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Morón

La Fiesta del Libro en La Habana. Julio Vélez en Cuba.

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Todo empezó el once de febrero de 2013 con la rueda de poca prensa celebrada en una sede sevillana del PCE…

Todo empezó el once de febrero de 2013 con la rueda de poca prensa celebrada en una  sede sevillana del PCE. La Brigada Cultural Vázquez de Sola, de la Cooperativa Editorial Atrapasueños, viajaba bajo el auspicio del PCE a la “22ª Feria Internacional del Libro de La Habana”.

Lo titulo “La Fiesta” porque acuden ríos de gente subiendo a la grandiosa fortaleza San Carlos durante diez días, hasta sumar un millón y medio de visitas y un millón de compras, en  el año anterior. Libros, presentaciones, música, respiros con una cerveza Cristal o bukanero. La “fiesta” continúa en prensa, radio y TV durante buena parte de cada día. Toda la ciudadanía se encuentra interesada.

alejandro romero junto apza.jpg - 182.31 KbLlegamos al Aeropuerto José Martí la avanzada de la Brigada, comandada por Joaquín  Recio, más Lucía Socam y yo, Alejandro Romero, donde nos recogió Luis González, encargado por la organización ferial, y que bautizaríamos luego como nuestro Ángel de la Guarda. Al compañero chófer de la furgoneta le dimos la mano sobre su brazo, pues sus manos las tenía llenas de grasa. Había surgido un problema en la furgoneta y lo estaba reparando sobre la marcha. “Pero el barco no se hunde compañeros”, frase en boca del amable Luis en más de una ocasión. Se solucionó aquello provisionalmente  y nos llevaron con nuestras maletas atestadas de libros hasta nuestro Hotel Lido, de dos estrellas. En el camino hicimos un alto en la enorme y emblemática Plaza de la Revolución, aprovechando para fotografiarnos con las gigantescas figuras luminosas del Che y de Fidel.——Camilo

A la mañana siguiente, tras el desayuno a las ocho, nos recogió y trasladó Luis al recinto ferial, ya con vehículos más nuevos. En la monumental fortaleza de San Carlos,  nos presentó al amable equipo organizador de nuestra parcela, las instalaciones  y el stand que nos tenían asignado.  Éramos “la Brigada Cultural de España”. Al día siguiente, día de la inauguración oficial, no debíamos asistir nadie, por razones de seguridad; sólo las Autoridades. Posiblemente Raúl Castro, el Presidente de Angola como país al que se dedicaba  este año la feria, Putin—– Dmitri Medveve primer Ministro de la Federación de Rusia, que fue otro día, etc.

Aprovechamos aquella primera mañana para hacer una visita pausada al Museo de La Revolución, ya incorporado Juan Pinilla, el cantaor flamenco, al grupo. Edificio emblemático sede de la Presidencia de distintos gobiernos históricos. Fotos y documentos originales dispuestos de forma cronológica y muy didáctica. Etapa previa, ayuda y participación de los guajiros (campesinos), hechos fallidos , represión, procesos, batallas parciales, el desembarco del Gramma (en un mural colectivo  pintado en vivos colores), la Victoria, las primeras medidas del Gobierno provisional, la reforma agraria, la Campaña de alfabetización en tiempo record, etc.

El salón de los espejos es majestuoso y dispone de dos magníficas lámparas de araña, que estaban rodeadas por una jaula, donde dos operarios en faena de reparación y  limpieza  platicaban tranquilamente.

En la Feria, ya desde el momento del montaje, la organización destinó dos ayudantes universitarios. Dos muchachas de Bellas Artes, que durante todas las jornadas cubrieron el horario con puntualidad. Era difícil que nos admitieran siquiera un refresco. Simpáticas, inteligentes y de conducta característica del país, la del respeto con mayúsculas.

Muy provechosa fue la reunión de trabajo y posterior almuerzo con la Directora de la feria y a su vez del Instituto Cubano del Libro, Zuleima—-Zuleica Romay. De cuarenta y pocos años, de complexión deportista, negra con pelo muy cortado y mirada profunda. Con afabilidad y confianza compartimos experiencias editoras y culturales. Se sintió especialmente interesada en la actividad movilizadora de la Cooperativa Atrapasueños, transmitidas por Joaquín Recio, artífice de la expedición. Quedaron acuerdos de cooperación mutua para editar y distribuir libros en  intercambio.

El domingo  se abre la feria más temprano, igual que los sábados, pues hay mayor afluencia de público aún. Modernos autobuses repletos salen cada diez minutos de Capitolio. Cuesta transitar por entre las calles de la feria y la mayoría de los stands abarrotados. El nuestro era más selectivo y con precios prohibitivos europeos, que después abaratamos e incluso regalamos. Hay cerca de cincuenta países representados y bastantes editoriales nacionales, cuyos precios nos resultan para nuestra moneda, de regalo.

 Como curioso las colas ante el Stand de Abu Dhabi (Arabia Saudita) donde regalaban una magnífica edición del Corán. Un escenario con conciertos al aire libre gratuitos, y muchas carpas de bares restaurantes y puestos de golosinas y suvenirs. Todo al aire libre.  Dispone la feria de una buena organización y personal suficiente y eficiente, junto con salas para presentaciones de libros. Mas las de Centros culturales esparcidos por la ciudad. Al finalizar la extienden a ciudades a lo largo de la isla.

En  la presentación de nuestra antología dedicada al poeta Nicolás Guillén, participó el nieto del poeta,  la autora profesora Yanelis Fajardo, junto a Joaquín Recio, director de  Atrapasueños. El cierre fue un concierto del grupo “La otra mitad”, también “fichado” para actuar en España.

El nieto del poeta es profesor de matemáticas y Presidente de la Fundación Nicolás Guillén. Nos  invitó a almorzar, recogiéndonos  en su carro Lada soviético en buen estado a pesar de haberlo adquirido veinte años atrás. “manejó” unos veinte kilómetro hasta llegar a una venta sencilla que regenta una familia ya de su confianza, donde comimos rodeados de pollos, perros y hasta un chivo. Comida auténtica casera del lugar, sobre hule a cuadros rojos. Malanga frita, tacos prietos de carne de puerco, arroz congrí y la yuca recogida antes de cocinar “en estado de ser recibida”, como si de una mujer se tratara, decía nuestro amable anfitrión Nicolás. Ya le hemos comprometido desde Atrapasueños para que presente en España el mismo libro.

De los miembros de la Brigada, varios teníamos compromisos de actuación o presentación de los respectivos libros.  Fernando Macías con su poemario “La criminal pasión de poseer”, Joaquín Recio su “Alí en el país de las alcantarillas”,“Las estelas de dignidad”, Alejandro Romero de la Antología de Julio Vélez. Las actuaciones fueron a cargo de los artistas Juan Pinilla presentando su libro disco “Las voces que no callaron” y Lucía Socan “Viejos tiempos nuevos tiempos”.

En mi caso me acompañó el poeta y director del prestigioso Centro Cultural “Pablo de la Torriente Brau”, Victor Casaus. Antiguo amigo de Julio Vélez que me lo trajo a casa en el año 87. Hombre fundamental de la cultura cubana, con quien hemos trabado amistad prometedora como también acuerdos culturales con el Centro Pablo. Para Julio “la cultura del pueblo para el pueblo” la ejerció intensamente en distintas áreas, incluso como máximo responsable Cultural de PTE hasta la extinción del mismo.

Publicaron amplias entrevista en “Gramma”, ”Juventud rebelde” y televisivas a miembros de la Brigada.

A la tarde concierto de Lucía Socam en el Café Wich, con  muy buena acogida por su buen hacer y sus letras. Aquello forma parte del complejo Pabellón Cuba, donde hay más escenarios y un amplio stand coincidiendo con la Feria del Libro donde venden incluso libros de segunda mano. Antes había actuado ella y Juan Pinilla, en Guanabacoa.

La visita de la Brigada  programada al periódico Gramma (fundado en 1956) fue muy acogedora y clarificadora. Nos recibió su Director Sr. Lázaro Barredo, explicándonos los orígenes y avatares del periódico hasta la actualidad, del que nos regaló algunos ejemplares donde algunos  recogían la sección de críticas libres y abiertas de los lectores. Esta importante incorporación había sido promovida por Raúl Castro, tiempo atrás. Por otra parte, tres huracanes habían impedido la inversión prevista para mejorar la calidad técnica y color de las tiradas de 500.000 ejemplares. Como asimismo había motivado la reducción de la tirada, anteriormente de un  millón de ejemplares. El diario se reparte gratis en los distintos centros, de producción, los militares y los educativos. El resto se vende a 0.20 pesos cubanos. Cada peso convertible contiene veinticinco de estos. Nos enseñó las instalaciones y distintos departamentos y su personal. Joven la mayoría. El responsable de internacional de unos treinta años venía de las conversaciones FARC y Gobierno colombiano, en la capital cubana.

Tras esta visita, nos dirigimos al estudio de grabación de Pablo Milanés, con quién habíamos quedado. Casa chalet ajardinado, de buena y bella construcción en estado impecable, buenos muebles y cuadros alegres modernistas. Al ratito llegó él,  nos saludamos, compartimos algo y escuchó cantar al grupo de flamencos cubanos liderados por nuestro  Juan Pinilla,  y luego escuchó a Lucía Socam, a la que se le saltaron las lágrimas por la emoción de estar con su ídolo Pablo.

 

A las 8 am desayuno habitual del hotel. Como siempre, a elegir tras el jugo si prefiero huevo en tortilla, huevo revuelto o huevo… y café. La mañana me la había tomado libre y aproveché para hacer unas fotocopias, y comprar una tarjeta telefónica haciendo una pequeña cola ante la casetilla de Etecsa, cercana a la Embajada de España y sus interminables colas.

La tarde noche del 19 nos dirigimos al Museo de Bellas Artes, donde habíamos asistido la primera noche a la recepción del Ministro de Cultura, departiendo agradable y provechosamente con la segunda del Ministerio(Directora de Relaciones Internacionales del Instituto Cubano del Libro) Yailán Rodriguez.  Magnífico edificio con amplísimo patio central y cristaleras, que alberga un magnífico teatro, donde celebró  nuestro Juan Pinilla un espectáculo flamenco acompañado de los artistas flamencos cubanos con los que había estado intensamente ensayando cuatro días, y que les traeremos a España.

El auditorio estuvo entregado al conjunto y sus “palos” que incluía textos de José Martí.  Cuesta creer ver cantar flamenco a Samir, cubano de color chocolate negro, bajito, cara achatada, y ver cómo por su gran boca sale un quejío flamenco como si de una cueva del Castillo se tratara. Es increíble. Como lo es que tras sus gafas hay un escritor desconocido con una novela bien estructurada escrita y que luego no tiene plata para reparar su “lactó” (portátil) y seguir escribiendo.  El fin de fiesta por bulerías fue apoteósico.  Lo disfrutaron también mi ex cuñado Julio, su hermana y su sobrino, ya padre.

La primera invitación que nos hizo la Organización ferial fue a la Gala Cubano Angoleña en el magnífico Teatro Mella de  plateas estilo Gaudí. El presentador hizo subir al escenario al Ministro de Cultura cubano y su homóloga angoleña, que dirigieron unas palabras al numeroso auditorio.  Muchas africanas guapísimas luciendo elegantes vestidos y tocados en vivos colores, acompañadas la mayoría, de sus respectivas parejas. Todo fue empezar a sonar los tambores y danzas tribales con máscaras,  y ver a mi alrededor moverse muchos cuerpos rítmicamente en sus asientos, o incluso de pié. Luego ritmos modernos y frenéticos seguidos por una pareja cuyos delgados y pequeños cuerpos parecían muñecos de plastilina en películas de animación. Sus contorsiones y piernas entrelazadas vertiginosamente, seguidas de saltos y caídas, que de puro milagro no dejaban sus cuerpos esparcido en mil pedazos sobre el escenario. Otro cantante y su conjunto cerró la  gala que resultó una verdadera fiesta.

Tras la Gala, cenamos Federico, Fernando y yo en un restaurante sencillo cercano, y luego continuamos entre trago y trago la charla de sobremesa en el Hotel. Fernando es poeta y  Alcalde comunista de Medina Sidonia, que entre otros muchos logros de su pueblo, en lo cultural cuenta ya con  unas doscientas personas enroladas en teatro.

Hice una visita particular y entrañable a  ” la tía Rosita” que vive en una casa colonial de lo menos cien años, de tres plantas y azotea en  Centro Habana, bastante deteriorada como es común. Tras la altísima y desvencijada puerta de madera noble, vive una familia en la planta baja. La escalera de caracol que conduce a la primera planta es de madera maciza del año catapún. Al subir notas que ella, la escalera, te acompaña en tu ascensión como si fuera un vestido en un movimiento circulatorio  de “hula hop”. Como si escaleras, vestido y tú fuerais un mismo cuerpo suspendidos en el aire, o como si de un suave tornado se tratara.

Ya en la primera planta hay otro grupo familiar de unos primos, más otro igualmente en la segunda, donde cocina “la tía Rosita lo que apaña para cada día. Les entrego siete u ocho  espejuelos (gafas) usados que allá escasean, medicinas sin caducar cedidas por el farmacéutico y les presto mi móvil para hacer una llamada al familiar en  España. Llevaban sin poder comunicarse  meses. La “plata” no les alcanza.

La sorpresa fue al llegar a  la primera planta, que me tropecé con toda una celebración religiosa yoruba, por la que estaban haciendo santa a una de las primas. Me permitieron estar pero no hacer fotografía alguna. Ni a ellos ni a tantísimos amuletos que había a su alrededor, principalmente en el suelo. En una habitación contigua había una jaula grande y antigua de madera, con un esquelético gallo dentro. Vivo y coleando todavía que seguramente aguardaba ser sacrificado para al refregarlo durante la ceremonia por el cuerpo de la persona, le  limpiara de  todos sus maleficios físicos y espirituales.  La ceremonia dura tres días. A la “santa” le queda un año de vida vigilada por su acompañante día y noche, vistiendo siempre de blanco total e inmaculado.

La segunda invitación nocturna que nos regaló la Organización ferial fue nada más y nada menos que al Ballet Nacional de Cuba. Teatro y escenario imponentes. Era un homenaje de sus alumnas a Alicia Alonso, que a sus casi cien años y ciega prácticamente, la habían acompañado a la platea donde la vimos seguir el acto. La coreografía era de su creación. Dicen que ha desarrollado el oído hasta el punto de sentir los tiempos de los pasos sobre el escenario y poder corregirlos. Resultó un programa donde tanto los números clásicos incluyendo la fabulosa primera bailarina, como los ritmos del folklore cubano y su colorido, eran de ensueño. Noche para no olvidar.

Otra velada inolvidable fue el concierto único de Elíades Ochoa. El máximo exponentenacional tras Compai Segundo. Le acompañaban unos veinte músicos (allá son todos de conservatorio incluidos los callejeros), alternando con varios pianistas y otros solistas, incluido cantante. Apoteósico. El actor Willy Toledo nos acompañó, como a alguna presentación de libro también. Está en la isla aburrido del boicot que sufre en España para encontrar trabajo.

La recepción en la residencia del Embajador español fue interesante. Magnífica mansión con amplísima zona ajardinada, y una servidumbre que al pronto por su etiqueta, compostura y color, parecía pertenecer aquello a una escena de película. Concurrían  los literatos del país y su mundo, entre los que compartimos principalmente con Aitana Alberti, hija de Rafael, y con Nicolás Hernández Guillén, y los homenajeados en la Feria, Pedro Pablo Rodríguez y Daniel Chavarría, entre otros. Con Aitana y Nicolás se llegaría luego a acuerdos. El agregado cultural era muy solícito y sonriente. Riquísimos canapés y mojitos.

Del famoso Malecón, disfrutamos una tarde noche compartiendo tragos y músicas  y cucuruchitos de maní, con los componentes de “La otra mitad” entre otros amigos. A lo largo del paseo, parejas y grupos de amigos pasan el tiempo dulcemente. Como es habitual también durante el día. Es como vivir sin reloj. Vivir, no más.

Algunas noches las cerramosen locales de gran música en vivo, y ambiente acogedor, como esEl Gato tuerto y  La Zorra y el cuervo.

Sorprendente fue la escapada que hice aTrinidad, el día antes de volver. Ciudad Patrimonio de la Humanidad, que se mantiene como hace 500 años en  su fundación. Casas de alegres coloridos, techos altos a dos aguas de madera, muy bien conservadas, calles amplias, y ni un metro cuadrado de asfalto, sólo calles empedradas. La población es en su mayoría negra, por la procedencia de esclavos traídos de África. La Casa de la Troba fue un deleite de ambiente y ritmos afrocubanos; música negra, en una borrachera de ritmo. De un cantante y una cantante en continua y ascendente réplica verbal entre malabares de trompeta, y sus danzones cuerpos eran seguidos por las variopintas parejas que cabían en el corto espacio entre escenario y mesas. Hasta el ron danzaba por las mesas de aquel patio. La vuelta también en autobús moderno de fabricación china,  como la inmensa mayoría, y siempre de empresas públicas.

Lo único que se dice y se piensa aquí cuando va alguien a Cuba, es si va de putas. Eso y que aquello es una dictadura… Nadie conoce o se interesa por la sanidad que es pública y gratuita, como que la educación pública es gratuita hasta donde seas capaz de estudiar y obligatoria hasta conocimientos que hacen que todo el pueblo en su conjunto tenga un nivel cultural envidiable. Ni de la alimentación, que aunque corta es para toda la población.

La vivienda igualmente asegurada, aunque envejecida una parte, todo el mundo tiene techo. Sólo basta comparar todo esto con los países de su entorno, que además no sufren un embargo de cuarenta años ya. Y a la par, deberíamos analizar nuestro “producir-consumir, producir-consumir”, o cómo el poder económico con nuestros gobiernos a su servicio y los medios igualmente, nos han robado al pueblo todo lo que habíamos conquistado y reunido con tanto esfuerzo durante tantos años.

En la tele pública cubana no hay anuncios, sino consejos de ciudadanía, de divulgación científica, etc.  Efectivamente es verdad que hay gineteras.  Al mismo hotel nuestro enclavado en una zona humilde, se acercaba alguna. Pero y en nuestros magníficos hoteles, ¿es que no las hay?, o en nuestros puticlubs, que allí no ves.

Coincidió con nuestra visita la constitución del nuevo Parlamente salido de las recientes elecciones. Incorporaban más mujeres y más jóvenes. Son esta y otras materias dignas de comentarios más detallados. Está permitido ya abrir negocios privados, pero lo que no van a dejar de ningún modo es la  propiedad y el control público de las áreas fundamentales para la población: suministro eléctrico, de gas, agua, petróleo, etc.

Hay aspectos en la isla que nos llaman la atención, como pueden ser la variedad de vehículos, cocomóvil, motos con sidecar, triciclos a pedal para callejear con capacidad para dos pasajeros, o la cantidad de “carros americanos”.  Que son coches enormes de hace cincuenta años, de vivos colores, la inmensa mayoría en perfecto uso como taxis colectivos. Tú preguntas si van en la dirección que necesitas y pagas diez pesos cubanos por tu trayecto cualquiera que sea. Cada cual se baja donde le conviene. Ese coste al cambio son unos cuarenta céntimos de euro.

Pudimos comprobarmientras estuvimos allá,el afecto y la admiración del pueblo cubano aHugo Cháves, que fue trasladado a Venezuela poco antes de morir. Otro tema y figura de quien desconocemos desde sus humildes y dignos orígenes, su larga y comprometida trayectoria,  hasta haberse supeditado a las urnas y salir electo más veces que la inmensa mayoría de nuestros políticos. 

Claro, los medios de aquí lo demonizan porque nacionaliza los recursos naturales de su pueblo; lo que nosotros hemos permitido que nuestro sucesivos gobiernos hayan ido privatizando. Y como no empecemos por recuperar el dinero público, aquí no hay solución para el 99%. Prueba de las continuas mentiras, es que ya hablan del fin  de la crisis. Ahora que ya han conseguido  sentar una de sus bases “que nos peleemos por encontrar un puesto de trabajo de los que subasten a unos cuatrocientos euros mensuales,  para trabajar de sol a sol y donde nos quieran mandar.

Alejandro Romero Cabrera  (del 13 al 24 de Febrero de 2013)

 

 

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