Cartas al director.Vidas castradas

¿Cuantas incontables vidas castradas, por una injusta sociedad y unas mentes retrogradas, han existido sin poder desarrollar…

¿Cuantas incontables vidas castradas, por una injusta sociedad y unas mentes retrogradas, han existido sin poder desarrollar todo su potencial y lo peor, seguirán existiendo? Años de luchas y conquistas en derechos sociales no sirven ahora para nada. Se quiere volver a cargar a la mujer con el sostén de la vida familiar, sin importa sacrificar sus anhelos y sueños. La mujer cría a los hijos, organiza la vida doméstica y cuida de sus mayores y de los no capacitados para valerse por si mismos. Todo ello sin compensación económica, ni cotización y sin tiempo personal para si misma. Todas esas mujeres con capacidades para aportar mucho al resto de la sociedad son limitadas al espacio del hogar. Todos sus derechos sociales y jurídicos pisoteados por unos gobernantes machistas, que con el poder en sus manos, imponen una dictadura donde las mujeres y los más débiles de la sociedad son maltratados impunemente sin que las leyes les proteja de esta sociedad dirigida por bárbaros sin conciencia cívica.

 ¿Y esto es una democracia? ¿No somos capaces de aprender de nuestro pasado? ¿Por qué no se hicieron leyes, al terminar la Dictadura, para limitar el poder de los próximos gobernantes? ¿Y por qué no se pueden hacer ahora esas leyes? ¿Acaso debemos vivir así sin ningún tipo de protección legal? ¿No existe ningún resquicio legal que nos permita echar a los inútiles que nos gobiernan ahora?

Ni con todas las multitudinarias manifestaciones se han sentido amenazados y tienen razones para su confianza, hasta dentro de tres años nadie les puede replicar. A veces me dan ganas de apedrearles las ventanas de sus casas, porque siento que voy a explotar de rabia e impotencia, pero se que eso sería darle motivos justificados para endurecer aun más las leyes restringiendo aun más nuestros derechos sociales, aunque están llegando aun punto que solo les falta ponernos grilletes.

A mis 45 años he conocido gente con muy malas entrañas, pero los que están dirigiendo nuestro estado superan a cualquier ser sin escrúpulos habidos y por haber. Para tirar por la borda a un país entero, condenando a la pobreza a casi todos sus ciudadanos salvando el capital de « los suyos ´´, hay que ser más que insensatos locos egocéntricos.

Así que estamos ante un futuro muy negro porque después de su marcha nos dejaran una enorme hipoteca social y económica, con graves secuelas por muchos años.