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Opinión

Política y Física Cuántica. Por J. R. H.

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Es difícil  encontrar un paralelismo entre la Política y la Física  Cuántica.  Sobre la Política sólo sé lo que leo y escucho, de la Física  Cuántica ni aun lo que leo porque no tengo  la capacidad ni la formación para  comprender sus conceptos….

_Es difícil  encontrar un paralelismo entre la Política y la Física  Cuántica.  Sobre la Política sólo sé lo que leo y escucho, de la Física  Cuántica ni aun lo que leo porque no tengo  la capacidad ni la formación para  comprender sus conceptos. Este artículo no tiene pretensión alguna, es un simple divertimento que La Voz de Morón me permite publicar y lo agradezco sinceramente.       

 

Esta inicial ocurrencia, quizá disparatada, me ha surgido tras leer el pasado domingo, día 2/08/2020, un artículo de “El País Semanal” titulado “Iván Redondo, el hombre del presidente”. En este artículo se describe,  cómo  el director del Gabinete de Pedro Sánchez, experto en comunicación política, se ha convertido en la mano derecha del presidente  Sánchez con un acaparamiento de poder efectivo no visto antes en la historia democrática reciente de España. El Sr. Redondo (lo deduzco del artículo) al parecer se desenvuelve  con gran soltura y  ambivalencia en dos terrenos: uno, el ejercicio público de una función política con varios cargos previstos en el organigrama de Moncloa y, otro, como un “Rasputín” o “Antonio Pérez” consejero áurico  del Presidente.   

 

 

La Física  Cuántica  (y ahora me muevo en un terreno resbaladizo, por lo que de antemano pido perdón a quien conociendo el tema pueda sentirse ofendido o ruborizado), estudia la escala subatómica; el comportamiento de las partículas cuánticas o cuantones; la posibilidad de que una partícula esté en varios lugares a la vez; que pueda desplazarse  simultáneamente en dos sentidos; y de cómo las partículas pueden cambiar al ser observadas.

 

Pues todo esto puede hacer o aparentar el Sr. Redondo, según el artículo periodístico, y  me explico:

 

El Sr. Redondo ha creado en la Moncloa su particular modelo atómico, desde su posición nuclear (él es el núcleo) a su alrededor se mueven a modo de electrones, un gran “equipo de asesoramiento”, “escritores de discursos, especialistas en imagen y destripadores de algoritmos” hasta una concentración atómica de un centenar de asesores.

 

El Sr. Redondo tal cual fuera una partícula subatómica puede estar en varios (muchos lugares)  a la vez; por ejemplo: controla la agenda y el asesoramiento al presidente, coordina a la Ministerios, es el eslabón con Unidas Podemos (también más conocido como sólo Podemos),  y tiene a su disposición un departamento de prospectiva, otro de cumplimiento de programa, otro más de economía y un último de seguridad, asumiendo finalmente el aparato de comunicación del Gobierno. Uuuuufffff!

 

El gran asesor-consultor igualmente puede desplazarse simultáneamente en dos sentidos ya que fue asesor a sueldo del PP (Albiol, Monago, Basagoiti y hasta Rajoy fueron sus clientes)  y ahora presta sus servicios al PSOE o más bien  a Pedro Sánchez; efectivamente no ha sido de forma simultánea,  pero el universo político es muy amplio y todo puede llegar a realizarse en el  tiempo y  espacio.

 

Y tiene la capacidad de cambiar, hasta la contradicción,  cuando un observador avispado le presenta la realidad y los hechos  no acordes con su inicial premisa. Todo ello según el contenido del artículo.

 

 

Insisto, siempre según el artículo, el Sr. Redondo desde su posición de Jefe de Gabinete en la Moncloa se congratula de que “hemos acabado con los contrapoderes y los compartimentos estancos” y define la política como “el Arte de lo invisible”  díganme que no son frases dignas de un tratado de física  cuántica. El modelo de átomo de Rutherford basado o similar al sistema solar con un núcleo de protones y neutrones central con unos electrones orbitando a su alrededor fue superado por el modelo ondulatorio del físico Bohr, matizado por los físicos Schrödinguer y Heisenberg. Pues eso mismo ha hecho Ivan Redondo en el Gabinete del Presidente, ya no existen voces discrepantes cual electrones  en sus órbitas libres y elegantes, existen voces que ondulan por y para el núcleo, premonitoriamente  llamado Redondo.   

 

El supremo consejero presidencial es Licenciado en Comunicación Política, por lo que sus consejos (seguro que no lo puede evitar) van dirigidos principalmente a promocionar  la imagen presidencial, bajo  premisas publicitarias y en un contexto primordialmente   televisivo y de redes sociales.  

 

Todo ello me recuerda la fabulosa serie “El ala oeste de la Casa Blanca”, un Presidente de los Estados Unidos asesorado por un  gabinete poblado de asesores  aglutinados por un Jefe que atesora un gran poder amparado  en la confianza que le deposita el Presidente. Todos obsesionados con la comunicación y sus medios.

  

También he recordado el blog “La Antorcha del Siglo XXI” de D. Andrés Sorel (R.I.P.), viejo militante comunista, escritor con la independencia intelectual de quien tuvo la conciencia tranquila y pocas o ninguna cargas,    y  con quien compartí (por su amabilidad y consideración) algunos correos, fundamentalmente tras leer su libro “Antimemorias de un comunista incómodo” quien decía: “ Los políticos han encontrado su Dios doctrinario y su profeta de la buena nueva en la televisión. Sus Apóstoles en los diversos medios de comunicación en los que aparecen a todas horas. Y a través de ellos las elecciones se transforman en un acto de consumo más…Claro que hace ya un siglo escribió Albert Einstein: Para ser miembro irreprochable de un rebaño de ovejas, uno debe ser, por encima de todo, una oveja”

Pues llevaba  razón Andrés Sorel, la política, el debate político  (si lo fuera que no lo es)  se ha trasladado a un plató  de televisión adornado  de publicidad cada siete  minutos. Sus comentarios y consideraciones a un máximo de   cuarenta caracteres  porque no dan para más. Los políticos y  sus acólitos han dejado de analizar   la situación actual difícil  y complicada en lo social y económico;  mientras las luchas de poder entre iguales (no es otra cosa) es el orden del día.

 

Lo política actual  es un oficio, se aprende su técnica con el asesoramiento oneroso pertinente  y se repite una y otra vez, en el discurso y en la pose; el análisis inteligente y cabal se echa de menos, cuando el objetivo principal   es tu supervivencia como político,   el poder se gana para conservarlo, lo  principal se margina. 

 

 

Volviendo al tema que da título a estas palabras, es muy conocido  el experimento mental llamado el “Gato de  Schrödinguer” que le sirvió al genial físico para explicar el principio de incertidumbre o indeterminación cuántica: al encerrar un gato en una caja con un dispositivo que rompería una capsula venenosa si un átomo radioactivo  conectado a él se desintegra, el observador exterior desconoce en qué situación se encuentra el gato, vivo o muerto, produciéndose  un estado físico,  que depende de quien mira, con una probabilidad  del 50% de una u otra situación. Si Pedro Sánchez le pidiera consejo a Iván Redondo para conocer el estado  del gato, se rodearía de los físicos más prestigiosos del país y  del mundo y  tras un dosier voluminoso aconsejaría al Sr. Presidente contemplar las dos situaciones, tener dos salidas alternativas y airosas: se hizo todo lo que se pudo para que el gato no muriese o se ha hecho lo necesario para que el gato esté vivo. Pero gente como Andrés Sorel y Julio Anguita, sin ninguna  otra parafernalia ni dispendio, simplemente hubiesen aconsejado con sentido común y de la ironía, acercarse a la caja y dependiendo si oliera o no a “gato muerto” conocer y explicar  la realidad. En fin, estos son los nuevos postulados de la Física y de la Política. Si Isaac Newton y Karl Marx levantaran la cabeza. Recuerden que este artículo solo es fruto del tedio y las calores del verano.    

 

J.R.H.         

 

 

 

 

 

 

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