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Opinión

Nuestros líderes

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Opinión. Miguel Hernández, Julián Grimau, La Pasionaria, Enrique Líster, Pablo Picasso, José Díaz, Marcelino Camacho, Marcos Ana, Manuel Sacristán, Francisco Fernández Buey,…

Opinión. Miguel Hernández, Julián Grimau, La Pasionaria, Enrique Líster, Pablo Picasso, José Díaz, Marcelino Camacho, Marcos Ana, Manuel Sacristán, Francisco Fernández Buey, los guerrilleros (maquis)  que hicieron frente al franquismo en las sierras y montes de toda España, los miles de luchadores que sufrieron en sus carnes la represión y la muerte. Esos son nuestros referentes en España.

Fidel Castro, Ernesto Che Guevara, Lenin, Mao, Ho Chi Minh, Tomás Sankara, Patricio Lumumba, Rosa Luxemburg, la resistencia francesa, los partisanos italianos, los millones de luchadores contra el nazifascismo en toda Europa y más allá, los casi treinta millones de soviéticos que, dando su vida, nos libraron del III Reich; César Vallejo, Mariátegui, Pablo Neruda . Esos son nuestros referentes internacionales.

Ambas listas, el lector inteligente ya se habrá dado cuenta de que es imposible ningún ánimo de exhaustividad, señalan un camino: el camino del socialismo-comunismo que iniciaran Karl Marx y Federico Engels.

Los que disfrazan su pensamiento y se visten de lagarteranas no pueden pretender impresionarnos a los que venimos de dicha tradición. Y menos que nos impresione un hiperlíder mediático insincero, oportunista y arrogante que vende pieles de oso mucho antes de cazarlos.

Insincero porque esconde su pensamiento para adoptar un mensaje ambiguo,  de “amplio espectro”, que sirva para embaucar tanto a tirios como a troyanos.

Oportunista  porque se aprovecha del trabajo realizado por otros sin ningún tipo de reconocimiento ni respeto por dicho trabajo. Al contrario.

Arrogante porque él mismo , paladinamente, lo confesó en el programa ARV (Al Rojo Vivo) hace escasamente dos semanas, al ser preguntado por el conductor del mismo si se reconocía algún defecto.

Ni la historia ha empezado con Pablo, ni seguramente terminará con él. Aunque tal parece escuchando el fervor de muchos de sus fieles. Parecen que han encontrado un nuevo Cristo. Los desastres que hace la tele en las mentes de los forofos no son de desdeñar.

¿Será por eso que el hiperlíder le tiene tanto respeto al “pueblo madridista”, al pueblo “culé” o al pueblo de la “roja y gualda”?

Y es que, con tal de ganar, algunos no le hacen ascos a ningún voto. Hasta los de los nazis pueden valer. Lo importante es el número, no de donde vengan.  El problema para estos oportunistas sería  qué hacer al día siguiente de ganar. Pero no caerá esa breva. La arrogancia, el oportunismo y la insinceridad son tres lacras que lo están haciendo imposible.

Diderot   

 

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