Connect with us

Opinión

La entrega y traición de Pedro Sánchez, por Pedro Montes

Publicado

on

Opinión. La novedad política más importante que se ha  producido en este período de interinidad institucional es la declaración de Pedro Sánchez, secretario general del PSOE…

Opinión. La novedad política más importante que se ha  producido en este período de interinidad institucional es la declaración de Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, anunciando que está dispuesto a permitir que gobierne el PP, a través de la fórmula de afirmar que no habrá nuevas elecciones. Suponemos que quiere decir que si se dan las circunstancias, el PSOE se abstendrá para que el PP pueda proseguir su tarea de demoler el país. Se recoge así la propuesta del turbio Felipe González, cuya influencia en la organización socialista nunca se debe olvidar, cuando aconsejaba a ambos partidos permitir que gobernarse uno de ellos, la forma menos agresiva de plantear una gran coalición.

Dos palabras duras describen con rigor la nueva posición política de Pedro Sánchez: la entrega y la traición.

Entrega, porque después de vender la necesidad del cambio, la imposibilidad de negociar con el PP, de llamarle indecente a Mariano Rajoy como presidente de una organización criminal, de enjuiciar tan crudamente la política del PP, de denunciarlos como mentirosos compulsivos,  etc. etc., venir ahora a decir que es mejor dejar pasar al PP, suponemos que, como el respaldo a la monarquía, por “razones de estado” que no están al alcance de todos, representa una renuncia que pesará históricamente sobre el PSOE. Se trata de una cabriola política, que tiene más el carácter de un salto mortal sin red, para todos los socialistas y sus votantes que acudieron el 20 diciembre a las urnas con la voluntad, en efecto, de impedir que el PP continuase cometiendo desmanes de todo tipo y saqueando al país.

Nada justifica cerrar los ojos ahora ante la complicada situación electoral y olvidar lo que ha significado para las clases sociales desfavorecidas el cuatrienio de la derecha y la degradación de la vida pública hasta extremos intolerable en una sociedad mínimamente civilizada y democrática. Hay rayas, como se dice ahora en el nuevo léxico, que no se pueden traspasar y una de ellas, si el PSOE quiere sobrevivir como organización con influencia, es la de entregarse al enemigo por su incapacidad para articular una alternativa viable  contando con la izquierda como el otro lado del espectro ideológico.

La traición proviene de dejar a la inmensa mayoría de la sociedad en manos de los depredadores y salteadores del PP. Todos los sufrimientos, el dolor, las desigualdades profundas que ha generado la política de la derecha quedarán validadas cuando el PSOE se arrodille a poner la alfombra al PP. El desamparo político recorrerá a muy amplios sectores sociales, y la desesperanza que sienten tantas víctimas de la crisis se verá reforzada. Mientras se propone sin fundamento otra política económica y social, se está dispuesto a doblegarse ante Rajoy, que casi clandestinamente ya ha hecho llegar a Bruselas que acometerá nuevos ajustes y recortes con cargo a las condiciones de vida de la mayoría de la población.

Por otra parte, las ardientes luchas y movilizaciones llevadas a cabo en el cuatrienio pasado por los derechos sociales y la defensa de lo público, las mareas de todo color, el combate contra los desahucios, las protestas contra la iniquidad de la política del PP, la indignación íntima de los ciudadanos contra tanto desafuero, quedarán asimismo desvalorizadas, desprovistas de respaldo y estimulo, cuando los votos de la izquierda y las ilusiones electorales de las capas populares sirvan para retener al PP en el gobierno. Será una gran estafa y supondrá un gesto dramático del PSOE de postración a los poderes económicos. Se concederá a la derecha el derecho de seguir aplastando a la población y de seguir alimentando el estercolero moral, con su hedor insoportable, en que se ha convertido nuestra sociedad.

Puede que los auténticos socialistas y los dirigentes de las facciones que anidan en la organización socialista levanten los muros necesarios para impedir que Pedro Sánchez,  cuya ambición no parece detenerse ante nada, cometa tamaña traición histórica. No obstante, el propio Sánchez nos ha dado una solución a todos los sectores de la izquierda y a todas las víctimas de la crisis. Ha dicho: “Quien vote a Iglesias está votando contra el PSOE”. Gracias, por indicarnos qué hacer a los que no queremos que gane este PSOE

 

Continuar leyendo
Publicidad