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Opinión

Diez mitos sobre el conflicto palestino-israelí (octavo mito)

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Mito 8: Dios entregó esta tierra a los judíos, por tanto son los árabes los ocupantes…

Mito 8: Dios entregó esta tierra a los judíos, por tanto son los árabes los ocupantes

Por más que se debatan los hechos sobre el terreno, nada conseguirá convencer a muchos judíos y cristianos de que Israel haya podido hacer algo mal, pues detrás de sus acciones ellos ven la mano de Dios y sus políticas son, en realidad, según ellos, la voluntad de Dios. Creen que Dios entregó la tierra de Palestina, incluyendo Cisjordania y la Franja de Gaza, al pueblo judío y, por consiguiente, Israel tiene “derecho” a arrebatársela por la fuerza a los palestinos, que, en su opinión, son los verdaderos ocupantes ilícitos del territorio.

Puede recurrirse simplemente a las páginas de sus propios libros sagrados para demostrar la falacia de esta y otras creencias similares. A los cristianos sionistas les encanta citar pasajes de la Biblia como el siguiente para apoyar sus creencias sionistas:

Y Yahvé dijo a Abram, después de que Lot se separó de él: “Levanta tus ojos y mira desde el lugar en que estás hacia el norte, el sur, el oriente y el poniente. Pues bien, la tierra que ves te la voy a dar a ti y a tu descendencia para siempre. Multiplicaré tu descendencia como el polvo de la tierra, de tal manera que si se pudiera contar el polvo de la tierra, también se podría contar tu descendencia. Levántate, recorre el país a lo largo y a lo ancho, pues te lo voy a dar a ti (Génesis, 13:14-17).

Entonces se le apareció Yahvé y le dijo: “No bajes a Egipto, quédate en la tierra que yo te diga. Serás forastero en esa tierra, pero yo estaré contigo y te bendeciré. Pues quiero darte a ti y a tus descendientes todas estas tierras, cumpliendo así el juramento que hice a tu padre Abraham (Génesis, 26:2-3).

Yahvé estaba en lo alto y le dijo: “Yo soy Yahvé, el Dios de tu padre Abraham y de Isaac. Te daré a ti y a tus descendientes la tierra en que descansas (Génesis, 28:13).

Sin embargo, los sionistas cristianos olvidan convenientemente otros pasajes que ofrecen más contexto para comprender este pacto, como son los siguientes:

Guardad, pues, todas mis tradiciones y mandamientos y ponedlos en práctica. Así no los vomitará esa tierra a donde os estoy llevando para que viváis en ella (Levítico, 20:22)

Pero si no me obedecéis ni ponéis en práctica todos estos mandamientos, sino que rechazáis y menospreciáis mis leyes y decretos, y no cumplís ninguno de mis mandamientos, rompiendo mi pacto […] Si a pesar de esto no me obedecéis y seguís oponiéndoos a mí, yo también me enfrentaré con vosotros, y con ira os castigaré otras siete veces más por vuestros pecados […] Destruiré la tierra, y aquellos enemigos vuestros que vengan a vivir en ella, se quedarán asombrados. A vosotros os esparciré entre las ciudades y naciones, y os perseguiré con la espada. Vuestro país se convertirá en un desierto y vuestras ciudades en espantosas ruinas (Levítico, 26:14-15, 27-28, 32-33).

Por lo tanto, Yahvé se enfureció con Israel y lo arrojó de su presencia, y no dejó más que a la tribu de Judá. […] Finalmente, Yahvé apartó de su presencia a Israel, como lo había anunciado por medio de todos los profetas, sus siervos, y así los de Israel fueron llevados cautivos a Asiria, donde siguen hasta el día de hoy (Reyes II, 17:18, 23).

Yo pensé que, aun después de todo lo que ella [Israel] había hecho, volvería a mí; pero no volvió. Su hermana, la infiel Judá, vio esto; y vio también que yo repudié a la rebelde Israel y que me divorcié de ella precisamente por el adulterio cometido. Pero Judá, la infiel hermana de Israel, no tuvo temor, sino que también ella se dio a la prostitución (Jeremías, 3:7-8).

Sí, en la Biblia, el Señor, el Dios de Abraham, Isaac e Israel, dijo a los hebreos que la tierra podría ser suya… si obedecían sus mandamientos. Sin embargo, tal y como la Biblia cuenta la historia, los hebreos no obedecieron y se rebelaron contra Yahvé una generación tras otra.

Lo que los sionistas judíos y cristianos omiten en sus argumentos bíblicos en favor de la ocupación continuada de Israel es que Yahvé también dijo a los hebreos, incluyendo la tribu de Judá (de la cual descienden los “judíos”), que les echaría de la tierra si rompían el pacto al rebelarse contra sus mandamientos, que es precisamente lo que ocurre en la Biblia.

Así, el argumento teológico en favor del sionismo no solo es una tontería desde el punto de vista laico, sino que es, además, una total invención desde la perspectiva bíblica, lo que representa una rebeldía continuada contra Yahvé y su Torá, así como contra las enseñanzas de Jesús el Mesías en el Nuevo Testamento.
 

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