¿Es incoherencia o traición?

Opinión. ¡Vaya racha que llevamos!. La verdad es que yo he permanecido bastante reticente, por no decir francamente incrédulo, ante estos “vendedores de humo”  de la “nueva política”…

Opinión. ¡Vaya racha que llevamos!. La verdad es que yo he permanecido bastante reticente, por no decir francamente incrédulo, ante estos “vendedores de humo”  de la “nueva política”.

Al final todos parecen confluir en la “realpolitik” que de nuevo tiene más bien poco por no decir, más propiamente, nada.

Uno: Tsipras le vende una moto anti-recortes  y anti-deuda al pueblo griego y resulta que , después de ganar un referéndum por más del 62%, los europeos de la eurozona  le dan dos tazas de recortes y tres de deuda (ya que una no quería) y se las traga sin rechistar. Y todo a la ligera con unas prisas locas. Cuando el pueblo griego reflexione (no le ha dado tiempo entre el referéndum y las elecciones) me parece que no le va a ir nada bien a Siryza.

Dos: los de PODEMOS lanzan un programa para la elecciones europeas que no tiene nada que ver con el actual programa de las generales. Y eso en el plazo de un año. ¿Cómo se puede cambiar tanto en tan poco tiempo?  Pero además los que criticaban sañudamente a cualquiera que pudiera prestar sus votos al PSOE para que no gobernara la derecha, ahora hacen lo mismo en Valencia, Castilla-La Mancha, Sevilla, Córdoba…y como decía Javier Krahe: “Lo que antes ser muy mal/permanecer todo igual/y hoy resultar excelente”

Tercero: Los anticapitalistas de las CUP juran y perjuran que no darán su voto a Más. Hacen asamblea y resulta que tienen el corazón partío: la mitad son más anticapitalistas que independentistas y la otra mitad son más independentistas que anticapitalistas. Después del follón que han armado entre ellos resulta que ponen de presidente a Mas (de lo mismo). Qué más dará que esté Mas o alguien que haya puesto Mas. Por lo visto era un problema exclusivamente estético. De forma, no de fondo.

Estos de la CUP  tienen todavía un problema más gordo. Reconocen la noche del 27-S que han perdido el plebiscito y tienen la poca vergüenza de intentar hacer lo que el pueblo de Cataluña, según ellos mismo reconocen , les ha prohibido. ¿A quién sirven entonces?

Conclusión: Si estas incoherencias y/o traiciones son la “nueva política” no les extrañe a ustedes que muchos vuelvan a preferir la vieja.

Diderot