Opinión. «Otro golpe de Dios».(Dedicado especialmente a los verdaderos cristianos de Morón, si es que queda alguno)

Los golpistas bolivianos están usando a Dios profusamente, a tutiplén. La Guaidó boliviana,  Jeanine Áñez, al ocupar el palacio presidencial, proclamó, blandiendo un vetusto ejemplar de los Evangelios…

_Los golpistas bolivianos están usando a Dios profusamente, a tutiplén. La Guaidó boliviana,  Jeanine Áñez, al ocupar el palacio presidencial, proclamó, blandiendo un vetusto ejemplar de los Evangelios, que “Dios ha permitido que la Biblia vuelva a entrar a palacio”, mientras la multitud coreaba “¡Gloria a Dios, Gloria a Dios!”

Por su parte Luis Fernando Camacho, empresario de Santa Cruz, hombre fuerte del motín policial y del pronunciamiento de las Fuerzas Armadas, ha entrado en el palacio presidencial literalmente de rodillas, para colocar una Biblia sobre una bandera boliviana y proclamar el fin del Estado laico: “Les digo que Dios existe y ahora va a gobernar Bolivia para todos los bolivianos”.  ¡A la basura la Constitución refrendada por el pueblo!¡Viva el golpismo, muera la democracia!

¿Les suena? A mí me suena a franquismo. “Francisco Franco Bahamonde. Caudillo de España por la gracia de Dios” se podía leer en las antiguas pesetas franquistas.

Ya tenemos en Bolivia otra “Cruzada”. ¿Caminamos hacia la Edad Media? Eso parece a tenor de los silencios de tantos y la complicidad de la Unión Europea y los EE.UU.

A muchos de los lectores estas expresiones les parecerán una broma. Pero no son ninguna broma. Les puedo asegurar que estos fanáticos están convencidos de que Dios está con ellos. Como todo buen fanático no albergan duda alguna. Por eso mismo constituyen  un  tremendo peligro para la humanidad. Exactamente el mismo peligro que los fanáticos musulmanes de la yihad.

Son tan intolerantes que no atienden siquiera a sus propios principios. Sí, porque en la Biblia, en el Éxodo y en el Deuteronomio y en versiones posteriores de los Diez Mandamientos, se expone con toda claridad aquel que dice: “No tomarás el nombre de Dios en vano”.

Y no vale hacerse el tonto porque en sus primeras versiones dicho mandamiento decía: “No tomarás el nombre de Yahveh tu Dios en vano; porque Yahveh no dará por inocente al que tome su nombre en vano”.

Y sobre todo hay otros dos que dicen: “No matarás” y “Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”.

Estos tipos han dado al ejército licencia para matar promulgando un decreto que exonera de toda responsabilidad a los militares y a la policía. Y profesan un odio racista a los indios que en nada concuerda con los mandamientos que dicen seguir.

Me gustaría que Luis Fernando y Jeanine, Jeanine y Luis Fernando recibieran la justicia divina que recibieron Ananías y su mujer (San Pablo. Hechos de los apóstoles. Versículo 5). Y si eso no es posible, que al menos pudieran recibir la justicia humana que se merecen.

Amén.