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Opinión

“Un prólogo acertado”. Por J.R.H.

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El periódico  El País del pasado domingo día 05/09/2021 publicó íntegramente el  prólogo  que ha escrito  la Vicepresidenta del Gobierno y Ministra de Trabajo Yolanda Díaz para la reedición  del “Manifiesto Comunista”….

_El periódico  El País del pasado domingo día 05/09/2021 publicó íntegramente el  prólogo  que ha escrito  la Vicepresidenta del Gobierno y Ministra de Trabajo Yolanda Díaz para la reedición  del “Manifiesto Comunista” de Karl Marx y Friedrich Engels,  que será publicado este mes de septiembre por la editorial Galaxia Gutenberg. La reedición de esta obra político social y el prólogo de la Ministra se hace con motivo del centenario que este año conmemora la fundación del Partido Comunista de España. Además el prólogo de la Sra. Díaz es una obra  intelectual de su autora en el ejercicio de su derecho de expresión, opinión e ideología. La Ministra, militante del Partido Comunista de España, subraya el valor histórico del pensamiento de Marx y Engels. Expresa una versión del  marxismo como reflexión teórico  social que dio una interpretación sobre la sociedad de su tiempo y que aventura, sino respuestas, sí seguro el  debate  y comprensión  sobre problemas de actualidad. La autora del prólogo advierte con ánimo didáctico que El Manifiesto Comunista es un texto de propaganda política con claro valor literario y filosófico, su lectura e interpretación no puede olvidar esto y, añado, no debe descontextualizarse de su espacio y tiempo, la Europa de  mediados  y fines del siglo XIX. La Ministra presenta la obra de  Karl Marx y Friedrich Engels abierta a una interpretación actualizada – no estática- y susceptible de adecuarla, como  no podía ser de otra manera, al mundo del siglo XXI. No cabe la menor duda, al menos para mí, que tal como comienza el Capítulo I sobre Burgueses y Proletarios: “ toda la historia de la sociedad humana hasta la actualidad,  es una historia de luchas de clases”. Esto fue dicho y escrito en 1948, pero el  argumentario de este capítulo es trasladable sin gran esfuerzo intelectual  a la sociedad del siglo XX y  la nuestra contemporánea. No pretendo resumir ese capítulo pero apunto determinadas consideraciones allí expuestas que parecen dichas para nuestra tiempo, a saber: “La gran industria creó el mercado mundial” – se apunta la globalización-; “el Poder público viene a ser pura y simplemente, el Consejo de Administración que rige los intereses colectivos de la burguesía” – influencia de la grandes multinacionales, directa o indirectamente, en las  decisiones políticas  de los Estados- ; el desarrollo de la burguesía “enterró la dignidad personal bajo el dinero” – nos suena verdad- y “convirtió en sus servidores asalariados al médico, al jurista, al poeta, al sacerdote, al hombre de ciencia” cuántas reivindicaciones de hoy día de todos  estos gremios y profesiones para dignificar su papel   y presencia en  nuestra sociedad demandando consideración y respeto; “La burguesía, al explotar el mercado mundial, destruye los cimientos nacionales de la industria” –  también nos suena verdad, sobre todo en tiempo de pandemia que nos hemos dado cuenta de nuestras carencias y nuestra dependencia de un  mercado que no controlamos; “de la burguesía, de la sociedad capitalista brotan necesidades nuevas que ya no bastan a satisfacer los frutos del país, sino que reclaman para su satisfacción los productos de tierras remotas”, – el colonialismo, la sobreexplotación de los recursos naturales, el cambio climático-; el concepto de “epidemia de la superproducción”; el concepto cíclico de la sociedad capitalista que “remedia sus crisis preparando otras más extensas e imponentes” – autofagia-  que revela una versión de la sociedad basada en el concepto jurídico  penal de estafa piramidal, asumiendo cada uno, consciente o inconscientemente, su papel instrumental en este gran diseño. Igualmente se dice en el Manifiesto “ que la existencia y el predominio de la clase burguesa tienen por condición esencial la concentración de la riqueza en manos de unos cuántos individuos, la formación e incremento constante del capital” –  no pocos economistas plantean como problemas actuales más importantes de resolver: la desigualdad y la redistribución de la renta.

 

 

Una lista no exhaustiva de determinados problemas que se presentan actuales y ya fueron apuntados  por Karl Marx y Friedrich Engels en el texto prologado.

 

La Ministra en la última  parte de  su prólogo reivindica la memoria de quienes en España se atrevieron a publicar la primera  versión en español  del Manifiesto Comunista por el año  1872. Y enlaza, para concluir, el carácter programático del texto, con el análisis teórico del capitalismo de Marx, su visión utópica en defensa de la democracia  y libertad.

 

De nuevo debo insistir en resaltar que este  prólogo de la Ministra  Díaz es un ejercicio de libertad de pensamiento,  ideología y  expresión, y debo hacerlo por cuanto ha sido objeto de críticas y de reprobación por la realización  de una obra intelectual.  Al parecer el Grupo Parlamentario Popular pedirá a la vicepresidenta que justifique en el Congreso "su apología de una consigna política que ha causado cien millones de muertos"  según pregunta redactada por las diputadas populares Cayetana Álvarez de Toledo y Pilar Marcos. Siempre los que se autoproclaman defensores de la libertad, hasta sus  últimas  consecuencias, intentando mermar las propias de quienes defiende otras ideas y otra visión de la sociedad y de las relaciones humanas. Y con un argumento cínico predicable de otras tantas ideologías  que ellos defienden. O acaso no se han cometido y se siguen cometiendo tropelías en nombre del capital, el dinero y el interés compuesto. Pero no quiero seguir por ese camino y darles un protagonismo que no se merecen.    

 

 

En el prólogo de la Ministra Díaz al Manifiesto Comunista entreveo – y es una visión muy particular- una defensa de las raíces comunistas y del marxismo, que exige una lectura acorde a  nuestro tiempo y una interpretación crítica  fundada en la experiencia vivida desde mediados del siglo XIX hasta nuestros días.     

 

 

Probablemente la que la Ministra ha querido decir y transmitir en su prólogo, es que ella busca  en el pensamiento de  Marx “ la fuente de sus más importantes creencias” – Jon Elster en su obra  Introducción a Karl Marx”, y como todo brote de agua, una veces lo hará con fuerza y otras con menos, pero el origen, como Antonio Machado se retrató  “hay en mis venas gotas de sangre jacobina, pero mi verso brota del manantial sereno”. Serenidad ante tanta soberbia e ira, porque ser comunista es muy difícil.  

 

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