Entrevista a Jesús Ángel Vázquez, de Joyería y Relojería Jesús

Nunca se ha escrito nada de un cobarde, ni de los que titubean, de los indecisos, solo de aquellos que con prudencia pero con pasos firmes se lanzan a la vida…

_Nunca se ha escrito nada de un cobarde, ni de los que titubean, de los indecisos, solo de aquellos que con prudencia pero con pasos firmes se lanzan a la vida, al reto de un mundo cada vez más cambiante y desafiante, sólo con sus manos y su saber. Un camino a veces nublado, a veces soleado, pero sabiendo que al final del recorrido esta su meta, un sueño que puede hacerse realidad y por eso no se desiste, y aunque a veces la vida te ponga multitud obstáculos, no importa, se saltan, se rodean, se hacen puentes si fuera necesario.

Jesús Vázquez comienza de aprendiz en un taller de joyero siendo muy joven y tras cinco años de aprendizaje, con todo lo que conlleva la joyería, decide dar un paso más y montar su propio negocio. Así,  de un día para otro,  se convierte de aprendiz a maestro,  un joven emprendedor. Siempre le gustó el mundo de la joyería y, como humilde artesano, poder transformar lo que eran pequeñas piedras en algo más elaborado.

1992 no sería un año importante sólo porque se celebrara la Exposición Mundial en Sevilla, sino, que para Jesús, marcó un antes y un después.  Tomaría una decisión importantísima que cambiaría su vida y así como el que espera a un recién nacido, con esperanzas, amor, e ilusión,  montó su propio negocio.

En la actualidad en JOYERÍA Y RELOJERÍA JESÚS, se han creado tres empleos estables. Qué poco conscientes somos que las empresas pequeñas, los negocios familiares, son los verdaderos creadores de puestos de trabajos fijos y con mejores condiciones laborales.

En calle Utrera Número 3, con un horario de 9,30 -14,00 y de 17,00- 21,00 de lunes a viernes, y de 9,30 a 14,00 los sábados, podemos encontrar plata, oro y brillantería con formidables precios, con diseños exclusivos al gusto de la clientela, también traen encargos y realizan servicio de reparación. Con mucha facilidades para el pago con financiación, que también se puede acordar.

Jesús se encuentra satisfecho con su trabajo y con su clientela. Aunque hemos pasado unos meses muy difíciles por el estado de alarma y la situación de la pandemia, Jesús con su carácter optimista lo relativiza y nos dice que “no se puede quejar”. Es amable, sincero, servicial  y empatiza rápidamente con la clientela. Y lo más importante, te da un buen servicio en relación calidad y precio.