que los dorsales no estuviesen a su hora se pudo subsanar sin mayor importancia, por lo que se cumplieron mas o menos los horarios sin mayores incidentes.

Sin embargo hubo un pequeño detalle que no puedo pasar por alto, un detalle inapreciable para la mayoría de los asistentes, y por supuesto de los organizadores, pero, bastante visible para un número afortunadamente cada vez mayor de participantes, como es el caso de las féminas.
No es la primera vez, que asisto a una carrera, en la que hay distinción 
en los trofeos dentro de la misma categoría entre la masculina y la femenina.
En el provincial de Huelva en otras ocasiones también ha pasado al igual que en algún provincial de Málaga.
Se me escapa porqué tiene que haber diferencia en una misma categoría entre masculino y femenino, en el mismo puesto, para el que o la que no sepa a lo que me refiero os lo voy a aclarar:
A la hora de la recogida de premios a veces, o pocas veces, al cadete , junior, infantil, alevin…masculino se les da un trofeo esplendoroso, grandioso y a las féminas de estas mismas categorías o se les da uno muchísimo más pequeño, o un popurrí de trofeos antiguos, o simplemente no se les da nada ,como pasó hace unos año en un Open de Andalucía disputado en la capital onubense en la que las categorías inferiores femeninas no obtuvieron premios, pero eso no fue lo peor, sino que a las ganadoras se les subió al pódium, se les hizo las fotos con los trofeos e incluso las primeras se les puso el maillot, y a continuación se los quitaron para dárselo a la categoría masculina que fueron los premiados. ( Si la normativa es así hay que cambiarla)
Pues bien, ayer en el rally disputado en Sanlúcar de Guadiana, salvo a la categoría de élite fémina, que si recibió el mismo trofeo que la masculina, para todas las demás femeninas fueron considerablemente más pequeño, al menos visualmente que a las correspondientes masculinas. ¿Tanto cuesta comprar trofeos iguales para todos y todas?. A pesar de que puedo decir que el trofeo para el primer puesto masculino estéticamente, era más feo, esa no es la cuestión. La cuestión es que ¿ no se dan cuentan los organizadores-organizadoras, diputación, ayuntamiento, federación, o quien quiera haya elegido los trofeos y los haya comprado que están cometiendo una discriminación machista, sexista y por tanto misogina?. ¿Acaso las féminas no pagan lo mismo por la licencia y por la inscripción? ¿No se juegan la vida en las carreras a igual que los varones?¿No llevan una vida de sacrificios, de regímenes , ejercicios estrictos, y renuncias a otras cuestiones de la vida al igual que sus compañeros de competición?¿No se montan encima de sus bicis en ese momento del mes, que quizás le apetecieran estar acostadas porque se desangran vivas ,y sin embargo, con calor lloviendo o con frío, aunque parezcan que van desvanecerse le echan un par de ovarios y están ahí dándolo todo?.
¿Qué más tienen que hacer para demostrar que son iguales a los hombres?. Con esos pequeños detalles, que quizás no lo hagan mal intencionadamente, están continuamente recordando que las mujeres no somos iguales, que somos inferiores, que hagas lo que hagas el trofeo con más valor siempre se los lleva los hombres . Todo eso va implícito en un trozo de metal que no puede costar más que dos o tres euros, que para un corredor o corredora no tiene mucho más importancia que su superación personal. Sin embargo, sí importa cuando se hace distinción, yo comprendo que llevamos muchos siglos de patriarcado, que venimos de una España gris que las mujeres éramos ciudadanas de tercera o cuarta categoría. Pero si queremos que las chicas practiquen este apasionante deporte por favor cuidemos esos detalles que a ninguna de ellas se les pasa por alto

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