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Opinión

Basura periodística

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Carta al director.  Sr. Director: Algunos “periodistas insultadores” además de difamar y calumniar pretenden que los difamados y calumniados les rían la gracia y no hagan nada. …

Carta al director.  Sr. Director: Algunos “periodistas insultadores” además de difamar y calumniar pretenden que los difamados y calumniados les rían la gracia y no hagan nada. Pues de emprender acciones, estarían, según ellos, conculcando la libertad de expresión.

Ayer, 15 de julio, por la noche,  escuché a dos significados miembros de este grupo, Isabel Durán y Alfonso Rojo, quejarse amargamente de que los demás periodistas no les apoyaran ante las querellas que les ha puesto  el partido político de Pablo Iglesias. Echaban fuego por la boca porque la Asociación de la Prensa no venía a defenderlos.

Fernando Jáuregui, un colega mucho menos extremista que ellos, les dijo que la libertad de expresión no amparaba calumnias, difamaciones, mentiras ni insultos y que las personas que se sentían difamadas o calumniadas tenían derecho a buscar la tutela judicial.

Por poco se lo comen.

Y es que hay demasiados “periodistas insultadores” (sobre todo entre los tertulianos) que se están acostumbrando al periodismo basura. Se les calienta la boca y empiezan a insultar a troche y moche. Y luego apelan a la libertad de expresión para reclamar, en realidad, impunidad.

Isabel Durán y Alfonso Rojo son dos de ellos.

Esto ocurría en 13tv, una cadena de la Iglesia. La conferencia episcopal española, siguiendo la senda del Papa Francisco, está mostrando su disconformidad con esa manera de hacer periodismo y ha amenazado con cambiar los equipos directivos de algunos programas si se siguen vertiendo insultos y descalificaciones en ellos.

Los obispos catalanes se pronunciaron explícitamente sobre 13 TV en una nota hecha pública tras finalizar la reunión semanal de la Conferencia Episcopal Tarraconense celebrada en Tiana (Barcelona). En esta nota "sobre los medios de comunicación" aprobada por los obispos catalanes, estos justifican su posicionamiento ante "las quejas que recibimos de muchos fieles" y lamentan "el clima de agresividad y la manipulación de contenidos que se están dando en algunos medios de comunicación de todo el Estado Español, sobre todo en relación a la situación política y social de Catalunya".

"Más en concreto, -precisan- creemos que produce un grave escándalo a muchos miembros de la comunidad católica de nuestras diócesis y también a nosotros, el hecho de que el canal de televisión 13 TV, que tiene que respetar a las personas y las instituciones según su ideario, en algunos de sus informativos y tertulias, opte por el menosprecio, la descalificación e incluso el insulto".

Los obispos catalanes piden, en este sentido, "que este medio televisivo sea siempre factor de comprensión y diálogo responsable y fructífero". El comunicado finaliza indicando que "en estos momentos conviene que todos hagamos un esfuerzo para defender y promover una cultura del respeto, la tolerancia, el diálogo y la solidaridad entre las personas y los pueblos, tal y como enseña repetidamente la doctrina social de la Iglesia".

Es evidente que, hasta ahora, con Rouco Valera al frente de la Iglesia, periodistas como Alfonso Rojo, Isabel Durán, Isabel San Sebastián,… y programas como “La Marimorena”, “El cascabel al gato”, “Más claro el agua”…eran bendecidos por la cúpula eclesial.

Parece que las cosas van a cambiar. En verdad es un gran escándalo lo que venía sucediendo en esos medios de comunicación de la Conferencia Episcopal Española.

Y a Rojo, a Durán y a los que estén en su misma situación hay que decirles que no sean tan deslenguados y que no puede uno ampararse en la libertad de expresión para insultar, difamar o mentir. Una cosa es informar y opinar y otra cometer delitos tipificados por el código penal.

De todas maneras siempre tienen la oportunidad de pedir excusas o rectificar la información en el acto de conciliación previo a la interposición de cualquier querella criminal sobre estos asuntos. Y confiar en la justicia que, según Juan Carlos, es igual para todos.

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