Connect with us

Opinión

La “clase política” de Morón.

Publicado

on

La definición más generalmente extendida de la clase social se refiere a grandes grupos de individuos que tienen intereses comunes

La definición  más generalmente extendida de la clase social se refiere a grandes grupos de individuos que tienen intereses comunes normalmente resultantes de su posición en el sistema de producción. En el sistema capitalista habrían dos grandes clases: la burguesía y el proletariado. Serían la burguesía todos aquellos que tienen , medios de producción propios. Serían proletarios aquellos que no tienen medios de producción y tienen que vender su fuerza de trabajo a un burgués o grupo de burgueses. Las familias Camacho o Siles (en su condición de propietarios de medios de producción) son burgueses.  Los trabajadores de IESA o SIDEMOSA son proletarios. Pero también son burgueses, según esta definición, los propietarios de un pequeño taller o comercio que emplee a trabajadores, aunque sean pocos. Es lo que se conoce como pequeña burguesía para distinguirla de aquellos que emplean a un número considerable de trabajadores.

Soy de la opinión de que los políticos no forman una clase y que hablar de “clase política” tiene poco sentido. Pero si algún sentido pudiera tener no es otro que el de señalar a aquellas personas que pretenden vivir, mientras puedan,  de la actividad política sin carecer de mejor alternativa o de ninguna.

En Morón de la Frontera hay al menos dos individuos que claramente, tienen esa pretensión: Antonio Ramírez y Alfonso Angulo. Pudieran haber otros u otras, pero no tengo tanta seguridad como con estos dos. Sustituyendo a un empresario de la localidad, Ramírez ha sido nombrado, recientemente, Presidente del PP de Morón. O mucho me equivoco o vamos a tener que estar soportando a estos dos lacayos caraduras durante un muy largo tiempo.

Y les llamo lacayos y caraduras porque tienen más que merecidos ambos calificativos. El primero, por su servidumbre ante el gamberro de Morilla. EL segundo, porque hay que tener la cara tan dura como el cemento para sacarla por la tele habiendo dejado el Ayuntamiento en bancarrota, con una deuda de casi 50 millones de euros, y mintiendo con una soltura digna de políticos profesionales.

 

Continuar leyendo
Publicidad