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Opinión

Brevísima réplica de un comunista a la derecha extrema, a la extrema derecha y a todo tipo de reaccionarios y otras malas hierbas y matojos

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“Un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo. Todas las potencias de la vieja Europa se han aliado en santa cacería contra este fantasma: el papa y el zar, Metternich y Guizot(1) , radicales franceses y policías alemanes”

_“Un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo. Todas las potencias de la vieja Europa se han aliado en santa cacería contra este fantasma: el papa y el zar, Metternich y Guizot(1) , radicales franceses y policías alemanes” (Primer párrafo de El Manifiesto Comunista .1948. Karl Marx y Federico Engels)

 

Los comunistas españoles deberíamos estar contentos, dicho sea con cierta ironías. Creo que hay algunas razones para ello.

 

 

Jamás se ha pronunciado tanto la palabra comunista en los medios de comunicación como desde que Unidas Podemos entró a formar parte del gobierno de coalición. Poco importar que la mayor parte de las veces sea para utilizarla de forma peyorativa,  pretendiendo zaherirnos o estigmatizarnos.

 

La derecha extrema y la extrema derecha están, desde entonces,  todo el día hablando de comunismo o social-comunismo, venga o no venga a cuento. Los comunistas se lo debemos agradecer por aquello de que no hay peor trato que el ignorar a un adversario. “Que hablen de nosotros aunque sea para mal” dijo alguien alguna vez.

 

No hay intervención en el Parlamento o en cualquier otro foro donde los ministros de Unidas Podemos no sean interpelados con  el zahiriente epíteto.

 

Los comunistas deberíamos estar contentos. Gracias al voto popular, y sus malabarismos,  hemos conseguido estar en el gobierno de nuestro país. Tiene su importancia para quien conozca la historia y, sobre todo, la infrahistoria,  y sepa que después de la Segunda Guerra Mundial, después de la derrota del fascismo gracias, principalmente, al esfuerzo del pueblo soviético, hubo una conspiración capitaneada por el imperialismo yanqui-europeo. para impedir que los comunistas llegaran al poder en ningún país de Europa.

 

El caso italiano es paradigmático en este sentido. Siendo el Partido Comunista Italiano (PCI) el más votado (alcanzó casi el 40% de los votos) jamás pudo acceder al gobierno. Quienes estén interesados en este capítulo de la “infrahistoria” puede estudiar qué fue la Red Gladio y el asesinato de Aldo Moro para saber cómo estaban dispuestos al asesinato y al terrorismo más despiadado con tal de que el PCI no gobernara.

 

Por eso están tan cabreados con el gobierno actual de España. No pueden aguantar que haya ministros comunistas. Y no sólo es un sentimiento de la derecha extrema y de la extrema derecha. Tampoco el PSOE quiere ministros comunistas en el gobierno. Los ha tenido que tragar. Pedro Sánchez no podía convocar unas terceras elecciones, así que no ha tenido más remedio que aceptar a los comunistas si quería ser Presidente. Otros en su partido (Felipe, Susana, Page, …) hubieran preferido hacer un gobierno con el PP, al estilo alemán. Pero Pedro, prudente, como el perro que bebía al mismo tiempo que corría en el Nilo, no quiso seguir el consejo de sus enemigos –cocodrilos que intentaron comérselo. En esas estamos, viendo a ver para donde tira el PSOE en su particular yenka (izquierda-izquierda/derecha-derecha/cen-tro-tro).

 

 

Por otra parte los comunistas de todo el mundo deberíamos estar contentos porque ha aparecido un aliado bastante importante: el Papa Francisco.

 

No lo digo yo. Lo dice la derecha extrema y la extrema derecha. Andan indignados con este Papa. Y tienen razón. Porque contrariamente al anticomunismo más descerebrado de los dos anteriores (uno de ellos, ¿cuál? ¡ah!, a ver si lo adivinan,  miembro de las Juventudes Hitlerianas) mantiene otra postura mucho más moderada.

 

Y le llaman comunista con razón. Sus encíclicas así lo atestiguan. Como un comunista defensor de la Naturaleza podríamos catalogarlo. ¿Es algo sorprendente? ¿Es algo escandaloso?

 

Quizás sorprendente, vista la historia de la Iglesia desde el Concilio de Nicea (2),  pero en absoluto escandaloso. Los primeros cristianos practicaban una especie de comunismo (a cada uno según su necesidad), según se puede comprobar en “Los hechos de los Apóstoles” de San Pablo (Hechos, 2, 44-46; 4, 32-37 y 5, 1-11) (3)

 

El principal mandamiento de los cristianos es “Amarás a Dios ante todo y al prójimo como a ti mismo”

 

Muchos cristianos en todo el mundo son defensores de la teología de la liberación y se declaran cristianos por el socialismo.

 

Lo que es incomprensible es que un cristiano sea racista, xenófobo o rabioso partidario de una filosofía y un sistema que se mueve en las  gélidas aguas del cálculo egoísta.

 

Aquella persona que no quiera compartir los bienes de la Tierra  con los demás, que vea al emigrante y al refugiado como un enemigo, que fomente el odio…no es cristiana, es una impostora.  Así de claro.

 

Por eso los comunistas deberíamos estar contentos: tenemos ministros en el gobierno, hay un Papa en el Vaticano que no da agua a los fascistas y cada día está más claro que el futuro de la humanidad no debe basarse en el egoísmo sino en la fraternidad y la solidaridad entre la humanidad y con la Naturaleza.

 

 

No hay futuro posible sin algún tipo de comunismo, de compartir los bienes. La COVID y la necesidad de vacunar a la inmensa mayoría de la población mundial nos lo señala.

 

Así que, camaradas, no os achantéis porque os llamen comunistas. Al contrario, mostraros orgullosos y orgullosas de ser atacados, como el Papa Francisco y casi todas las personas razonables y de buena voluntad de este mundo, por esa caterva de energúmenos seguidores (más o menos vergonzantes) de Hitler, Mussolini, Franco…que representan lo más negro del siglo pasado y lo que va de este.

 

Comunistas, sí. Como ellos califican al Papa Francisco. Y a mucha honra.

 

Notas:

(1) El papa Pio IX (del cual toma su nombre los pasteles conocidos como “piononos”), elegido en 1846, se consideraba entonces un “liberal”, pero era tan enemigo del socialismo como el zar ruso Nicolás I que desempeñaba, ya antes de la revolución de 1848, el papel de gendarme de Europa.

Metternich, canciller del Imperio Austriaco y jefe reconocido de toda la reacción europea, entabló por entonces relación con Guizot,  historiador y ministro francés, ideólogo de la gran burguesía financiera y enemigo de todo cambio social. Fue por petición del gobierno prusiano que Guizot desterró a Marx de París.

(2)En el concilio de Nicea la Iglesia Católica se vende al poder temporal a cambio de su reconocimiento como religión oficial del imperio romano (en tiempos de Constantino)

(3) He aquí los pasajes de Los Hechos de los Apóstoles  mencionados en el texto.

Hechos 2. 44 Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común. 45 Vendían sus posesiones y su hacienda y las distribuían entre todos, según las necesidades de cada uno. 46 Unánimes y constantes, acudían diariamente al templo, partían el pan en las casas y compartían los alimentos con alegría y sencillez de corazón;

Hechos 4. Comunidad de bienes. 32 El grupo de los creyentes pensaban y sentían lo mismo, y nadie consideraba como propio nada de lo que poseía, sino que tenían en común  todas las cosas. 33 Por su parte, los apóstoles daban testimonio con gran energía de la resurrección de Jesús, el Señor, y todos gozaban de gran estima. 34 No había entre ellos necesitados , porque todos los que tenían hacienda o casas las vendían , llevaban el precio de lo vendido,  35 lo ponían a los pies de los apóstoles, y se repartía a cada uno según su necesidad.

36 Este fue el caso de José, un levita nacido en Chipre, a quien los apóstoles llamaban Bernabé, que significa “el que trae consuelo”. 37 Éste tenía un campo, lo vendió, trajo el dinero y lo puso a disposición de los apóstoles.

Hechos 5..Ananías y Safira. 1 Sin embargo, un hombre llamado Ananías, de acuerdo con su mujer Safira,  vendió una finca, 2 y se quedó con parte del precio, sabiéndolo también su mujer; luego llevó la parte restante y la puso a disposición de los apóstoles. 3 Pedro le dijo:

-Ananías, ¿por qué has permitido que Satanás te convenciera para engañar al Espíritu Santo, quedándote con parte del precio del campo? 4 ¿Acaso no era tuyo antes de venderlo y no seguía siéndolo después? ¿Por qué has hecho esto? No has mentido a los hombres, sino a Dios.

5 Al oír Ananías estas palabras, cayó muerto, y un gran temor invadió a todos los que lo oyeron. 6 En seguida se levantaron unos jóvenes, amortajaron el cadáver y lo llevaron a enterrar. 7 Unas tres horas más tarde entró su mujer, que no sabía nada de lo sucedido. 8 Pedro le preguntó:

-Dime, habéis vendido el campo en tanto.

Ella contesto:

-Si.

9Pedro le dijo:

-¿Por qué os pusisteis de acuerdo para tentar al Espíritu del Señor? Ya se oyen los pasos de los que vuelven de sepultar a tu marido; ellos te llevarán también a ti.

10En el acto cayó a sus pies y expiró. Al entrar los jóvenes, la encontraron muerta y la llevaron a enterrar junto a su marido. 11 Este hecho produjo un gran temor en toda la Iglesia y en todos los que lo oyeron contar.

 

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