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Opinión

26 millones de “hijos de puta”

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Según el general de división retirado, Francisco Beca Casanova, en España hay 26 millones de “hijos de puta” que merecen morir fusilados….

_Según el general de división retirado, Francisco Beca Casanova, en España hay 26 millones de “hijos de puta” que merecen morir fusilados.

 

 

Dos dudas me asaltan ante estas palabras.

 

La primera es si estaré yo, o algún miembro de mi familia o allegados, entre los 26 millones.

 

La otra se refiere a los cálculos que haya podido hacer semejante carcamal para llegar a la precisa cifra de veintiséis. Ni 27, ni 25. Veintiséis millones justos. Ni uno más ni uno menos.

 

 

No creo que esta cifra la haya elegido “a voleo”. He intentado meterme en su cabeza y ¡eureka!, creo haber encontrado la fórmula matemática empleada por el general.

 

El censo electoral español, aquellos españoles que tienen derecho a votar por tener más de dieciocho años, lo componen, redondeando, 34 millones que viven en España y otros 2 que viven en el extranjero. Total, 36.

 

Si a esos 36 le restamos los 10, redondeando,  que votaron a  PP, Vox y C´s en las últimas elecciones nos sale la redonda cifra de veintiséis millones.

 

Si mi hipótesis resultara acertada, ya sabríamos lo que es un “hijo de puta” para Francisco Beca: todo aquel o aquella que no haya votado a PP, Vox o Ciudadanos.

 

 

Son  tantas las ganas de hacer desaparecer al “enemigo” que no sólo sueña con fusilar a los socialistas, a los comunistas, a los separatistas, a los nacionalistas no españolistas, y a otr@s “istas” sino que, además, también incluye en el lote a todo aquel que no haya ido a votar en las anteriores elecciones. Tampoco merecen  vivir los abstencionistas: esos tibios que no están dispuestos a molestarse  para salvar la patria del socialcomunismo y el separatismo.

 

 

En la patria del general Beca sobra más de la mitad de la población. ¿Qué odio no debe de albergar este militar en sus entrañas para expresarse de este modo? El mismo odio que llevó a Franco y los suyos al golpe de estado. El odio que le inoculó la doctrina franquista, el fascismo y que ahora está reverdeciendo toda la derecha que,  en su hipocresía monumental, dicen profesar la religión del amor.

 

Diderot

 

 

 

 

 

 

 

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