Además, ladrones

El inventario ordenado por la jueza del juzgado número 1 de A Coruña identifica un total de 697 bienes históricos de incalculable valor que los Franco guardaban en la que durante décadas fue su residencia de verano…

_El inventario ordenado por la jueza del juzgado número 1 de A Coruña identifica un total de 697 bienes históricos de incalculable valor que los Franco guardaban en la que durante décadas fue su residencia de verano.

El Pazo de Meirás, que los Franco deben restituir este jueves al Estado, está repleto de tesoros. El inventario realizado por orden del Juzgado número uno de A Coruña y al que ha tenido acceso elDiario.es cataloga un total de 697 bienes, 616 de ellos del interior del singular castillo de tres torres ideado por Emilia Pardo Bazán y 81 diseminados en sus jardines. El valor de muchos de esas piezas de mucha antigüedad es incalculable. Allí están las conocidas y medievales figuras de los profetas Abraham e Isaac que formaban parte de una antigua puerta de la Catedral de Santiago. Pero aparecen también diseminadas entre las hierbas de los jardines del dominio enclavado en Sada (A Coruña) otras cinco ancestrales esculturas de piedra representando a Santiago peregrino y los santos Pablo, Cristóbal, Francisco y Andrés. Son algunas de las muchas piezas histórico-artísticas de gran valor que salen a la luz en el listado realizado por orden judicial. 

Un inventario que, una vez entregado el pasado viernes al Estado y demás administraciones públicas (Xunta, Diputación de A Coruña, ayuntamientos de A Coruña y Sada) así como a los herederos del dictador, será clave en la discusión que deberán entablar para determinar qué bienes forman parte de la emblemática propiedad de nueve hectáreas que, de forma provisional y hasta que haya sentencia definitiva, pasará a manos del patrimonio público.

Dos arquitectos, una historiadora del arte y un arqueólogo, junto con un representante de Patrimonio nacional, se encargaron de realizar el ingente inventario. Comenzó con una visita el pasado 11 de noviembre a la mansión, durante la cual realizaron un extenso reportaje gráfico con 1.021 fotografías y un vídeo de 80 ficheros. No abrieron armarios, ni cajones o muebles, tan sólo se limitaron a documentar, a veces con dificultades por falta de luz, los mil y un objetos y piezas que se fueron encontrando en su recorrido. El Pazo de Meirás, pagado con aportaciones civiles forzosas y dinero público, fue donado a Francisco Franco en 1938, en plena Guerra Civil, en su condición de autoproclamado jefe del Estado. La magistrada Marta Canales, en una histórica sentencia del pasado mes de septiembre, ordenó la devolución al Estado de la emblemática propiedad que ocupó el dictador y su familia durante 82 años. 

Hasta el momento no se había hecho ninguna catalogación de todo lo que había en el pazo y sus jardines. Cuando la Xunta de Galicia lo declaró en 2008 Bien de Interés Cultural, en su condición de sitio histórico, se había limitado a inspeccionar el estado de conservación y a resaltar su carácter de monumento magnífico. La relación extensa de bienes que aún alberga en su interior muestra la importancia del lugar que ahora gestionará el Estado. Era conocida la afición de la esposa de Franco, Carmen Polo, por las antigüedades y cómo fue llevando para Meirás, escenario estival de 40 años de dictadura, piezas históricas procedentes de toda Galicia.