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Morón

CULTURA. Conferencia sobre A.Machado y M.Valiente, por Jacques Issorel. (Segunda Parte)

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Ahora Antonio y Manuel (8 y 9 años) son alumnos de la Insti. La meta de la Institución Libre de Enseñanza es preparar una nueva generación de ciudadanos responsables, activos, que sean el fermento de una nueva España

Conferencia de Jacques Issorel “Antonio Machado y Manolo Valiente: dos destinos paralelos” (Morón de la Frontera, 1 de marzo de 2018).

 

SEGUNDA PARTE 

 

Ahora Antonio y Manuel (8 y 9 años) son alumnos de la Insti. La meta de la Institución Libre de Enseñanza es preparar una nueva generación de ciudadanos responsables, activos, que sean el fermento de una nueva España. Persiguen los mismos ideales que el movimiento regeneracionista cuya figura puntera fue Joaquín Costa, unos años más tarde («Escuela, despensa y doble llave al sepulcro del Cid»). Usan métodos pedagógicos revolucionarios: enseñanza mixta, fundada en el diálogo con los profesores. Los alumnos no deben aprender de memoria (excepto textos literarios) y no hay exámenes. La enseñanza está abierta hacia las culturas extranjeras y se concede un lugar importante a las artes, especialmente al dibujo y a la música. Los alumnos reciben también una buena educación física y los profesores despiertan en ellos el amor a la naturaleza mediante excusiones pedestres a la sierra de Guadarrama. Y hasta cultivan un huerto. Toda su vida AM les tuvo una afectuosa gratitud a sus profesores de la Insti, que dejó en él una huella profunda y preparó al futuro ciudadano y militante que fue en la edad adulta.

 

Desgraciadamente en 1889 (14 años) se termina la escolaridad en la Insti, se terminan los años felices. Ingresa en el instituto San Isidro y después en el instituto Cisneros, pero no consigue adaptarse al sistema escolar tradicional. Las clases no le interesan, le parecen aburridas, tiene suspensos. Ha perdido la motivación. Es un adolescente soñador, indolente, pero no un chico ocioso, pues él y Manuel se pasan muchas horas en la Biblioteca Nacional donde leen a los clásicos: autores de la Antigüedad grecolatina, del Siglo de Oro y autores extranjeros.

 

1898: Año terrible para España, que tras una guerra relámpago contra EE. UU. pierde sus últimas colonias: Cuba, Filipinas y Puerto Rico. Para los españoles es el fin de las ilusiones. La España del Cid Campeador, de Carlos V, el imperio en el que nunca se ponía el sol: todo ha terminado. Los españoles toman conciencia de la realidad: España es un país pobre, atrasado, a la zaga de las grandes naciones europeas. El desastre de 1898 dejará una huella en la obra de AM, en su gran libro Campos de Castilla (1912).

 

 

En marzo de 1899, Manuel se va a París donde ha conseguido un trabajo de traductor en la editorial Garnier. En junio del mismo año, Antonio (24 años) se reúne con su hermano y trabaja en lo mismo. El escaso sueldo solo les permite llevar una vida bohemia en el París del caso Dreyfus, del simbolismo en poesía (Verlaine murió en 1896), del impresionismo en pintura. Comparten una pequeña habitación en el modesto hotel Médicis, calle Monsieur-le-Prince (Barrio Latino). Intiman con poetas franceses y también con Oscar Wilde y Pío Baroja.

 

En 1900, AM, ya de vuelta a Madrid, aprueba la última asignatura que le quedaba para terminar el bachillerato: el francés. En 1902, ambos hermanos hacen una nueva estancia en París, que le permite a Antonio progresar aún más en el idioma galo, lo cual en breve le será muy útil. Ya desde 1898 AM escribe poesía y publica en 1902 un poemario titulado Soledades.

 

 

Es una tarde clara,
casi de primavera,
tibia tarde de marzo,
que el hálito de abril cercano lleva;
y estoy solo, en el patio silencioso,
buscando una ilusión cándida y vieja;
alguna sombra sobre el blanco muro,
algún recuerdo en el pretil de piedra
de la fuente dormido, o, en el aire,
algún vagar de túnica ligera.

 

Es una poesía llena de melancolía, de nostalgia, desprovista de colores o sonoridades brillantes, sin efectos líricos. Es, al contrario, una poesía intimista, hecha con palabras sencillas. Una poesía introspectiva en la que resuena una música sutil que se insinúa suavemente y resuena en el espíritu del lector. El poeta sigue trabajando y en 1907 publica una segunda edición del primer poemario, muy ampliada, que titula: Soledades, galerías y otros poemas.

 

Sin embargo, como la poesía no es lucrativa, decide preparar la oposición a cátedra de instituto de francés. Se presentan 125 candidatos para las 7 vacantes. Saca el núm. 6 y elige Soria. Va a Soria en mayo de 1907 y descubre maravillado la primavera castellana que le inspira hermosos poemas:

 

Es la tierra de Soria árida y fría.
Por las colinas y las sierras calvas,
verdes pradillos, cerros cenicientos,
la primavera pasa
dejando entre las hierbas olorosas
sus diminutas margaritas blancas.

 

La tierra no revive, el campo sueña.
Al empezar abril está nevada
la espalda del Moncayo;
el caminante lleva en su bufanda
envueltos cuello y boca, y los pastores
pasan cubiertos con sus luengas capas.

 

En octubre de 1907 toma posesión de su cátedra en el instituto de Soria. Se aloja en la pensión de Da Isabel Cuevas, una viuda, madre de una niña de 13 años, Leonor. Es una chica rubia, de ojos azules, de una belleza frágil. Antonio y Leonor se enamoran. La boda se celebra en 1909. Leonor tiene 15 años, Antonio: 34.

 

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