Educar con ciencia: entrevista a Sergio Palomo Sena

Sergio Palomo es biólogo, psicólogo y profesor de Ciencias Naturales en el IES Castillo de Cote de Montellano. Natural y vecino de Morón de toda la vida…

Sergio Palomo es biólogo, psicólogo y profesor de Ciencias Naturales en el IES Castillo de Cote de Montellano. Natural y vecino de Morón de toda la vida, ha conseguido hacerse con el primer premio en las tres últimas ediciones del concurso de proyectos de investigación “Es de libro”, este año con un trabajo sobre la empatía, el altruismo y la memoria en Meriones unguiculatus.

Estos proyectos de investigación se realizan en el ámbito educativo, con grupos de alumnos y se enfrentan a más de trescientos proyectos de investigación de todo el territorio nacional. Hemos hablado con él para conocer un poco más a fondo lo que hay detrás de estos premios y su forma de entender la enseñanza.

– ¿Qué ha supuesto para ti este tercer premio consecutivo de investigación?

            Pues una alegría muy grande tanto para el centro como para mí. Una satisfacción enorme y un reconocimiento a una labor investigadora llevada a cabo nuevamente con medios muy escasos. Parafraseando al gran Severo Ochoa en principio la investigación necesita más cabezas que medios.

– Lo primero, ¿nos puedes explicar los aspectos más importantes de los proyectos que has emprendido en los últimos años?

            Todo comenzó hace ya cuatro años, estudiamos el ciclo biológico de un insectos muy peculiares, conocidos vulgarmente como insectos palos (Medauroidea extradentata). Observamos que la muda de dicho insecto, tras un proceso químico, podíamos transformarla en quitosano que resultó ser un potente antibiótico. El curso siguiente estudiamos los mecanismos que regulan la ingesta y la saciedad en Meriones unguiculatus, este trabajo fue nuestro primer premio nacional y ¡aún recordamos como impone la Real Academia Española! El curso pasado realizamos una experiencia con peces, desmitificamos la supuesta escasa memoria de dichos animales, también supuso un primer premio. Y para finalizar, en el presente curso académico hemos estudiado la empatía, altruismo y memoria en Meriones unguiculatus, siendo nuevamente galardonados con un primer premio. Desde luego que los resultados han superado con creces las expectativas iniciales.

– ¿Qué métodos y materias abarca el trabajo en estos proyectos?

Este tipo de proyectos abarca materias como la biología, matemáticas, química, psicología o lengua castellana, además, fomenta claramente el uso de las TIC’s ya que todos los resultados de la investigación deben ser expuestos en soporte digital, bien en un blog o página web. Por otro lado, todos los años realizamos un congreso científico en el instituto donde los alumnos que realizan el proyecto explican a sus compañeros los resultados obtenidos, apoyados con un póster científico que realizan ellos mismos. 

– ¿Aprendemos mucho del estudio del comportamiento de estos animalitos de laboratorio? ¿Qué parte podemos extrapolar al ser humano?

            Este año hemos demostrado que conductas, a priori, tan exclusivamente humanas como la empatía y el altruismo son también llevadas a cabo por animales como los roedores, y además, de manera clara y manifiesta. Sometimos a nuestros roedores a situaciones estresantes que un compañero podía evitar pulsando una palanca, y no solo la pulsaban, sino que lo hacían rápidamente. Además, cuando el roedor "salvavidas" había pasado previamente por la situación estresante el accionamiento de la palanca era todavía mucho más rápido.

– ¿Cómo acogen los alumnos esta nueva forma de trabajar en un proyecto de investigación?

            Inicialmente fueron reacios a colaborar con este tipo de investigaciones, pero a medida que han ido transcurriendo los cursos se han ido interesando en ellos y en la actualidad debemos filtrar a los alumnos que participan en nuestros proyectos porque la demanda supera con creces la oferta que podemos ofrecer. El hecho de tener animales en el instituto (roedores, peces o insectos palo) ya es una novedad en sí, y si a eso le añadimos los buenos resultados obtenidos, el cóctel es explosivo.

– ¿Cuáles son las dificultades que encontraste al enfrentarte a estos trabajos?

            Principalmente las limitaciones que impone un laboratorio de instituto, que en nuestro caso no son pocas. Inicialmente también era complicado de organizar en el centro, pues hay que sacar un par de horas semanales en el horario lectivo de los alumnos pero este aspecto ya lo tenemos solventado.

– ¿Qué apoyos has recibido en tus trabajos?

            Desde el centro, todos los compañeros han colaborado cuando lo hemos requerido, así como el equipo directivo. Puntualmente hay ciertas empresas del municipio, por ejemplo, Cristalería Reina este curso, que han aportado su granito de arena de manera desinteresada. Aprovechamos este medio para dar las gracias.

– ¿Es la educación por proyectos es el futuro de la enseñanza?

            No creo que la educación por proyectos exclusivamente sea el futuro de la educación pero sí una herramienta más de la que deberíamos tirar más. Trabajar en grupos reducidos, integrando conocimientos de varios ámbitos (matemáticas, biología, química, lengua, etc) con un objetivo y pautas claras de actuación es una herramienta educativa importante aún por explotar, pero no la única.

– ¿Están reñidos los proyectos con el cumplimiento estricto de los currículos oficiales?

            Casar el cumplimiento estricto de los currículos oficiales con la propuesta investigadora que llevamos a cabo en el centro se antoja francamente difícil, teniendo en cuenta el estrecho margen legislativo al que nos vemos sometidos los docentes. No obstante, tratamos de no alejarnos mucho de lo que el currículum oficial establece, y éste es precisamente uno de los problemas más importantes con los que nos encontramos cuando planteamos alguna actividad fuera de lo "normal".

– Un profesor de Ciencias ¿debe tener más vocación de profesor o de científico?

            Pues en mi caso, la balanza está claramente inclinada al mundo científico. Ese interés por conocer algo más de lo que viene en los libros, cuestionarlo, plantearlo y verificarlo en el laboratorio es fundamental para, al menos, intentar desarrollar este tipo de iniciativas en un centro educativo.

– Si tus alumnos se quedaran con una sola cosa de las que tú intentas transmitir, ¿cuál te gustaría que fuera?

            Que querer es poder, que nadie nos va a regalar nada, pero si somos metódicos, trabajamos en equipo y confiamos en lo que hacemos, cualquier meta es posible de alcanzar.