El alcalde de Morón recibe 13 €/hora por la ayuda a domicilio pero condena a las trabajadoras a cobrar 4,5 €/hora

Este jueves se ha retirado del orden del día del  pleno ordinario de noviembre del Ayuntamiento de Morón el punto que hacía referencia al pliego de condiciones del Servicio de Ayuda a Domicilio porque…

Este jueves se ha retirado del orden del día del  pleno ordinario de noviembre del Ayuntamiento de Morón el punto que hacía referencia al pliego de condiciones del Servicio de Ayuda a Domicilio porque, según ha podido saber  esta redacción,  el equipo de gobierno va a mantener una reunión, previa a la aprobación plenaria de dicho pliego,  con las trabajadoras  de EULEN (una empresa de Florentino Pérez), empresa que gestiona este servicio en nuestra localidad.

Nuestros lectores pueden recordar como en diciembre de 2011, en la primera legislatura del PSOE en Morón,  este servicio se adjudicó  a la Empresa Fundación Internacional APRONI.  Tras varios meses de impagos y un tortuoso conflicto laboral, APRONI  cedió a EULEN, en junio de 2014, el contrato de gestión del servicio,  que tiene vigencia hasta el 31 de diciembre de 2017 (cuatro años más dos prorrogables).

Desde entonces, para financiar este servicio,  el Ayuntamiento de Morón recibe mensualmente de la de la Junta, concretamente de la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía, un total de 142.617,62 €, cantidad que abona a EULEN  con unos tres o cuatro meses de retraso.

¿Cuánto cuesta una hora de ayuda a domicilio al contribuyente?

Atendiendo al “Pliego de cláusulas económico-administrativas que ha de regir el contrato de servicio de ayuda a domicilio” el Ayuntamiento de Morón presupuesta en su base de licitación “un precio unitario para la prestación del servicio, que será: Precio del Servicio/hora……..13'00.- € (I.V.A. incluido)”.

Es decir, que los contribuyentes pagamos unos 13 euros la hora para que las personas que necesitan la ayuda a domicilio estén atendidos.

¿Cuánto le paga EULEN a sus trabajadoras?

Según ha podido saber esta redacción la empresa de Florentino paga a sus casi 100 trabajadoras (la mayoría son mujeres) 4,5 euros la hora, aproximadamente.

Haciendo un cálculo rápido y  sumándole los seguros sociales, ¿hasta dónde puede llegar lo que paga EULEN por trabajadora?, ¿6,5 euros, 7 euros?.

Si tenemos en cuenta estos costos –que como decimos son aproximados- por cada hora trabajada, cada empleada le produce a EULEN un beneficio de 6 euros. Podemos decir que de los 142.617, 62 euros que la Junta paga al Ayuntamiento para el servicio a domicilio, más de 60 mil euros se los metemos al bolsillo de Florentino en detrimento del sueldo de las trabajadoras. Recordemos que este es un servicio asistencial, aquí no hay maquinaria que haya que comprar, si acaso la empresa tendrá algunos gastos derivados del vestuario de sus empleadas.

Y esto señores y señoras, es una puñetera vergüenza. Es una vergüenza que dinero público que está destinado a un servicio esencial como la ayuda a domicilio, sirva para tener en condiciones de semi-explotación a casi 100 trabajadoras, y eso para que unos pocos se llenen los bolsillos.

Pero más vergüenza podríamos sentir cuando miramos las condiciones de las trabajadoras de este servicio en Arahal, un municipio gobernado por Izquierda Unida donde la ayuda a domicilio se presta directamente desde el Ayuntamiento. Atención, no estamos hablando de  Alemania o Francia.  Estamos hablando de aquí al lado.

Y es que a tan sólo 17 kilómetros, según nos informan desde el consistorio de Arahal, el Ayuntamiento paga a sus  trabajadoras de la ayuda a domicilio íntegramente lo que recibe de la Junta, 13 euros la hora. Estamos hablando que los 13 euros sería el sueldo bruto, ya que con esos 13 euros el Arahal también tiene que pagar la parte de seguros sociales de la trabajadora y los impuestos.

Aun así, la diferencia es abrumadora  y ahora, con la aprobación del nuevo pliego de condiciones por parte del equipo de gobierno municipal del PSOE en Morón, se pretende perpetuar estas condiciones continuando con la privatización del servicio.