El SAS amenaza a los sanitarios con sanciones si hablan con la prensa o publican quejas en redes

Trabajadores hablan de "caciquismo", aunque por el momento no se han abierto expedientes oficialmente

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El SAS ha ampliado durante la pandemia las restricciones de los sanitarios y no sanitarios de poder realizar comunicaciones sobre la situación dentro del ámbito sanitario. Así lo refleja El Mundo en una carta interna a la que ha tenido acceso, firmada por el director gerente andaluz, Miguel Ángel Guzmán. Por la Ley de Protección de Datos, por un lado, y por la obligación de secreto profesional, por otro, el personal de ámbito sanitario tiene la obligación de no revelar el estado de los pacientes.

Sin embargo, para otros fines, sí existe un derecho a dar cuenta públicamente de la situación interna en la que se realiza la atención a los pacientes. Este derecho existe primeramente en base a conocer de forma anónima procedimientos realizados para compartir con el resto de la comunidad científica y, si se considera necesario, a través de redes sociales y medios de comunicación.

El matiz está en que, en la práctica, fuentes conocedoras del asunto hablan de sanciones ya impuestas en la provincia de Cádiz, en concreto en un centro del área noroeste. Allí, ya se habría producido amenaza de sanción contra una persona que habría dado a conocer la existencia de positivos. Lo que la Ley de Protección de Datos recoge, junto al secreto profesional vigente antes de esa norma, es que no se puedan revelar datos a través de los cuales se pueda extraer la identidad del paciente. La denuncia pública sobre la situación de ciudadanos anónimos es, en cambio, permitida. Y más aún cuando no se habla en concreto de ningún afectado, sino de las condiciones en las que se lleva a cabo la labor sanitaria. Éstas están protegidas por la Libertad de Expresión y la Libertad Sindical, recogidas en la Constitución.

El periódico El Mundo amplía que se dan “toques de atención” y se reciben “presiones” si se decide denunciar la falta de materiales adecuados. “Estamos completamente vendidos, sin material y encima no podemos contarlo. Esto es un caciquismo total”, indicaba al diario un trabajador tras denunciar que atendían sin equipos de protección sino con bolsas de basura sobre la ropa de trabajo normal. Y según siempre este periódico, aún no se habrían producido aperturas de expedientes, pero entre el personal sanitario “cunde el temor” a represalias.