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Morón

Acoso y calumnias contra una vecina de Morón tras dar positivo en COVID-19

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Difundir bulos sobre el coronavirus puede ser delito castigado con penas de prisión, llegando a incurrir en un delito contra el honor, incitación al odio o un delito de desórdenes públicos.

_Difundir bulos sobre el coronavirus puede ser delito castigado con penas de prisión, llegando a incurrir en un delito contra el honor, incitación al odio o un delito de desórdenes públicos. Creemos que es necesario esta aclaración al inicio de esta información a fin de alertar a aquellos que utilizan las redes y otras vías de difusión, como puede ser WhatsApp, para propagar rumores que se convierten rápidamente en verdaderos bulos, cada vez más grandes y capaces de alcanzar a miles de personas que toman por verídicas informaciones totalmente falsas.

 

 

Y precisamente eso es lo que ha denunciado públicamente una vecina de Morón – de la que obviaremos sus datos personales- una vez se conoció que había dado positivo en coronavirus. Esta mujer además de tener que lidiar con el dichoso COVID-19 y la consabida cuarentena,  se ha visto obligada a salir al paso después de que se difundiera por WhatsApp  un audio en el que se dan sus datos personales y se da una serie de información falsa. Si no fuera poco, algunos se han dedicado también a difundir su fotografía.

 

En el audio en cuestión se escucha a un varón dando los datos personales de la contagiada, nombre, edad, llegando a afirmar que el virus lo traía una familiar de Sevilla  y ella lo “habrá difundido por ahí”. Ambas afirmaciones las ha tenido que negar públicamente la afectada.

 

 

Estas respuestas sociales estigmatizantes contra las personas infectadas, que puede ser una respuesta esperable desde la sociedad ante la falta de información y la abundancia de incertidumbres, puede provocar en los afectados un perjuicio psigológico. Frente al peso del estigma social, la mejor manera de cortar esas reacciones discriminatorias es la solidaridad, la empatía y la organización entre los vecinos.

 

Una persona con coronavirus no es otra cosa que una persona enferma. Debe respetar el aislamiento -y acaso seguir un tratamiento- para recuperarse, sin contacto con otras personas. Pero no implica necesariamente un peligro social inminente. Así que sería esperable de una sociedad decente, en lugar de machacar psicológicamente al enfermo, ayudarlo y atenderlo hasta que sane. 

 

 

 

 

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